Tras los últimos acontecimientos, no se observa un inminente final para el conflicto entre los trabajadores, la industria frigorífica y el gobierno. El Poder Ejecutivo laudó el aumento salarial por decreto en la jornada de ayer, la industria no está dispuesta a ceder en los reclamos de los trabajadores y en la interna gremial se dice “ni un paso atrás. No va a haber paz”, según la copia textual del mensaje de la Asociación de Obreros y Empleados de Frigorífico Tacuarembó.
En el marco de los 83 años de la Federación de Obreros de la Industria Cárnica y Afines (Foica), se realizó un plenario nacional en la capital del país donde “por amplia mayoría, y solo 2 abstenciones” se decidió “reafirmar el conflicto”. Un conflicto que, de acuerdo con las palabras del presidente del gremio, Martín Cardozo, “necesita un convenio colectivo por el bien de todas las partes”, sin embargo, el primer mensaje luego del plenario en la interna gremial fue el mencionado anteriormente, que no habrá paz.
Con fecha 3 de enero de 2025, el Poder Ejecutivo, reglamentó el decreto correspondiente a los ajustes salariales del grupo 2, subgrupo 1 “Industria Frigorífica”. Se establece un ajuste salarial retroactivo al mes de julio de 2024, del 1,38% sobre sueldos, jornales, sustitutivo carne y presentismo. Además, a partir del mes de enero de 2025, se aplique un aumento salarial del 3,04% sobre sueldos, jornales, sustitutivo carne y presentismo.
También se preveen ajustes salariales para los meses de julio 2025 y enero 2026, con el mismo criterio, además de contemplarse la aplicación de correctivos que surjan de la diferencia entre la inflación esperada y la real, en ambas fechas de aumentos previstos.
Está establecido en los consejos de salarios, que, ante la falta de acuerdo entre las partes, y con la ausencia de una de las partes en las negociaciones, el Poder Ejecutivo tiene la facultad de laudar los ajustes salariales por decreto, que es lo que terminó ocurriendo. En la interna gremial, se ha calificado como “una vergüenza” el decreto salarial del Poder Ejecutivo.
El gremio de los trabajadores analiza las medidas a tomar que fueron planteadas en el plenario, entre las que se encuentran: paros sorpresivos, en horas puntuales, topear la faena en cantidad de animales, y mantenerse en asamblea permanente.
Afecta cadena productiva
Jorge Riani, productor agropecuario del departamento de Artigas, manifestó en Valor Agregado de Radio Carve cómo los paros de Foica están afectando la cadena productiva del sector cárnico desde la perspectiva de los productores.
“Estamos bastante sorprendidos, pero lo que más nos afecta no es el paro en sí, sino los paros sorpresivos, que son aún peores. Esto no debería ser un problema de los productores; es algo que deben solucionar entre la industria y sus empleados”, expresó con firmeza.
Riani explicó que los paros sorpresivos generan un impacto directo en la calidad de la carne. “El ganado viaja largas distancias, llega a las plantas, se lo pone sobre un piso de hormigón y permanece allí con solo agua por días, esperando una faena que se posterga. Esto afecta su bienestar y repercute en el pH, el color y la jugosidad de la carne, disminuyendo su calidad”, detalló.
Pero los efectos no son solo de calidad. “A nivel financiero, los paros nos golpean fuerte. Programamos nuestras ventas para financiar la empresa y este tipo de interrupciones desajustan todo. Hace 15 días que estoy esperando cargar ganado, y menos mal que no lo hice, porque estaría atrapado en este sistema sin respuestas claras”, lamentó.
Para Riani, la falta de soluciones impulsa a los productores a repensar sus sistemas. “El mensaje que recibimos es que quizás debamos cambiar nuestra estructura y enfocarnos en la exportación de ganado en pie, con animales de más de 400 kilos. Eso no es lo ideal, pero parece ser lo que la industria está promoviendo indirectamente al no resolver sus problemas internos”.
Cuando se le preguntó sobre la relación entre los productores y la industria frigorífica, fue categórico: “Es un problema entre la industria y sus trabajadores. Sin embargo, nosotros somos quienes estamos pagando el costo más alto”.
El contexto no ayuda. Aunque los precios del ganado alcanzaron más de cuatro dólares por kilo, y las exportaciones se venden a 4.600 dólares por tonelada, los productores del norte enfrentan una disyuntiva. “Venimos de una primavera excepcional; los campos están en perfectas condiciones, los ganados listos, y no podemos cargarlos. Esto no solo afecta nuestra economía, sino también nuestra moral”, explicó Riani.
El productor expresó su preocupación por la aparente pasividad de la industria frente a este problema y reiteró la necesidad de una pronta solución. “Esperamos que este conflicto no solo termine, sino que también se implementen medidas para evitar que situaciones así se repitan en el futuro. De lo contrario, la industria corre el riesgo de perder su principal recurso: los productores”, concluyó. → Leer más