El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, MTSS, publicó en su página web una entrevista al titular de la cartera, Mario Arizti, bajo el título “Balance y perspectivas laborales: avances, desafíos y reformas clave hacia 2025”. Como es de esperar de una entrevista de estas características, en una web oficial, hecha al jerarca de la dependencia y por ende, al superior del entrevistador, hay una buena carga de autobombo y de énfasis en datos “favorables” respecto a la gestión cumplida: “El balance es muy positivo y se refleja en los indicadores del mercado de trabajo, los cuales muestran un aumento en la tasa de actividad (64,3%), de empleo (59,6%), alcanzando niveles de 2015 y 2016, junto a una disminución de la tasa de desempleo, la cual en octubre de 2024 se ubica en 7,3%. Por otra parte, la informalidad se ubica en un 21,7%, al menos 3% por debajo del quinquenio 2015-2019”.
Pero más allá de ello, no deja de ser interesante el análisis que a continuación realiza el ministro sobre qué se espera que ocurra en el mercado de trabajo y otros temas claves, que ya lo fueron en el período de gobierno que empieza a despedirse, como la reforma de la Seguridad Social, reforma que, recordemos, fue objetada, llevada a plebiscito, y ratificada en las urnas por la ciudadanía.
El ministro aseguró, entre otras cosas que se han recuperado “todos los empleos perdidos por la pandemia, y también los que se habían perdido entre 2015-2019. Esta recuperación, junto con la creación de nuevos empleos, permite decir con satisfacción que a octubre de 2024 hay unas 90.000 personas más aportando al BPS que en octubre de 2019”. También indicó que en setiembre pasado había “casi 40.000 personas en seguro de paro, lo cual representa una baja de 10.000 personas con ese subsidio respecto al mismo mes de 2019”, aun habiéndose ampliado en 2020 el acceso al seguro de paro, abarcando desde entonces “suspensión parcial, para las trabajadoras domésticas con más de un empleo y se flexibilizaron las condiciones de acceso de los trabajadores rurales”. Otro aspecto que recordó el ministro en su mensaje es que en 2020, ante la pandemia, “se llegó a un acuerdo con los actores sociales priorizando la protección del empleo antes que los ajustes salariales”, pero que negociaciones posteriores, en 2022 y 2024, lograron “la recuperación salarial en el sector público y en el privado, que se ve reflejada en el nivel del salario real global, con un incremento del 2,5% respecto de setiembre de 2019. En 2023, la participación de la masa salarial sobre el Producto Interno Bruto fue del 50%, contra un 48% del año 2019”. Pero lo que resulta más interesante del análisis es lo referido a lo que vendrá, cómo ve el ministro de trabajo actual los desafíos venideros, aunque claro, también destacó la gestión del gobierno en materia económica como artífice de los logros laborales mencionados anteriormente. En ese sentido valoró que la inflación ha sido la más baja en los últimos 18 años, luego de haber superado la economía uruguaya ha superado “todas las crisis que surgieron desde 2020”.
A juicio de Arizti, la confianza internacional en el país “se refleja en la mejora del grado inversor, destacando las calificadoras de riesgo la mejora de la sostenibilidad financiera del sistema de jubilaciones y pensiones a partir de la Ley 20.130”. En ese sentido afirmó que se deberían continuar las políticas macroeconómicas actuales “captando inversiones y con las reformas que ha encarado este gobierno, entre ellas la reforma educativa, es de esperar que nuestro país continúe por la senda del crecimiento en materia de empleo”. Agregó que confía en que el gobierno entrante pueda “continuar en una senda de crecimiento económico, promoviendo en sus normas y prácticas un ambiente propicio para ‘las empresas productivas, rentables y sostenibles’, las que ‘junto con una economía social sólida y un sector público viable, son fundamentales para un desarrollo económico y oportunidades de empleo sostenibles’, como proclama la OIT”.
Hablando de desafíos, el ministro dijo que los principales este año en su materia serán “garantizar la efectividad de las reformas legales en materia laboral y de seguridad social” y recordó que queda pendiente “atender la situación de la Caja de Profesionales Universitarios. Habrá que buscar acuerdos en el sistema político y con los sectores sociales, afiliados activos y pasivos del ente previsional” y consideró que el gobierno actual deja un proyecto de ley que “es un buen punto de partida para esa búsqueda de acuerdos en la próxima legislatura”.
En materia laboral entiende que pueden suponer desafíos para el empleo “la introducción de innovaciones tecnológicas y la inteligencia artificial”, que por lo tanto exigen la acción “del Estado, las organizaciones de trabajadores y empleadores”, para diseñar procesos educativos de máxima productividad. Además estos temas, entiende, deberán ser incorporados a la negociación colectiva. También dijo que es necesario poner el énfasis en que los futuros trabajadores completen “la educación media, la alfabetización digital y las tecnologías de la información” y que es necesario perfeccionar políticas de empleo juvenil que atiendan a los jóvenes de menor calificación. Asimismo considera que el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop), tendrá que “extremar acciones que procuren anticiparse a esta revolución tecnológica permanente, ajustando los programas de formación profesional y de recapacitación de los trabajadores”.
Por otra parte, lamentó que no se haya aprobado el proyecto de ley enviado por el MTSS “que procuraba la protección de todos los trabajadores, autónomos o dependientes, que prestan servicios de transporte de pasajeros y entrega de bienes mediante plataformas digitales”. Finalmente, dijo, “hay que profundizar la tendencia a aprobar normas que faciliten la conciliación entre la vida familiar, los estudios y el trabajo”. En ese sentido consideró que es urgente “estudiar una ley marco de reordenamiento de los tiempos de trabajo y descansos, que habilite expresamente las modificaciones y adaptaciones por la vía de la negociación colectiva”, aunque también por acuerdos individuales cuando el caso lo justifique.
Como todo en la vida, se podrá compartir o discrepar con esta visión, que es la de una persona, y que a la postre no deja de ser un insumo más para hacerse una composición de lugar sobre el lugar en el que estamos, sobre cómo evoluciona el mercado de trabajo y sobre el rol que debe jugar el Estado en todo esto. → Leer más