La noche de los poetas sanduceros en la Fiesta de la Prensa

El pasado viernes, el público colmó las instalaciones del Patio Colonial de EL TELEGRAFO para disfrutar de la propuesta “Poetas de acá”, una noche de poesía en la que los protagonistas fueron los escritores y sus obras. El evento es una de las actividades previstas como cada año en el marco de la Fiesta de la Prensa.

A medida que iba llegando, el público se acomodaba en las sillas ubicadas de tal forma que las luces de colores tenues y la agradable música los iba envolviendo en un clima muy especial. Luego de la bienvenida a cargo del administrador de EL TELEGRAFO Martín Baccaro, fue el turno para que el coordinador Carlos Thomas explicara la dinámica: “todos los autores seleccionados son sanduceros de nacimiento o por adopción y para elegir quienes hoy participan fue fundamental la opinión de Margarita Heinzen”; lo que se pretende es que sea una noche para dar a conocer el arte local, y reunir a todos quienes comparten la pasión por la poesía. Posteriormente solicitó a los autores que fueran pasando frente al micrófono uno a continuación del otro y se presentaran ellos mismos, agregando si son autodidactas, si cursaron algún taller de los tantos que existen en nuestra ciudad, con el objetivo de dar a conocer a los presentes la existencia de los mismos por si alguien tiene la intención de sumarse. Cada uno de los nueve participantes disponía de tres o cuatro minutos para leer poemas propios seleccionados por ellos.

Comenzó José Gianotti, quien desde hace 7 años concurre al taller creativo de Ceupa, y su poemas fueron “Ya anoche” y “Ya no estás”. Le siguió Estela Bentacor Conde, que ya tiene dos libros editados y por breves, eligió cuatro de su poemas: “Para qué”, “Necesidad”, “Total” y “Vikingo”. Continuó Miguel Ángel Gutiérrez, quien es salteño, pero desde 1998 que se mudó a nuestra ciudad, es un sanducero más, su primera creación estuvo dedicada a los grandes poetas que ya no están, para finalizar con “El buzón de hojalata”. Le siguió el anfitrión, Carlos Thomas, que amenizó su lectura con una anécdota relacionada al poema que leyó “La flauta de los colibríes”, que tiene una característica muy particular y que seguramente podrán disfrutar en una futura oportunidad quienes no asistieron.

El turno fue entonces para Antonino Campos, quien se definió como escritor independiente, y comentó que ha participado de talleres literarios en Casa de Cultura, Ceupa y Aníbal Sampayo. Leyó tres de sus obras: “Soy sanducero”, “Retazos y “Mi chamarrita”. A continuación, se dirigió a los micrófonos Ariel Cruz, quien narró a los presentes que a los 6 años de edad tuvo hepatitis y como en esa época se exigía un reposo absoluto, fue el momento en que comenzó a escribir, luego participó del taller de Margarita Heinzen y deleitó al público con: “Liberación del sentir”, “Sensata razón de amarme” y “Entre vida y vida”. Al llegar el momento de Andrés Irazoqui, se produjo un quiebre humorístico ya que este escritor era uno de los responsables del suplemento “Homosapiens”, y presentó “La hija fea de Don Dante”, que hizo sentir las risas de los presentes.
Y llegó el momento de la otra dama, Rocío Matosas, quien dijo que escribe desde siempre, y ha participado de los talleres de Margarita Heinzen y de Milton Nan; una de sus lecturas fue la llamada “Muerte al poema y su luz”.

Luego el autor Víctor Dantaz contó que empezó a escribir ya de grande, y concurrió al taller de Liliam Silvera. Uno de sus poemas fue “Abandono”.
Para el cierre, Thomas eligió leer un poema de Anita Rocha que cosechó el aplauso unánime de la platea.

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