La Caja de Jubilaciones y Pensiones de Profesionales Universitarios (Cjppu) atraviesa una crisis financiera y se quedará sin fondos para pagar pasividades a mediados del año si no se aprueba una reforma urgente. La Asociación Civil El Orden Profesional propone un proyecto que recibe el apoyo de tres directores y, de acuerdo a estudios paramétricos y actuariales de Cinve, “dará al organismo una supervivencia de por lo menos ochenta años”.
El Poder Ejecutivo resolvió al comienzo de 2025 un aumento de los aportes de los afiliados activos cuando ya se había registrado un incremento en 2024 que, según la Asociación Civil, generará mayores problemas financieros.
Uno de los tres directores de la Cjppu, Arq. Fernando Rodríguez Sanguinetti, reconoció que cada vez que se instrumentan incrementos, hay más profesionales que se declaran en no ejercicio y dejan de aportar o bajan su categoría. La caja pasó de un 60% de aportantes activos a 37% del total de afiliados y ese incremento “estira la agonía”.
La Asociación propone una reforma institucional, donde los nuevos profesionales dependientes vuelquen sus aportes exclusivamente a la caja en vez del BPS desde junio próximo. De acuerdo al proyecto de ley, quienes trabajen en forma dependiente aportarán un porcentaje igual al que hoy vuelcan al BPS. El aporte patronal también sería vertido por el empleador (público o privado) a la Cjppu y tendrán la facilidad de trabajar como independientes sin tener que aportar nuevamente a la Caja, como deben hacerlo en la actualidad.
Plantea una reestructura de las categorías que pasarían de diez a quince y una disminución de 30% del valor actual del aporte para los nuevos afiliados independientes, con la posibilidad de subir y bajar de categoría en función de su realidad.
En diálogo con EL TELEGRAFO, Rodríguez Sanguinetti señaló que la propuesta fue entregada unos días antes de la asunción presidencial y conversada con el nuevo director de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo.
CAMBIO DE PARADIGMA
La propuesta significa “un cambio de paradigma en la Cjppu que desde hace 70 años ampara exclusivamante a los profesionales universitarios que trabajan en el libre ejercicio de su profesión. De esos, somos cada vez menos. De hecho, la caja tiene 110.000 profesionales que no aportan y declaran no ejercicio y unos 63.000 que aportan a la caja de manera independiente. De este último total, la mitad lo hace en forma voluntaria. Es decir, no dependeríamos de estar al día en la caja para poder trabajar porque lo hacemos en forma dependiente. Por lo tanto, la caja ampara a cerca de 31.000 profesionales que trabajan exclusivamente en forma independiente”.
El resto de los profesionales tiene la doble condición de ser profesionales dependientes tanto del Estado, organizaciones internacionales o empresas. “Proponemos que la caja ampare a todos los profesionales universitarios independientemente de su vínculo laboral. Un software elaborado por una consultora privada con los datos cargados por la caja, establece que de esos 110.000 profesionales que no aportan, el 90% –unos 90.000– trabajan en forma independiente y no lo hacen porque no tienen obligación. Seguramente muchos de ellos figuran como empresas unipersonales”.
Estos aportantes “facturan a su empleador y aportan un ficto al BPS. Ese es el largo proceso por el cual se viene desfinanciando la caja. Primero porque sus fictos son muy altos y los de categoría 10, el ficto es más de 180.000 pesos por ley. Sobre esos valores, que se fijan desde hace muchos años y se actualizan por Índice Medio de Salarios, es que se aporta un porcentaje altísimo. Es el 18,5%”.
En otros casos, “dejan de trabajar en forma independiente o buscan algún subterfugio. Se juntan entre varios y conforman cooperativas de profesionales. O lamentablemente trabajan en forma ilegal, que son los menos pero también hay y todo afecta al normal funcionamiento de la caja”. Aclaró que “la crisis es multicausal y lleva por lo menos 15 años. Hubo varios cambios vinculados al mercado laboral que hoy es tan interdependiente que, además, la seguridad es muy competitiva para los profesionales. Los jóvenes prefieren emplearse y no arriesgarse. Tampoco nos enseña la Universidad de la República –de donde soy egresado– a transformarnos en empresarios”.
TAMBIÉN INFLUYERON LAS REFORMAS
Otro factor es la carga impositiva. “Entre 2006-2007 comienza a caer la caja por efecto de aquella reforma. Se incorpora el IASS a los jubilados de la caja que se descuenta y va a parar al BPS en vez de aportar a la propia caja para su subsistencia. Luego se incorporó el IRPF, el Fonasa, el adicional al Fondo de Solidaridad que pagamos todos los ciudadanos pero en el caso de los profesionales universitarios independientes se desagregaron un montón de cargas que, estén trabajando o no, las tienen que pagar igual”.
Rodríguez Sanguinetti enfatizó que “no hay forma de decirle a la caja que el profesional se encuentra sin trabajo. Entonces, el profesional resuelve bajar de categoría. Este es uno de los grandes temas de su desfinanciamiento. El aportante, por efecto de la ley de 2004, puede bajarse hasta la segunda categoría. Pierde los ahorros que tuvo antes, pero está en regla. Paga la caja, está habilitado a trabajar en forma independiente y paga el mínimo que es la categoría 2”.
A lo largo de los años se retiraron los profesionales que aportaron por las categorías más altas, mientras que hoy aumentan los aportantes de las categorías más bajas. “Eso ha hecho que la caja deba vivir de sus propias fuentes de financiamiento. Primero nos fuimos comiendo los intereses del capital –básicamente en papeles financieros– y ahora nos quedan unos meses para que se termine”.
Aseguró que hasta ahora “se ha solventado con sus propios ahorros de décadas, no tiene deudas y por eso le ha permitido sobrevivir en los últimos 15 años. Pero todo tiene un fin. Y ese fin se producirá en junio, julio o agosto –de acuerdo a los valores de los papeles que se están vendiendo– o si mejoran un poco los ingresos a la caja. Después, tendremos que apelar a que el Estado elabore un proyecto de ley para que lo discuta el Parlamento”.
OTROS EJEMPLOS
Consultado sobre posibles afectaciones de la propuesta sobre el sistema previsional, Rodríguez Sanguinetti precisó que “el BPS nunca estuvo ni estará financiado. Lo financiamos entre todos y lo que pagan trabajadores y empleadores no cubre las jubilaciones ni pensiones de nadie. Por eso hubo que hacer una reforma para disminuir las jubilaciones y aumentar los años de aportes”.
El directivo destacó que la propuesta incluye a unos 4.000 nuevos profesionales por año “que no desfinancian a ningún sistema. Ese es el único argumento en contra que anda en la vuelta y es que desvestimos un santo para vestir otro. Pero eso pasa todos los días en el Estado cuando se financian situaciones privadas, como pasa en la salud habitualmente. Y no ponemos este ejemplo para justificarnos, sino que decimos que el sistema ya está desfinanciado”.
Ejemplificó que “los ciudadanos seguimos subvencionando los servicios de retiros policiales y militares, la caja bancaria en sus dos reformas que implica aportes monetarios directamente del Estado. En la última ley implica dar garantía soberana a papeles de deuda que emita la Caja Bancaria para su funcionamiento. O sea, esto ya se hizo”.
En las cajas bancaria y notarial se incorporaron nuevos aportantes, además de aquellos que lo hacían al BPS. “Por ejemplo, las financieras de un montón de instituciones tanto públicas como privadas pasaron a la Caja Bancaria y en la Notarial, se incorporaron hasta los empleados de los escribanos”.
La Cjppu tiene un presupuesto anual de unos 600 millones de dólares, entre ingresos y egresos, con un costo de funcionamiento en torno a 20 millones de dólares, “que nosotros creemos es excesivo además de tener una burocracia interna que es significativa”.
REDUCCIÓN BUROCRÁTICA
El 40% del déficit corresponde a los costos de funcionamiento. “Proponemos una reducción para dar el ejemplo a aquellos profesionales ‘héroes’ que todavía aportan y disminuir el directorio conformado por 7 miembros que no tiene mucho sentido. Dos representan al Poder Ejecutivo, que básicamente toman las decisiones con los dos de la mayoría por el sublema. Proponemos reducir a uno el representante del Ejecutivo y que, además, su salario lo pague el organismo Ministerio de Trabajo y no la Cjppu”.
La propuesta incluye reducir “la gerencia con sueldos que se han ido votando en todos los períodos. Tampoco se pueden bajar los sueldos así nomás. Pero en algunas empresas privadas está pasando, o cierran o todos hacen el esfuerzo”. → Leer más