
Trascendió esta semana que la Cámara de Diputados tiene a estudio un proyecto de ley a través del que se busca aumentar el límite de compras en el exterior a U$S 500. Esta iniciativa fue presentada por parte Conrado Rodríguez, diputado del Partido Colorado, bajo el fundamento de dar “un mayor grado de libertad” a la importación de productos. La ampliación supondría pasar de 200 a 500 dólares el límite permitido en el régimen de franquicias por el que cada persona mayor de 18 años tiene la posibilidad de comprar productos en el exterior e ingresarlos al país sin tener que abonar impuestos y otros cargos de importación bajo determinadas condiciones.
Vayamos por partes, veamos qué dice el régimen actual. En la página de Aduanas (aduanas.gub.uy) está detallado y hay incluso un videíto explicativo que se puede ver escaneando el código QR, pero básicamente para poder ampararse a la franquicia internacional exonerada de tributos los requisitos se dispone de hasta tres envíos por año civil por persona, ser ciudadano mayor de 18 años con cédula de identidad uruguaya vigente, el valor factura en el caso de compras o declaración de valor en caso de obsequios, no puede superar los U$S 200 (para envío expreso) y U$S 50 (para el caso de envíos no expreso), debe ser para uso personal (no puede tener fines comerciales, el usuario final debe ser el comprador), el peso del envío no puede superar los 20 kg. Adicionalmente, en caso de que la encomienda contenga una compra, el pago correspondiente deberá realizarse mediante el uso de tarjeta de crédito o débito internacional o instrumento de dinero electrónico internacional, emitido por una institución de intermediación financiera, empresa administradora de crédito o institución emisora de dinero electrónico regulada por el Banco Central del Uruguay, la titularidad del medio de pago deberá coincidir con la del titular de la compra y con el destinatario de la encomienda. Del mismo modo, este régimen no comprende mercaderías que se encuentren gravadas por el Impuesto Específico Interno (Imesi) ni tampoco mercaderías consideradas como prohibidas en nuestro país. Además, en caso de contener mercadería que requiera para su ingreso al país de un trámite o certificado especial emitido por otro organismo, deberá contar con el mismo (esto ocurre con mercaderías controladas).
Qué propone el proyecto a estudio. Lo explicó su autor, Conrado Rodríguez, quien en una rueda señaló que se pretende aumentar ese límite a los 500 dólares y comentó que busca “que la gente pueda tener acceso a insumos para el trabajo que no están en nuestro país y que le pueden servir a la gente para poder trabajar aquí”. Rodríguez sugirió revisar “qué tipos de productos se han comprado en el exterior para ver qué grado de competencia tienen con productos de origen nacional”, por lo que anticipó que se realizarán las preguntas correspondientes al Ministerio de Economía y Finanzas, “los vamos a convocar para contar con toda la información y no generar perjuicios”. El diputado señaló que se encuentran “productos de índole informático que mejoran la prestación que pueda hacer un trabajo para adentro de la frontera y para afuera”, así como “algunos insumos, como computadoras”. “Es beneficioso para la gente y también para el trabajo nacional. Hay que ver qué grado de impacto puede tener con otro tipo de negocios o productos”, puntualizó.
De buenas a primeras podríamos considerar loables las intenciones del legislador de conceder una ampliación en esa posibilidad con la que cuentan los ciudadanos uruguayos de realizar una importación directa, quién podría oponerse a esta ampliación del grado de libertad. Quizás lo que no sea del todo oportuno el momento en lo que plantea, un momento en al que hay una fuerte expansión del uso de estas franquicias a raíz de la aparición de un actor que está provocando una distorsión en el mercado, tanto que ha generado un fenómeno que tiene su propio nombre: “Efecto Temu”, que es como se llama una aplicación que permite compras directas en China, a precios muy bajos y sin costos de envío, es decir, condiciones que el comercio uruguayo de ninguna escala está en condiciones de afrontar, ríanse de las grandes superficies comerciales, tan reguladas. ¿Y qué está pasando con Temu?; pues que durante el año pasado las compras de los uruguayos en el exterior aumentaron un 75% en comparación con el año anterior. Se alcanzó al récord histórico con 961.152 transacciones web internacionales, publicó Ámbito. “A lo largo del año 2024, se realizaron, aproximadamente, más de 80.000 compras mensuales logrando un total de 961.152 transacciones web internacionales. Esta cifra fue la más alta desde el año 2014, cuando se realizó la regulación de encomiendas postales internacionales”. Este crecimiento explosivo está vinculado directamente con la presencia de Temu en el mercado. Pero no queda ahí, porque todo parece indicar que en 2025 ese récord se va a pulverizar, aun sin que se apruebe el proyecto de Rodríguez, porque en el primer mes de este año ingresaron 99.917 encomiendas internacionales al país, lo que significó un aumento interanual del 107%. Esto se traduce en un promedio diario de 3.223 compras, consolidando el primer mes del año como el mejor enero desde 2017.
El presidente de la Cámara de Comercio y Servicios del Uruguay, Julio César Lestido, indicó que en febrero de este año desde Uruguay se efectuaron 160 mil compras a través de una tienda online china y que esto supuso un promedio de “15 millones de dólares”, que no pasaron por la economía uruguaya. Pero ¿quiénes son los perjudicados y cuál es su real aporte a la economía nacional? Pues los grandes importadores, que en un pasamanos se llevan la parte del león y a la economía nacional aportan poco y nada, porque ni siquiera dan empleo; son una oficina con una computadora y un gran depósito y nada más.
Por otra parte, cuando se dispuso la franquicia originalmente se podían hacer 5 compras de hasta 200 dólares en el año, que más adelante se redujeron a 3. Pero además debe tenerse en cuenta cuánto se podía comprar en el exterior con 200 dólares hace 15 años y cuánto actualmente, porque más allá del “fenómeno Temu” puntual, la realidad es que la plata vale mucho menos hoy que cuando se implementó el sistema. O sea que por ese lado, resultaría de plena justicia y además beneficioso aumentar la franquicia a 500 dólares, que no sería más que mantener el espíritu original de la iniciativa. Pero por supuesto que un cambio como el propuesto en el proyecto motivará durante la discusión una ronda de consulta con actores vinculados y eventualmente afectados por el cambio normativo proyectado, así como la incorporación al debate de todos estos datos. Y está bueno que se dé el debate, porque antes de asumir este gobierno las autoridades que hoy rigen el Ministerio de Economía reconocieron que uno de los grandes responsables de que Uruguay sea un país caro es el sistema de importaciones. Ahora es el momento para ver hasta dónde están dispuestos a pisar los cayos que sean necesarios para que el uruguayo medio pueda tener acceso a objetos importados sin pagar un precio exorbitante por ellos, para beneficio de unos pocos.
