El pasado sábado falleció Carlos Efraín Fernández, a los 89 años, más conocido como Charo Fernández.
Hablar de Charo es hablar de un hijo muy querido en su pueblo, en su comunidad, en su Piedra Sola. Un ser humano servicial, siempre dispuesto a dar una mano a quien lo necesitara. En su juventud se lo recuerda como el lechero del pueblo. El fútbol fue su pasión. Su equipo, el Piedra Sola F.C., fue firme animador de campeonatos regionales. El Club Huracán de Tambores lo tuvo como arquero y referente, en San Gregorio de Polanco se lo recuerda como firme animador de los campeonatos de fútbol.
Su casa en Piedra Sola fue punto de encuentro y referencia de la comunidad y de todos aquellos que pasaban o llegaban a su pueblo. El Partido Nacional lo contó como un hombre de principios y solidario.
Será recordado por sus valores de familia, de hombre de bien, íntegro, siempre preocupados por los demás. Con Charo Fernández se va parte de la más rica historia de su querida Piedra Sola.
Eduardo Telesca Lima
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