Tierra de los bravos, en Amazon Prime Video y YouTube

Los que hemos disfurtado durante gran parte de nuestra vida de un género como el western sabemos muy bien que hay nombres de directores y actores que dieron lo mejor de sí para este tipo de filmes.
Los más veteranos recordarán a John Wayne, Gary Cooper o Henry Fonda y los un poco más jóvenes a Clint Eastwood, Kurt Russell o Kevin Costner. Y tendrán toda la razón del mundo al decir que, después del trabajo de esa gente, el western no volvió a ser lo mismo. Que salvo por el actual empecinamiento de Costner de seguir haciendo películas de cowboys no hay nadie más que logre llegar al nivel clase A que durante décadas fue el reinado del western.
Todo muy cierto. Pero no por eso hay que despreciar otros esfuerzos. Por ejemplo el del director Justin Lee, que ya va filmando cinco de esas películas, entre otras de acción que probablemente haga para no perder su trabajo, mientras piensa en su siguiente western. Algo parecido a lo de Kevin Costner, pero en el terreno del cine independiente.
Eso puede hablar de este tal Lee como persona pero no como director. Es decir, puede tener muy buenas intenciones y nada más. Bueno, sin llegar como decía a un nivel mayor como el de los otros nombres citados, hay que reconocer que el tipo tiene lo suyo.

La película en cuestión de esta nota es Tierra de los bravos, que tiene como protagonista a un “detective” –así se presenta–, de la Agencia Pinkerton, que se dedica a encontrar a criminales de la guerra de secesión y decirles que debe arrestarlos para ser llevados a juicio. Decir eso en aquellos tiempos era lo mismo que decir que se los iba a ahorcar, por lo que casi todos se resisten. Entonces aquí viene la gran habilidad del “detective”, o sea, el ser más rápido que Lucky Luke para disparar.
Y así sigue todo hasta que da con un viejo rancho en el que vive, o más bien sobrevive, un viejo coronel que también tiene un pasado muy sangriento a sus espaldas. Pero lo que también tiene es una nieta, muy buena, muy linda que… bueno, ya se imaginan. Esa parada en el camino será entonces la película en sí, ya que el de la Pinkerton se dedicará más a solucionar los problemas de esas personas que a cumplir con su deber. Es cierto, lo hemos visto miles de veces, sin embargo, Lee tiene el suficiente oficio y el cariño por demás hacia el género para que su película, si bien no es un placer, es al menos muy entretenida, cosa que no es poco decir.

Un punto alto aquí es que este director ha sabido elegir muy bien los elencos con los que trabajar, tanto aquí como en otras de sus películas, ya que repite a sus intérpretes en varios de sus filmes.
Kevin Makely no es un actor de renombre, y tampoco es Eastwood o Costner, pero tiene la suficiente presencia e intensidad para que uno lo acepte como el héroe. Mira Sorvino es la nieta en cuestión y todos los que la hayan visto saben que le sobra tanto talento como belleza para entender perfectamente la decisión de ayudarla del protagonista. Como los villanos de turno están gente como James Russo o Jeff Fahey, que dan asco con solo verlos, por lo que están muy bien también en sus papeles.
Aunque lo mejor para los que venimos transitando el western hace tiempo, es la presencia de Bruce Dern como el viejo coronel de oscuro pasado. Ya Tarantino lo había rescatado en Los odiosos ocho y ahora Lee le da un papel aún mejor donde el veterano actor, prácticamente imposibilitado de caminar, da otra clase de oficio y convicción que solo se logra luego de haber sido durante tanto tiempo una presencia muy particular del mundillo del cine del lejano oeste.

PD: Los problemas de espalda de Bruce Dern que ahora hacen que le cueste mucho caminar, comenzaron en la filmación de la película Los cowboys, en la que John Wayne lo arrojaba contra un árbol en una pelea. La escena se repitió varias veces y el resultado fueron las primeras lesiones en la espalda de Dern. “Pero John Wayne me dijo que yo había estado muy bien en esa escena, y eso valió para mí más que todos los dolores que he tenido después”, supo decir el propio Dern.

Fabio Penas Díaz

Be the first to comment

Leave a Reply

Tu dirección de correo no será publicada.


*