Baile en zona Este: peleas, escapes libres, golpizas y corridas preocupan a vecinos
Un nuevo episodio de violencia y descontrol se registró en la madrugada de ayer en las inmediaciones de un conocido local bailable de la zona Este, donde los vecinos aseguran que cada fin de semana deben soportar peleas, corridas, gritos y la presencia de grupos que se congregan en la vía pública sin control alguno.
Consultados por EL TELEGRAFO, residentes expresaron su malestar por la situación, que –según afirman– no proviene del funcionamiento del local en sí, sino de quienes permanecen fuera. “El problema no es el baile, ni la gente que entra al baile. El problema es quienes se juntan afuera, que agarraron la moda de ir a sentarse al cantero o en la misma cuadra y hacen su fiesta y juntadera ahí”, señaló un vecino.
El episodio más reciente ocurrió cerca de las 4.30 de la madrugada del domingo, en la esquina de Wilson Ferreira Aldunate y Ciudad de Young, cuando un joven quedó inconsciente tras recibir una golpiza. “Lo patotearon de una manera impresionante, le dieron hasta con un casco en la cabeza. Patadas no vi, pero el muchacho quedó desmayado por varios minutos”, relató otro vecino. Pocos minutos después, otra trifulca se desató en la esquina del propio local.
La preocupación de la comunidad radica en que la violencia ha escalado con el paso del tiempo. “Esto lamentablemente ya es tierra de nadie, estamos cansados porque en cualquier momento vamos a lamentar una persona fallecida en manos de estos patoteros”, enfatizaron.

Los testimonios coinciden en que, mientras el interior del local se mantiene bajo control, las calles aledañas se convierten en escenario de excesos. “El baile no tiene la culpa porque no son la gente de adentro, sino la gente que se pone en la vereda, en las calles. Ocupan los cuatro sectores de la avenida. Se juntan a gritar, a putear, andan con palos. Hemos visto gente con cuchillos, un grupo de la zona del puerto que aparece con machete y cortes carcelarios”, indicaron.
La violencia no distingue género, según recordaron los vecinos, quienes señalaron que el año pasado “hubo una chica con una fractura expuesta en un brazo por una pelea entre mujeres”.
De acuerdo con lo narrado, cada fin de semana se congregan más de 300 personas en los alrededores, consumiendo alcohol y drogas, corriendo picadas y realizando maniobras peligrosas en motocicletas. “Corren picadas, hacen willy, discuten, pelean y un día esto va a terminar en una tragedia. Necesitamos que se tomen cartas en el asunto de una vez”, advirtieron.
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