Recuperado del pico de presión que tuvo el edil Jorge Dighiero, tras una incómoda situación con el también curul Marcelo Tortorella, que –según los compañeros de comisión– incluyó gritos y una agresión física, seguida de una denuncia policial, Dighiero manifestó a EL TELEGRAFO que esto se debe a “una línea de acción de un partido”.
Tal como se informara, el hecho ocurrió en la noche del 3 de abril durante una reunión de comisión en la que se discutía la aprobación del presupuesto de la Junta Departamental. “Estaba esperando que algo de eso ocurriera porque no es un hecho aislado. Aunque hubiera querido responder, ahí yo no hubiera podido. Porque ni siquiera me podía parar de lo apretado que estábamos once personas en ese saloncito. Pero aunque hubiera podido, no me hubiera defendido porque yo creo que en estas instancias se necesita que haya uno que no entre al chiquero. Esto lo aprendí hace muchísimos años con un capataz de Tambores, municipal a quien un intendente lo desafió a pelear y le dijo ‘sacate los lentes’. Él (el capataz) le respondió: ‘no, intendente, porque primero nos conocemos hace muchos años y, segundo, si vos, intendente, me pegás, yo quedo como un bobo y si yo te pego a vos, me echás’”, expresó Dighiero.
“Lo importante de este asunto no fue ese incidente que me involucró, sino que está en una línea de acción de un partido, aunque reconozco que gente con esos mismos procederes hay en todos los partidos políticos porque es parte de nuestra cultura política nacional. Pero lo grave es que hay un partido que lo ha instaurado como estrategia. En el período anterior, en ese partido, un compañero agredió física y verbalmente a una compañera de su mismo partido. En este período tuvimos que hacer dos denuncias: una para retirar a un edil de sala y otra porque un edil de más de cien kilos de peso pecheó a la coordinadora de bancada del Frente Amplio, que no debe pesar más de cincuenta kilos. Y si no se interpone alguien, capaz que la acostaba de un pechazo”, indicó.
COMPORTAMIENTO
DE BARRA BRAVA
“Hay dos fotos –de sesiones de la Junta– en las que se ve el comportamiento de barra brava que adopta todo el partido. Barra brava que después algunos, los más comportados, la dejan ahí y otros salen haciendo otras cosas: pechando gente, propasándose con compañeras o lo ocurrido el otro día. Eso es lo que grave porque resulta que en este país no dejan entrar violentos a las canchas de fútbol y no sabemos qué hacer con los políticos violentos y sobre esto hay que tomar medidas”, dijo el edil.
“Voy a hacer un planteo en la Junta que no va dirigido a nadie, que no es para penalizar a nadie, pero es para proponer los instrumentos para evitar que este tipo de cosas se repitan. Porque a la altura de la vida que estoy, a mí no me va a hacer nada esto, pero afecta a mucha gente, incluso tres o cuatro compañeros le plantearon a una compañera que así no valía la pena seguir. Lo dramático es que esto forma parte de una forma de acción política que no es tolerante bajo ningún concepto”, manifestó.
