Hay solo $60 de diferencia entre un taller completo y uno parcial; reclaman equidad

La diferencia entre los talleristas y las aseguradoras por el precio que pagan la hora de trabajo motivó que desde el martes los trabajos tengan dos facturas: una la que paga la aseguradora y otra que le cobran al cliente por la diferencia entre lo que pagan las compañías y lo que el taller entiende que vale su trabajo.
Si bien está la posibilidad que el cliente reclame a la aseguradora esa diferencia, en los hechos el dueño del auto chocado es un rehén de las dos partes. No obstante, hay una diferencia a considerar, según dijo a EL TELEGRAFO el tallerista Alfredo Runde: las compañías aseguradoras deberían pagar a cada taller según sus costos reales y no lo mismo a todas, aunque sus servicios sean claramente diferenciales en calidad.
-“Estamos alineados con los colegas de Montevideo y, por intermedio de WhatsApp, estamos muy comunicados porque si un tallerista rechaza un trabajo de una aseguradora, nos pasamos foto y matrícula, y ninguno de los 180 talleres que estamos alineados lo toma”, contó Runde, y dijo que esa medida ya se aplicó en un auto que fue chocado de atrás en Colonia, pero no lo aceptaron porque consideraron que el pago era poco para el costo de la reparación. Runde dijo que si eso sucediera en Paysandú, pasaría lo mismo con al menos cuatro de los talleres de mecánica, chapa y pintura que trabajan con las aseguradoras. “Estamos muy unidos, un logro que se consiguió frente a la situación, porque la necesidad hace milagros.” Se trata de los talleres más completos, tres de los cuales tienen cabina de pintura y horno, “después son talleres que pintan en espacios cerrados, en patios o hasta en la calle, no tienen todo el equipamiento que ofrecemos nosotros”.
EL DETALLE DE LOS COSTOS
Consultado sobre qué ofrecen esos talleres mejor montados, dijo que responden a la garantía que les piden. “Por ejemplo, todos los coches que entran al taller están asegurados hasta por inclemencias del tiempo, es importante para el cliente y es un seguro que pagamos aparte”. Sobre si ese tipo de gastos son los que justifican la suma que piden de hasta 1.150 pesos la hora de trabajo, y que servicios son los que representan esos costos, el tallerista detalló que “el costo se compone de todos los gastos que tenemos, en primer lugar porque estamos reglamentados con los laudos de sueldos, BPS, DGI”. Un oficial tallerista “está ganando entre 40.000 y 50.000 pesos, y hay un capataz y un pintor de primera que están ganando eso, y luego baja según las categorías. Un taller con cinco empleados paga más de 200.000 pesos de sueldos y BPS”, ejemplificó.
Además, Runde dijo que debe contarse el costo de la tecnología y las herramientas específicas en los talleres, como “todas las herramientas necesarias, la bancada, soldadora de punto, mix, saca-abollones, máquina de hacer colores, equipos para cargar aire acondicionado, equipos para diagnóstico de las partes electrónicas, los escáneres, máquinas de alineación. Eso para con los talleres completos, después con los que solo hacen chapa y pintura, el costo es muchísimo menor”.
SOLO 60 PESOS DE DIFERENCIA
Sin embargo, actualmente los talleristas no tienen un costo diferencial cuando se trata de un taller completo o parcial, y teníamos ese precio diferencial. “Pero, por ejemplo, el Banco de Seguros tomó 10 talleres de Paysandú a los que pagaba 500 pesos la hora, los llevó a $700, le hizo un aumento excelente, pero esos talleres no tienen la infraestructura que tenemos nosotros, y a ellos les dan esos números, y por ahí no tienen todo tan armado como nosotros o trabajan con pintores ambulantes”, sin un costo fijo de personal.
Agregó que “a nosotros, que por años fuimos los talleres de respaldo, que tenemos que dar carta de garantía escrita al cliente por un año, nos aumentaron 60 pesos, y ahora la tarifa es de $760; y eso lo paga el Banco de Seguros, las compañías privadas están un poco más lejos. Y en estos últimos tres años el aumento de las aseguradoras no llegó ni al valor del IPC. Pero antes, de alguna forma, se llegaba a un acuerdo con los tasadores aunque no era lo correcto”.
“DESDE 2013 VENIMOS
PARA ATRÁS”
Si bien antes no negociaban las tarifas de las aseguradoras, “ahora con esta normativa habrá que negociar”; antes “nosotros le pasábamos el presupuesto por ejemplo al Banco de Seguros y los aceptaba, como también las compañías privadas, y si había alguna diferencia, se limaba, pero desde 2013 venimos para atrás”.
Dijo que a los talleres más completos y con mayor estructura no les sirven los precios de las aseguradoras, pero que podría negociarse un pago diferencial que comprenda los costos reales de cada taller. “Para la asamblea, todos tuvimos que evaluar los costos de cada taller y lo que pretendíamos. De ahí el Centro de Talleres de Montevideo sacó un promedio, bajó los mas altos y subió los más bajos, y de ahí salió el precio entre 900 y 1.150 pesos la hora, que es lo que circuló”.
No obstante, reconoció que “ese es un promedio, pero cada taller tiene diferentes costos, están los que trabajan en familia y no todos deberían cobrar lo mismo si no tienen la infraestructura ni la garantía de trabajo”. Entiende que “lo correcto, justo y equitativo sería que las aseguradoras pagaran según el trabajo, porque a los talleres de bajo perfil les están pagando lo mismo que a los de alto perfil, porque $60 de diferencia no es justo, ese es el gran problema”.
LA OPCIÓN DE BAJAR LA CALIDAD
Dijo que, de acuerdo con estos valores, “los talleres grandes bajamos la calidad del trabajo, eliminamos un montón de maquinaria, achicamos personal. Pero esa no es la solución porque ya no podemos dar la garantía que requiere el cliente. Porque ahora el banco tomó diez talleres de respaldo, pero son de segunda categoría, y los propios corredores nos han dicho que a sus clientes con coches de alta gama no los pueden mandar a un taller que no le dan las garantías que corresponde, y eso para los clientes es algo embromado. Porque si un cliente de las aseguradoras paga 40.000 pesos por año, quiere un tipo de respuesta, y el que tiene un auto económico y paga dos mil pesos por año, se conforma con un tallercito que lo pinte al aire libre. Y el coche nuevo tiene por cinco años derecho a repuestos originales; los autos viejos, no”.

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