“Nos gusta estar”, dijo el senador Luis Lacalle Pou

“Venimos a enterarnos de primera mano qué es lo que se está haciendo, qué es lo que está pasando” en las ciudades que sufren la inundación del río Uruguay, dijo el senador Luis Lacalle Pou. En la víspera visitó las ciudades de Bella Unión, Salto y Paysandú, acompañado por los senadores Luis Alberto Heber, Javier García y Carol Aviaga y el diputado Alvaro Delgado. También mantuvo una reunión con el Comité Departamental de Emergencias.
“Nos gusta venir en momentos en que sentimos la necesidad de la gente. Es cierto, nuestra presencia no cambia mucho, pero nos gusta estar”, agregó. “Tratamos de aproximarnos al tema con mucho respeto y delicadeza. Hay gente sufriendo y padeciendo. Nos queremos enterar de primera mano. Hay que ser delicados con estos temas”, subrayó luego.
Expresó Lacalle Pou que “se palpa la tristeza de mucha gente que tiene que salir con sus cosas al hombro y cuando vuelve está todo destruido o directamente no está, que es otra cosa que está pasando”. Sostuvo que “se ven realidades diferentes en las tres ciudades”, apreciando “situaciones de pescadores artesanales que deben vivir cerca del río, con sus artes de pesca; de ladrilleros, de gente que vive en zona inundable porque no tiene otro lugar donde hacerlo”.
“El cambio climático llegó para quedarse y estas son las consecuencias”, aseguró. “En países del Primer Mundo hay obras de infraestructura que solucionan de manera permanente estas situaciones. En nuestro caso hay que evaluar el tema dinero, de los daños económicos y de ese daño que no puede cuantificarse que es el que viven las familias afectadas”.
Dijo también que “sé que Jorge (Larrañaga) estuvo en Paysandú y habló” de la necesidad de utilizar fondos de Salto Grande para solventar la recuperación de zonas inundadas. “Puedo coincidir con él que muchas veces los recursos generados en una zona del país no se vierten en la misma. Es la descentralización por la cual luchamos”.
Finalmente sostuvo que “en zonas urbanas debe existir una planificación más masiva de construcción de viviendas para gente de menores recursos. La vivienda social no significó un apoyo para esa gente que es la que menos puede ahorrar para acceder luego a la vivienda. Falta una política de vivienda que obviamente obedece a la falta de voluntad política. Por algo hay más de 140.000 personas viviendo en asentamientos irregulares. Pero hay también familias que viven en esos lugares donde no se puede edificar, que son inundables y que están acostumbradas a desplazarse en cada creciente y volver cada vez que baja el agua”.