Facundo Scotti Cerrudo, de 21 años, fue finalmente procesado por la Justicia al haberse comprobado su responsabilidad en el homicidio de su abuela y bisabuela, respectivamente. También lo fue Jason Brian Techeira Caminada, de 22 años, el que tuvo igual rol en el crimen que conmovió a Paysandú y recibió a cambio del “trabajo” la suma de 6.000 pesos, de los casi 40.000 que finalmente lograron hurtar de la finca.
En tanto, se le inició un proceso infraccional a una joven de 17 años por un delito de receptación, imputable en los términos del Código de la Niñez y la Adolescencia, imponiéndole arresto domiciliario por 120 días; ya que gastó dinero mal habido –la paga que recibió Techeira– en su provecho.
A ambos sujetos el juez penal de Segundo Turno, Fabricio Cidade, les impuso “un delito continuado de homicidio especialmente agravado por la premeditación y muy especialmente agravado por haberse cometido para consumar otro delito en régimen de reiteración real”. En el caso de Scotti, se le sumó el agravante del parentesco con las víctimas y, además, “un delito continuado de facilitación de sustancias estupefacientes agravado”.
Tal como informara EL TELEGRAFO, el crimen fue descubierto por la Policía al mediodía del sábado luego de que una señora se presentara junto a su hija de 16 años en la Unidad de Investigaciones a denunciar el hecho. La joven, según confió el jefe de policía en conferencia de prensa, fue invitada por Scotti a ver lo que había hecho con su abuela, Marta Ofelia Martínez Chéchile (71), y su bisabuela, Ofelia Chéchile Pereira Nuñez (91). La menor “vio algo y se asustó”.
“Al otro día le dijo a su madre, también porque la madre la notó rara. Le contó lo que había pasado y se presentaron en Investigaciones a denunciar”, dijo el jerarca. (Más información en edición impresa.)
