Editorial de El Telégrafo sobre los temas que más importan en el mundo, Uruguay y Paysandú en particular.
Salud mental y trabajo
Cada año el 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, a convocatoria de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que en 2024 en particular decidió hacer un llamado a priorizar la salud mental en el lugar de trabajo.
Decía la organización respecto a la consigna estipulada para este año que se decidió subrayar “el vínculo esencial que existe entre la salud mental y el ámbito laboral”. Los lugares de trabajo seguros y saludables, asegura, ayudan a proteger la salud mental, mientras que las condiciones poco saludables, la estigmatización, la discriminación y la exposición a riesgos como el acoso y otras condiciones de trabajo deficientes, son riesgos importantes que afectan a la salud mental y la calidad de vida en general y, en consecuencia, a la participación y la productividad en el trabajo. De esta forma, “si se tiene en cuenta que el 60% de la población mundial trabaja, resulta urgente tomar medidas para que el trabajo prevenga los riesgos para la salud mental y la proteja y fomente”. Agrega el mensaje de la OMS con motivo de este día que “los gobiernos, los empleadores, las organizaciones que representan a los trabajadores y empleadores, y otras partes interesadas responsables de la salud y la seguridad de los trabajadores, deben colaborar para ayudar a mejorar la salud mental en el trabajo, aplicando medidas en las que se tenga en cuenta la opinión de los propios trabajadores, sus representantes y personas con experiencia directa con problemas de salud mental”. De esta forma, prosigue, “al invertir esfuerzos y recursos en enfoques e intervenciones basados en la evidencia, se vela por que todos los trabajadores tengan la oportunidad de desarrollarse en el trabajo y en la vida” y cierra con un llamado a “actuar hoy para que el mundo de mañana sea más saludable”.
Nuestro país adhirió, como es tradicional, a la convocatoria de alcance global, y también el Ministerio de Salud Pública (MSP) emitió un mensaje relacionado con esta fecha, reconociendo la importancia de la salud mental como parte integral de la salud y manifestando su compromiso “con un modelo de atención comunitaria, tal como establece la Ley de Salud Mental (N°19.529)”. Cita a continuación que en el marco de lo previsto en el Artículo 11º de la referida Ley, se desarrolla en el país desde el año 2020 una Campaña Interinstitucional bajo la consigna ‘La Salud Mental solo se construye en comunidad’, la que se lleva a cabo en conjunto con la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH) y el Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), con la que se busca “promover el diálogo y la reflexión, informar y sensibilizar sobre salud mental desde una perspectiva de derechos humanos, ubicando a las personas en el centro”. Claramente estamos ante un enfoque diferente al propuesto a nivel internacional para el abordaje de la fecha, aunque claramente es válido que cada país adhiera haciendo énfasis en sus preocupaciones particulares. Y en nuestro país no es posible discutir que en materia de salud mental la prevención de los suicidios es un tema prioritario, en la medida que encabezamos esta estadística a nivel continental y a nivel mundial estamos en el grupo de los países más complicados.
Podemos ver los énfasis del trabajo en salud mental en Uruguay haciendo un repaso por la enumeración que la misma cartera incluyó en su mensaje sobre las principales acciones realizadas este año. Al respecto destaca la “Ampliación de la atención a todas las personas de hasta 30 años inclusive en el SNIS”; la Reducción de barreras económicas para el acceso a tratamiento para personas que han tenido intentos de autoeliminación; “se eliminó el costo de medicamentos esenciales en el tratamiento de depresión y ansiedad, y se estableció una tasa moderadora topeada para otros; se elaboró una Guía de recomendaciones para asistencia de personas con ansiedad y depresión; se publicó una “Guía clínica para el abordaje de la conducta suicida” con el objetivo de uniformizar y mejorar la atención en todo el país; se implementó “un monitoreo constante para asegurar que los prestadores del SNIS cumplan con el Protocolo de atención y seguimiento de personas con intentos de autoeliminación. Asimismo se establecieron nuevas metas asistenciales para 2024-2025, en las que se incorporó un indicador que establece medidas de seguimiento inmediato para afiliados que hayan tenido un intento de autoeliminación”. Y la lista prosigue, pero posiblemente este repaso alcance para tomar una idea del enfoque con el que ha trabajado el Ministerio de Salud Pública en este tema. Si la pregunta que se está haciendo, amigo lector, es si alcanza, la respuesta es que no, por supuesto, que siempre habrá mucho más por hacer.
Ahora bien, de ninguna manera implica esta decisión del Ministerio de Salud Pública de orientar sus acciones en materia de salud mental a la prevención del suicidio, que no haya otro tipo de problemas, por ejemplo en la pérdida de jornales relacionada con la salud mental, y ojo que esto ocurre tanto en el sector público como en el privado.
Aunque no es mucha la información disponible, podemos dimensionar la escala del problema de las licencias médicas en el sector público viendo el informe que la Oficina Nacional del Servicio Civil, presenta cada año, que indica que “el total de funcionarios que al menos estuvo certificado una vez.
durante el año 2023 representó el 41,81% de los vínculos laborales de esos organismos”, y esta cifra –que es elevada– representó “un 14,08% menos que en 2022, cuando este indicador se ubicó en 55,89%”. El promedio de certificación fue de 31,78 días por cada funcionario en dicha condición. En todo caso este informe de la ONSC no discrimina por el origen, o la causa de la licencia médica.
En el ámbito privado la información disponible, a raíz de un pedido por la Ley de Acceso a la Información Pública (N.º 18.381) realizada por La Diaria, al BPS, sitúa a los trastornos mentales en el tercer lugar, con 48.667 casos en el primer semestre, solo por detrás de las enfermedades del Sistema Osteomuscular y del tejido conjuntivo (66.221) y los Traumatismos (57.786) y algo por delante del Covid y otras patologías respiratorias (39.187) y de las Enfermedades del aparato respiratorio (16.517).
Hay mucho por hacer en este tema y no solamente depende de medidas gubernamentales. De allí lo oportuno de que el llamado realizado por la OMS se haya dirigido a “los gobiernos, los empleadores, las organizaciones que representan a los trabajadores y empleadores, y otras partes interesadas responsables de la salud y la seguridad de los trabajadores”, a colaborar para ayudar a mejorar la salud mental en el trabajo. → Leer más