Ciencia y Tecnología

Kakarratul: Un animal sumamente raro fue fotografiado en Australia

Un avistamiento en el norte de Australia permitió que los locales pudieran fotografiar al kakarratul, uno de los animales más raros.
El topo marsupial, también conocido como kakarratul, es un animal que, si bien no acaba de ser descubierto, resulta toda una proeza fotografiarlo. La razón para ello es que estos seres son muy escurridizos y difíciles de encontrar. En parte, por eso, el furor que ocasionaron las recientes fotografías de la especie viene acompañado del escepticismo. Pero las imágenes sí son de este animal que pocas veces ha sido documentado.
Los kakarratul son mamíferos excavadores, ciegos y peludos. Su pelo es sedoso y dorado. No tienen ojos, pero cuentan con grandes y fuertes garras que les permiten sumergirse rápidamente bajo la arena de los desiertos del norte de Australia.
Las fotografías que se obtuvieron fueron producto de las jornadas de inspección que hacen los guardabosques Kanyirninpa Jukurrpa Martu en sus tierras.
Este mismo grupo ha corrido con suerte en los últimos meses, pues apenas hace medio año se dio otro avistamiento. Todo esto, asegura el director ejecutivo, Zan King, está llenando de orgullo a los locales, que saben perfectamente lo especial que es hallar a estos animales.
“Todos están deseando volver a casa para contárselo a sus familias y enseñar las fotos a los niños pequeños, porque tenemos muchos guardabosques junior que están deseando ser guardabosques cuando sean mayores”.
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El origen de la rivalidad entre Israel e Irán

Israel e Irán llevan años enzarzados en una rivalidad sangrienta cuya intensidad fluctúa en función del momento geopolítico. Su pulso se ha convertido en una de las principales fuentes de inestabilidad en Medio Oriente. Para Teherán, Israel no tiene derecho a existir. Sus gobernantes lo consideran el “pequeño Satán”, aliado en Medio Oriente de Estados Unidos, al que llaman el “gran Satán”, y quieren que ambos desaparezcan de la región. Israel acusa a Irán de financiar a grupos “terroristas” y de perpetrar ataques contra sus intereses movido por el antisemitismo de los ayatolás.
La rivalidad entre los “archienemigos” ha dejado una enorme cantidad de muertos, a menudo resultado de acciones encubiertas en las que ninguno de los gobiernos admite su responsabilidad. La guerra en Gaza no ha hecho sino empeorar las cosas.

El comienzo del odio

En realidad, las relaciones entre Israel e Irán fueron bastante cordiales hasta que en 1979 la llamada Revolución Islámica de los ayatolás conquistó el poder en Teherán.
De hecho, aunque se opuso al plan para la partición de Palestina que desembocó en la creación del Estado de Israel en 1948, Irán fue el segundo país islámico en reconocerlo, solo después de Egipto.
Entonces Irán era una monarquía en la que reinaban los shas de la dinastía Pahlaví y uno de los principales aliados de Estados Unidos en Medio Oriente. Por ello, el fundador de Israel y su primer jefe de gobierno, David Ben-Gurion, buscó y consiguió la amistad iraní como forma de contrarrestar el rechazo al nuevo Estado judío de sus vecinos árabes.
Pero en 1979 la Revolución de Ruhollah Jomeini derrocó al sha e impuso una república islámica que se presentaba como la defensora de los oprimidos y tenía en el rechazo al “imperialismo” de Estados Unidos y a su aliado Israel una de sus principales señas de identidad.
El nuevo régimen de los ayatolás rompió las relaciones con Israel, dejó de reconocer la validez del pasaporte de sus ciudadanos y se apoderó de la embajada israelí en Teherán para cedérsela a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), que entonces lideraba la lucha por un Estado palestino contra el gobierno israelí.

Alí Vaez, director del Programa para Irán del International Crisis Group, un centro de análisis, le dijo a BBC Mundo que “la animadversión hacia Israel fue un pilar del nuevo régimen iraní debido a que muchos de sus líderes se habían entrenado y participado en acciones de guerrilla con los palestinos en lugares como Líbano y tenían una gran simpatía por ellos”.
Pero además, cree Vaez, “el nuevo Irán quería proyectarse como una potencia panislámica y enarboló la causa palestina frente a Israel que los países musulmanes árabes habían abandonado”.
Vaez explica que “en Israel la hostilidad hacia Irán no empezó hasta más tarde, en la década de 1990, porque antes se percibía como una mayor amenaza regional al Irak de Sadam Hussein”.
Pero con el tiempo, Israel comenzó a ver en Irán uno de los principales peligros para su existencia y la rivalidad entre ambos pasó de las palabras a los hechos.

Una “guerra en la sombra”

Vaez señala que, enfrentada también a Arabia Saudita, la otra gran potencia regional, y consciente de que Irán es persa y chiita en un mundo islámico mayoritariamente sunita y árabe, “el régimen iraní se dio cuenta de su aislamiento y empezó a desarrollar una estrategia encaminada a prevenir que sus enemigos pudieran algún día atacarle en su propio territorio”.
Así, proliferó una red de organizaciones alineadas con Teherán que llevaban a cabo acciones armadas favorables a sus intereses. La libanesa Hezbolá, catalogada como terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, es la más destacada. Hoy, el llamado “eje de la resistencia” iraní se extiende por Líbano, Siria, Irak y Yemen. Israel no se quedó de brazos cruzados y ha intercambiado con Irán y sus aliados ataques y otras acciones hostiles, muchas veces en terceros países en los que financia y apoya a los grupos armados que combaten a los proiraníes.

El pulso entre Irán e Israel ha sido descrito como una “guerra en la sombra” porque ambos países se han atacado mutuamente sin que en muchos casos ninguno de los dos gobiernos admitiera oficialmente su participación. En 1992 el grupo Yihad Islámica, afín a Irán, voló la embajada israelí en Buenos Aires, causando 29 muertos. Poco antes, había sido asesinado el líder de Hezbolá, Abbas al-Musawi, un atentado ampliamente atribuido a los servicios de inteligencia de Israel.
Para Israel, siempre ha sido una obsesión truncar el programa nuclear iraní y evitar que llegue el día en que los ayatolás dispongan de armas atómicas.
En Israel no creen los mensajes de Irán de que su programa persigue únicamente fines civiles y se acepta ampliamente que fueron sus servicios los que, en colaboración con Estados Unidos, desarrollaron el virus informático Stuxnet, que causó graves daños en las instalaciones nucleares iraníes en la primera década de los 2000. Teherán también ha denunciado a la inteligencia israelí como responsable de los atentados contra algunos de los principales científicos a cargo de su programa nuclear. → Leer más

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Antes del reino de los dinosaurios, otra especie dominaba el mundo

Una especie recién descubierta fue parte del grupo de animales que dominó el mundo hace 200 millones de años. Era prácticamente invencible.
Nos referimos a una especie de los etosaurios, un clado de reptiles que vivió a finales del periodo Triásico.

Primero, empecemos por decir que este grupo de animales prehistóricos está emparentado con los cocodrilos de hoy. Dentro todas las especie que lo conformaron, hubo diversidad de tamaños. Sin embargo, hace 200 millones de años, los etosaurios llegaron a su final.

Los científicos han estudiado a estos intrigantes seres por mucho tiempo y, ahora, nueva información llega a la reconstrucción del pasado. Como tal, esta viene de un estudio sobre la armadura de un etosaurio que fue encontrado en Texas.

Para fortuna de los investigadores, que pertenecen a la Universidad de Texas, la pieza conserva intactas la mayoría de sus partes principales. Gracias a eso, se han revelado nuevos detalles. El artículo que reporta los hallazgos de este trabajo fue publicado en The Anatomical Record.

En concreto, los autores de la investigación vieron que estaban frente a una nueva especie de etosaurio que nunca había sido documentada. Fue bautizada, para la comunidad científica, como “Garzapelta muelleri”.

Aunque se han encontrado etosaurios en casi todos los continentes, el de reciente aparición tenía de uno de los sistemas de defensa más fuertes que se hayan visto. Sus placas óseas estaban incrustadas directamente en la piel y los costados del animal estaban flanqueados por púas curvadas que habrían ofrecido otra capa de protección frente a los depredadores.

Aún se sigue estudiando la evolución de estos organismos antiguos que proliferaron mucho antes de los dinosaurios, marcando territorio y siendo invencibles frente a cualquier rival. → Leer más