Mono carayá incautado en Tambores Paysandu
Ciencia y Tecnología

Incautaron dos monos carayá en Tambores

Dos ejemplares de mono carayá, fueron incautados en un circo que se había instalado en Tambores.
A través de una denuncia recibida por Dinabise (Dirección nacional de servicios ecosistémicos), y con la colaboración de la Comisaría 10a de la Jefatura de Paysandú, procedieron a retirar los monos del circo por tenencia no autorizada. Con autoridades del INBA (Instituto de Bienestar Animal) se coordinó traslado de los ejemplares al Bioparque de Durazno.
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Un debate por venir

El título del artículo dice “Nueva York demanda a TikTok, Instagram o Facebook por alentar una ‘crisis de salud mental’ entre los jóvenes”. Pero por si acaso se pudiera interpretar que detrás de esto hay un tema personal entre el gobernador de la ciudad de Nueva York contra Mark Zuckerberg y contra quien sea que fuere el dueño de TikTok, amplía en una segunda línea que esta denuncia “se suma a la demanda colectiva que 41 estados presentaron en octubre con un planteamiento similar”. Y si allí donde se inventaron estos artificios gobernados por algoritmos están así de preocupados, acá no deberíamos estarlo menos.
En concreto, el Gobierno de la Ciudad de Nueva York (Estados Unidos) presentó el miércoles 14 de febrero una denuncia formal contra las empresas propietarias de las grandes plataformas de redes sociales TikTok, Instagram, Facebook, Snapchat y YouTube al considerar que están alentando “una crisis de salud mental juvenil” en todo el país, publicó el multimedio digital español Newtral, dirigido por la periodista Ana Pastor. Esta demanda fue registrada en forma conjunta por la Alcaldía, el Departamento de Educación y el Departamento de Salud de Nueva York ante el Tribunal Supremo de California. Esto corresponde dado que es en ese Estado —ubicado en el otro extremo de la Unión, sobre el océano Pacífico— donde tienen sede la mayoría de estas empresas tecnológicas. Previamente, el 24 de enero, el Departamento de Salud de la misma ciudad de Nueva York, había emitido un aviso en el que advertía que el uso ilimitado de las redes sociales constituía “un peligro para la salud pública”, y equiparando su peligrosidad al del tabaco o las armas. Nada menos.
En la denuncia se alega que “la conducta intencional y la negligencia” de las empresas propietarias de estas redes sociales han supuesto un “factor sustancial para alimentar una crisis de salud mental” entre niños y adolescentes. Sostiene que estas plataformas utilizan algoritmos y mecanismos en el diseño de sus aplicaciones “similares a los juegos de azar” que “fomentan su uso compulsivo”. Además, acusa a las redes de aprovechar la necesidad de reciprocidad social característica de los adolescentes para “manipularlos y perpetuar su participación online”.
El alcalde de la ciudad, Eric Adams, manifestó que tales acciones “constituyen una molestia pública que afecta a las escuelas, a los hospitales públicos y a las comunidades” del territorio y provoca en Nueva York un gasto de más de 100 millones de dólares al año en programas y servicios de apoyo a la salud mental de la población joven. Nueva York solicita a través de esta demanda que las acciones que llevan a cabo estas empresas en sus redes sociales sean declaradas como “alteración del orden público”, a la vez que pide una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados, según difundió la agencia internacional Associated Press.
En cuanto a la denuncia previa, realizada en el mes de octubre, la suscribió un grupo de 41 estados de Estados Unidos y el Distrito de Columbia y en este caso apuntó directamente a Meta, bajo el mismo argumento de que sus redes sociales Instagram y Facebook son adictivas y dañinas para los niños y buscan obligar a la empresa de Zuckerberg a modificar características de sus redes para proteger a los usuarios más jóvenes, según publicó en ese momento el diario español El Mundo.
El fiscal general de Tennessee, Jonathan Skrmetti, afirmó que Instagram ha dirigido su aplicación a adolescentes y niños, los cuales “son más vulnerables y más susceptibles a este tipo de manipulación”.
Estas denuncias se fundamentan en una investigación realizada en 2021 orientada a determinar las distintas maneras en las que el gigante tecnológico “contribuye a problemas de salud mental entre los jóvenes”. Ese año el Wall Street Journal expuso en un reportaje elaborado con información interna cómo Instagram empeoraba la percepción de los usuarios –sobre todo niñas y adolescentes– sobre sus cuerpos, y señaló que la compañía era consciente de este problema. “(Meta) sabía que existían estos problemas de salud mental y que Instagram los estaba empeorando. Y en lugar de hacer cambios, la empresa buscó cada vez más participación de los niños”, apuntó Skrmetti. Rob Bonta, fiscal general de California, señaló que la investigación conjunta “ha descubierto que Meta ha engañado a sus usuarios y que está poniendo a los niños en peligro”.
“Hay una montaña de pruebas que muestran que si los niños pasan más tiempo en las redes sociales eso tiende a correlacionarse con la depresión, la ansiedad y problemas de imagen corporal”, resaltó. También sugirió que cuando Zuckerberg, director ejecutivo de la compañía, testificó ante el Congreso de Estados Unidos, mintió al decir que Meta no diseñaba sus productos para que sean adictivos.
Por supuesto que las empresas no han demorado en dar a conocer una respuesta a este movimiento y han asegurado que sus plataformas de redes sociales ya cuentan con políticas y medidas para reforzar la seguridad de los usuarios en su plataforma. Meta indicó que la compañía busca que “los adolescentes tengan experiencias en línea seguras y apropiadas para su edad, y tenemos más de 30 herramientas y funciones para ayudarles a ellos y a sus padres”. Del mismo modo, la empresa propietaria de TikTok emitió un comunicado asegurando que la plataforma cuenta con “medidas de seguridad líderes en la industria para apoyar el bienestar de los adolescentes, incluyendo funciones de restricción de edad, controles parentales, un límite de tiempo automático de 60 minutos para los usuarios menores de 18 años, y mucho más”.
A la espera de cómo se resuelvan estos temas legales en Estados Unidos, no es mala cosa que los padres tomen nota que como mínimo hay indicios fundados de que el abuso de las redes sociales puede tener consecuencias adversas y, si está al alcance, tratar de controlar o limitar su uso. Y si se confirma que todo esto es así como se denuncia, estamos ante un problema tan global como el mismo alcance de estas redes. → Leer más