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De Paysandú a la cima de la industria forestal uruguaya

Por Pedro Dutour
Fotos: gentileza

Diego Wollheim tiene 51 años, nació en Paysandú, pero su influencia se extiende por todo Uruguay gracias a su papel como gerente general de Montes del Plata, una de las firmas más determinantes en el país.

Desde su infancia en una familia de comerciantes de Paysandú hasta liderar una compañía multinacional, la historia de Diego Wollheim representa un ejemplo de cómo la dedicación, el aprendizaje continuo y la conexión con las raíces pueden construir una carrera de impacto global.

Nacido el 2 de enero de 1973 dentro de una progenie que se dedicaba al comercio y la mueblería, Wollheim creció en un ambiente que lo preparó para los desafíos del mundo laboral. Trabajar duro y estudiar, dos de los componentes más relevantes sobre los que giraba la vida familiar. Esa ética se convirtió en un motor que lo impulsaría años después a tomar decisiones clave en su carrera hasta llegar a ser gerente general de Montes del Plata.

Cuando era niño, vivía con su familia en calle Libertad entre 18 de Julio y Florida, frente a la panadería La Bomba. Primero asistió al jardín 91 y luego a la escuela 8. Para la época del liceo –acudió al 1–, se habían mudado para 19 de Abril de cara al Teatro Florencio Sánchez, arriba de la mueblería de sus padres. “Así que crecí en una casa que tenía una carpintería en el fondo y, paradójicamente, terminé en el sector forestal”, cuenta Wollheim a QUINTO DIA.

El salto a Montevideo: de Paysandú al mundo

En 1991, dejó Paysandú para estudiar para contador público en la Universidad de la República. “Creo que desde que tengo uso de razón, siempre dije que iba a ser contador público, y mi objetivo era estudiar contador público para poder volver a Paysandú a ayudar a mis padres en el comercio”, relata.

No obstante, el traslado a Montevideo no resultó fácil. “El primer año fue terrible, no quería quedarme por nada del mundo”, asegura. Para mitigar ese impacto, contó con el apoyo incondicional de su familia y de su novia de entonces, hoy su esposa.

Durante los primeros años de carrera, Wollheim dividía su tiempo entre las exigencias académicas y los regresos periódicos a Paysandú, donde mantenía su conexión con su familia y amigos. Su idea inicial era volver al Interior una vez graduado para contribuir al comercio familiar, pero pronto descubrió que su destino estaba en otro camino.

“El objetivo de los dos siempre era el de volvernos a Paysandú. Es así que, en 1998, yo renuncié en Price Waterhouse Coopers (PwC), donde trabajaba, para poder irnos a Paysandú. Trabajé un tiempo para Paylana, y otro para mis padres. Vivíamos en una casa por avenida España. Luego, me surgió otra oportunidad laboral en Montevideo, y ahí sí volvimos porque queríamos, no porque estuviéramos obligados”.

Su ingreso al sector forestal ocurrió en 2001, cuando aceptó un desafío en el Grupo ENCE, la empresa española que más tarde sería clave en la creación de Montes del Plata.
Esto implicó acortar una travesía que realizaba junto a su esposa, integrando el grupo de viaje de ciencias económicas. Se encontraba en Europa, “pasándola espectacularmente bien”. Aún estaba en PwC y le surgió la posibilidad de formarse en San Pablo en una capacitación en la implementación de software de sistemas integrados de gestión. A falta de un mes para finalizar su recorrido europeo, decidió tomarse el avión antes de tiempo. Resultó ser un acierto.

“Y una de las iniciativas en la cual ingresé en el año 2000, después de la aventura de haber vuelto a Paysandú, implicó la participación en un proyecto de implementación de software en una empresa forestal, en ENCE”, detalla. “Entonces, se puede decir que, si yo no me hubiera subido a ese avión anticipadamente para ir a San Pablo a formarme, hubiera sido muy difícil haber llegado al sector forestal”. Su trabajo en esta firma lo transportó a involucrarse en grandes proyectos, como la construcción de la planta de celulosa en Conchillas y la terminal portuaria en el río Uruguay.

Montes del Plata: liderar con visión

En 2009, cuando ENCE dejó sus operaciones forestales en Uruguay, Wollheim formó parte del equipo que facilitó la transición hacia Montes del Plata, una joint venture entre Stora Enso y Arauco. Siete años después, en 2016, asumió como gerente general. Bajo su liderazgo, la empresa no sólo se consolidó como un actor clave en la economía nacional, sino que también impulsó iniciativas de sostenibilidad y responsabilidad social.

“Dirigir Montes del Plata es un privilegio y una responsabilidad. Representamos el 7% de las exportaciones de Uruguay, generamos miles de empleos directos e indirectos y buscamos un impacto positivo en las comunidades donde operamos”, asegura Wollheim.

Uno de los pilares de su gestión ha sido el desarrollo sostenible. Montes del Plata opera con altos estándares ambientales y sociales, lo que incluye certificaciones internacionales como el FSC (Forest Stewardship Council). “La sostenibilidad no es sólo un eslogan, es parte de nuestro ADN. Si no cuidamos los recursos naturales, no hay futuro para nadie”, sostiene.

Formación continua

A lo largo de su carrera, Wollheim ha priorizado su formación académica. Además de graduarse como contador público, completó un posgrado en marketing estratégico en la Universidad de la República, otro en dirección de negocios en la Universidad Austral de Argentina y más tarde en la Torcuato Di Tella; además de una especialización en Lean Management en Japón.

Aunque su carrera lo llevó lejos de Paysandú, Wollheim nunca perdió su conexión con el lugar que lo vio crecer. Incluso, la impronta para abordar los distintos asuntos y el trato con la gente, le viene de su ser sanducero y del Interior.

“En Montes del Plata, el 93% es del Interior. En el Interior, muchas veces, tenemos en algunos temas un entendimiento mejor sobre los asuntos rurales; no quiere decir que no haya montevideanos que no lo tengan. Pero se tiene una forma muy llana de comunicación, una forma de relacionamiento muchas veces más cercana”, afirma.

“Me siento muy orgulloso de mi educación en la escuela pública, en el liceo público, en la variedad de interlocutores que he tenido en la vida”, continúa, trayendo a colación su formación académica de origen.

El hecho de ser sanducero “tiene un impacto muy importante”, insiste. “Cuando me toca visitar el campo y hablar con la gente, encontramos puntos de conexión, no importa el lugar que ocupen en la compañía, si está manejando un tractor o si está en investigación y desarrollo, tenemos gente conocida en común, historias que nos unen, que a veces cuando sos extranjero o estudiaste toda tu vida solamente en Montevideo, resulta más difícil conseguir esas conexiones en el tipo de empresa que yo trabajo”.

Una de las ideas que más le gustaría es ver a Paysandú transformada en una ciudad universitaria. “Tenemos que ser creativos para atraer talento y generar empleo. Concepción, en Chile, es un ejemplo de cómo un ecosistema académico puede cambiar una región”, propone.

Sin influencia de quién gobierne

Las recientes elecciones presidenciales también estuvieron sobre el tapete. Wollheim se congratuló de que, sea quien fuere el mandatario, las cosas seguirán funcionando como hasta el momento. “Estamos en un país en el que la única duda que tenemos es quién va a ser el presidente, porque sabemos que nadie va a decir alguna barbaridad, o que el conteo no está bien hecho, o de que hay alguien que no va a reconocer el triunfo del otro”, enfatiza.

Por tanto, esto genera una “suerte” a nivel corporativo, sustentado en el concepto de las reglas de la institucionalidad. Esto, “lo repetimos por dos motivos: porque estamos orgullosos de muchas cosas que han pasado, y porque queremos dejarlo claro de que es clave para que Uruguay siga en el camino donde está y que no se puede desviar”.

“Esas cosas son la confianza, que sube por escalera y baja por ascensor, y que lo que demostró el cambio, la alternancia que hemos tenido en el poder, representa la confianza en Uruguay que lleva tantos años, por ejemplo, en un grado de inversor que es sumamente importante”, añade.

También dice que nuestro país debería dejar de compararse con el resto de América Latina, y hacer foco en lo que queremos de Uruguay en “términos absolutos”, que no siempre se trata de pedir más recursos, porque “no siempre se necesitan más”, sino en “mejorar la gestión”. “Nosotros lo hacemos todo el tiempo y hemos hecho muchas mejoras de gestión que nos ha permitido crecer, buscando todo el tiempo ser más competitivos”.

El reto del sector forestal

En un mundo cada vez más pendiente de las cuestiones medioambientales, las empresas tienen el desafío, y a la vez la oportunidad, de adherir a estándares internacionales y sellos que garanticen sus buenas prácticas, si bien no siempre el contexto local valora este tipo de conductas y respaldos.

El gerente general de Montes del Plata es claro sobre lo que se necesita para poder continuar avanzando en el sector forestal: “Uruguay tiene el potencial para liderar en sostenibilidad, pero a veces nos enredamos en discusiones innecesarias”, afirma mientras habla sobre la necesidad de equilibrar la producción con la conservación del medio ambiente. Para él, las oportunidades son nítidas, pero la clave se encuentra en saber gestionar el cambio sin complicar innecesariamente los procesos.

Montes del Plata ha logrado posicionarse como un referente en cuanto a sostenibilidad. La compañía no sólo cumple con los estándares internacionales en términos ambientales y sociales, sino que va más allá, promoviendo proyectos locales de conservación y generando empleo de calidad en las zonas rurales de Uruguay.

“Hay que buscar la forma de poder producir al mismo tiempo de conservar, y acá en ese punto me parece que en Uruguay es donde se nota, en algunos aspectos, lo incipiente que está en estos temas. El desarrollo del sector forestal ha sido una gran oportunidad, Uruguay está a la vanguardia de una cantidad de temas, y por momentos veo que en vez de ver cómo se los potencia, se busca más como ponerle obstáculos, que al final terminan perjudicando a la competitividad en un contexto internacional muy competitivo. Porque hay gente que, lamentablemente, en lugar de promover estas oportunidades para que el país crezca, se pone en contra con argumentos muchas veces sin fundamentos científicos”.

Sostenibilidad en la práctica

El compromiso con la sostenibilidad es una parte integral de la identidad de Montes del Plata. Wollheim subraya que “no se trata de una moda”, sino de prácticas concretas, por ejemplo, la conservación de áreas naturales, corredores biológicos y protocolos estrictos para garantizar la seguridad laboral y el cuidado del ambiente.

“Hoy tenemos metas súper desafiantes en todas las dimensiones de la sostenibilidad, alineándonos con los ODS (Objetivos de Desarrollo Sostenible) de las Naciones Unidas. Temas sociales, ambientales, de salud y seguridad, de gobernanza, de clima de trabajo. La sostenibilidad se construye con todos estos aspectos en una mejora continua”, asegura.

Desafíos y mitos

Sin embargo, a pesar de estos avances, Wollheim reconoce que existen retos importantes a nivel local. El sector forestal de Uruguay se ha convertido en un pilar clave de la economía, pero aún hay resistencias que dificultan su desarrollo pleno. “Lo que me frustra es que no haya un suficiente interés por parte de algunas áreas clave del Estado para seguir profundizando en estos temas”, lamenta.

A esta falta de comprensión se suman los mitos y estigmas sobre la industria forestal, a menudo no reales o exacerbados por la falta de diálogo y de información precisa. “El sector forestal es parte de la solución en la problemática del cambio climático, por ejemplo, y sin embargo aún hay mucho desconocimiento al respecto. Necesitamos sentarnos a conversar sobre estos temas de manera más informada”, subraya el gerente general.

Un futuro lleno de potencial

“Lo que estamos haciendo hoy en Montes del Plata no es sólo para el presente; estamos pensando en el Uruguay del futuro, en el 2050”, concluye. “Y no solo en la empresa, sino también en las comunidades que dependen de nuestro trabajo. Es un proceso de largo plazo, pero sabemos que el futuro de Uruguay, especialmente en el sector forestal, es muy prometedor si seguimos en este camino”.

Eso sí, todo realizado en conjunto: “Creo que tenemos un gran equipo. Uno de los temas claves que hay para dirigir lo que tenga que dirigir cuando es grande es que solo no puedes hacer nada, creo que la tarea más grande que tiene que tener un líder es poder elegir el equipo adecuado y luego los procesos correctos, aplicándolos con disciplina, y poder tener los cambios de timón que haya que tener adecuándose al ambiente”. → Leer más