La Asociación Uruguaya Perros de Ayuda para Ciegos (Aupac), que está construyendo su primera escuela de formación de perros guía en la región, se encuentra a la búsqueda de familias tutoras para las cachorras recientemente ingresadas a la sede, gracias a la donación de vecinos sanduceros comprometidos con la causa de la oenegé.
Las cachorras, de dos meses, se encuentran listas para su pasaje a una familia tutora que cumpla con el programa de socialización establecido para los perros guía según las normas internacionales en la materia, para poder convertirse –en un período de uno a dos años– en el apoyo permanente de los discapacitados visuales que requieran este servicio.
El presidente de Aupac, Alfredo Viera, recordó que el perro guía entrenado se entrega en forma gratuita al discapacitado que lo necesite, al que se le brinda una adecuada preparación y entrenamiento, con la tutela de los instructores capacitados que en estos momentos están trabajando en la educación de ejemplares jóvenes. Aclaró que se trata de que el binomio que se forme entre ciego y perro guía sea perfecto, para una mejor calidad de vida del usuario y el bienestar del animal. Resaltó que el rol de la familia tutora es muy importante en este proceso, pues gracias a ese núcleo familiar que lo recibe, “el futuro perro guía madurará y aprenderá los comportamientos básicos para la convivencia, perderá los miedos y podrá enfrentarse al mundo llevando consigo a un no vidente que confiará plenamente en él”. Por experiencia propia, el presidente de la oenegé enfatizó el valor del perro guía en el mundo actual.
De manera que aquellas personas que deseen tener un rol activo en la integración y sociabilización de los futuros perros guías de Aupac como familias tutoras, serán bienvenidos en la sede, en Grito de Asencio 1089, entre Uruguay y Washington, con teléfono 47237542. También es posible comunicarse a través de los celulares 093849045 o 093806876.
