Solicitada

Seamos sensatos Sobre la propuesta de educación sexual…
Todos coincidimos en que es bienvenida cualquier propuesta que mejore la educación inicial y primaria. Pero la “Propuesta didáctica para el abordaje de la educación sexual en Educación Inicial y Primaria” del CEIP no parece ir en esa línea de mejora (aunque supongo su buena intención).
Esto, pienso, por tres razones. La primera es que lejos de fomentar “derechos” de los niños, puede existir una lesión al derecho a no ser dañados. Se los quiere someter a realizar actos indeseados (los ejercicios proponen “caricias, abrazos, cosquillas, masajes capilares, soplidos, etcétera”) y obligarlos a manifestar sus sensaciones.
Se invade la intimidad de los chiquilines, lo que no se puede hacer. Esto es un ejercicio ilícito de un derecho por el educador, que podría causar daños psicológicos.
La segunda es que el enfoque de la propuesta es invasivo del derecho de los padres. La educación de los hijos es un ámbito propio de los padres (nuestra Constitución lo dice, artículo 41) y la institución educativa no puede ni debe sustituirlos.
Y también es invasiva del derecho de los padres en cuanto impone una forma de pensar y una cantidad de convicciones ideológicas a los niños que tampoco son del resorte de la institución educativa (habría poca laicidad y nulo pluralismo).
La tercera es que no se consultó a los padres y se los minusvalora. Y esto solo puede generar problemas. Da la impresión de que los padres “no cuentan”. No tienen voz ni voto. Y lo que es peor: parece que la visión que hay es que el Estado (¿o el Codicen?) es una especie de “sabelotodo ético y moral (y ahora sexual)” que instruye a los atrasados e ignorantes padres a través de sus niños. Este desprecio no es bueno y para nada democrático.
Doy por supuesto el conocimiento del texto en lo que digo. Por eso, si llama la atención lo que escribo, vale la pena leer el documento y que cada uno juzgue por sí mismo.
Pienso que no hay que violentar la intimidad de los niños, que no hay que desplazar a los padres y menos minusvalorarlos. Por esto es que la propuesta no debería ser aprobada.
Dr. Juan Diego Inthamoussu