Perros destrozan ovejas; matan reproductores de genética a balazos y un productor toma medidas

En los últimos días productores sanduceros han vuelto a ver, con angustia y desilusión, cómo los perros sin tenencia responsable matan ovejas. Paralelamente, un cabañero encontró dos carneros de destacada genética muertos a balazos, y otro decidió llevar su ganado ovino a otro departamento ante la constante matanza por perros.
Leandro Aparicio Hiriart es un productor de la zona de Piñera acostumbrado a convivir con el problema de los perros que matan ovejas de su majada. Tener el campo al lado del pueblo es su mayor problema, pero considera que “no puede ser que no se críe ovinos en la zona”.
Amaneció el domingo con varias ovejas muertas, otras mordidas que difícilmente se salven y algunas “a las que estamos procurando salvar”.
“Los busqué en algún otro campo y no los encontré”, explicó el productor que ese fin de semana no había recorrido “porque estaba en el casco del campo de mi hermano esquilando las ovejas”.
Pero este martes temprano “volvieron a atacar”, sostuvo Hiriart. “Eran tres perros y a uno logré matarlo. Los seguí hasta Piñera y ubiqué de quiénes son”, resaltó.
Consultado sobre si en estos casos hace la denuncia, indicó que “no tiene sentido porque estos perros ya han matado ovejas y lo siguen haciendo. La única solución es esperarlos y matarlos cuando salgan de cacería de ovejas”, dijo.
Aclaró que “acá no hay ni chip ni protectora que me detenga. Mientras nadie haga nada, la única forma es correrle balas a los perros, porque en este caso tienen dueño, él no hace nada y a mí nadie me protege las ovejas, tengo que hacerlo yo”.
Recordó que en lo que va del año, “hace unos cinco meses maté el perro que había atacado varias ovejas de un vecino, y después dos más en el campo de mi hermano y días después tres en lo de un primo cercano”.
MATAN A BALAZOS
La genética de una conocida cabaña fue atacada a balazos en la mañana de este lunes, eliminando a dos borregos Corriedale (uno de pedigrí y el otro Puro de Origen), en tanto los causantes del hecho se llevaron una borrega. Aconteció en “Villa Resolana”, cabaña de Gustavo Dalmás en Puntas de Arroyo Negro, que ha logrado en dos oportunidades el Gran Campeón de la Expo Prado.
“La desazón es muy grande”, explicaba el productor a EL TELEGRAFO. “Son años de búsqueda y trabajo para ir mejorando la genética de la cabaña, y con dos balazos terminan años de selección y esfuerzo”.
“Da mucha rabia e impotencia. Eran borregos de aproximadamente 60 kilos de peso, que ya han padreado y había mucha expectativa en su descendencia”, explicó.
CON LA OVEJA A OTRA PARTE
Alejandro Stirling se cansó de ver cómo sus ovejas eran constantemente atacadas por perros y decidió llevarlas a un campo de un amigo en Tacuarembó y dedicarse exclusivamente a la cría de vacunos en su campo de Piñera. En la reciente Exposición de Reproductores de Guichón, confirmó la decisión a EL TELEGRAFO, “cansado de que el esfuerzo se vea terminado por la constante presencia de perros que matan decenas de ovejas”. Sostuvo que es mucha la impotencia pero a todo hay que buscarle la vuelta. “Así que decidí llevarlas a otro lugar y seguir con los vacunos en el campo”, dijo.