Volvió y comenzó a preparar la despedida

El punto cosechado en Venezuela brinda tranquilidad. Es verdad que se jugó a demasiado poco, pero Uruguay sigue segundo en las eliminatorias a falta de un partido, y pese a lo apretada de la tabla ese punto le permitió asegurarse al menos el repechaje.
Si bien la matemática todavía maneja una serie de posibilidades, hay algo claro: Uruguay irá directamente a Rusia 2018 ya que se quedará con uno de los cuatro lugares disponibles, salvo una catástrofe, porque también suma (y mucho) la diferencia de goles a favor de los celestes.
Tras el choque ante los vinotinto la delegación uruguaya retornó a Montevideo, y se fue directamente a entrenar al Complejo Uruguay Celeste a los efectos de desarrollar un movimiento regenerativo, para volver esta tarde ya para preparar el trascendente choque ante Bolivia, a jugarse el martes desde las 20.30, en un repleto Estadio Centenario.
El técnico Oscar Tabárez tendrá solo una baja para enfrentar al ya eliminado equipo boliviano, y será la de Naithan Nández, quien recibió su segunda tarjeta amarilla, está suspendido y ya se integró a los entrenamientos de Boca. Posiblemente no sea la única variante que tenga el equipo, teniendo en cuenta que seguramente el entrenador intentará dotar de un mejor juego a la oncena, dado que jugará como local y se despedirá de su público.
“No hay que aflojarse y hay que dar todo, hacer un gran partido y que sea una fiesta para Uruguay y para toda la gente”, reconoció el capitán Diego Godín, quien espera el partido ante los bolivianos “con la ilusión y la expectativa de lograr la clasificación”.
El zaguero confesó que “en Venezuela se sacó un punto muy importante que nos acerca al objetivo”, así como que los futbolistas estuvieron “pendientes de los demás resultados porque algunos nos podían servir”.
Hoy la Celeste se movilizará desde las 15.30 a puertas cerradas, y se espera la palabra del técnico y dos futbolistas. Mañana se volverá a trabajar en la tarde también bajo llave.