“Desde la Federación Rural entendemos que los sindicatos deben tener voto secreto y obligatorio”

 

El vicepresidente de la Federación Rural, Miguel Sanguinetti, señaló a EL TELEGRAFO que desde esa entidad entienden “que se terminó el tema de sindicatos sin votos secretos y obligatorios”. De esta forma, se busca democratizar un ámbito en que “las cosas no están funcionando bien”. Para el dirigente gremial, “es un tema que debe ser arreglado, porque cuando vemos que la gran mayoría de los trabajadores de la industria quieren trabajar, hay un pequeño grupo que ni siquiera los deja acercarse a un frigorífico. Eso significa que algo está funcionando mal”.
“Aquí debe haber en el Pit-Cnt y sindicatos de base votación secreta y obligatoria”, enfatiza Sanguinetti. También cuando deciden que “quieren hacer una huelga, porque esa es la base de la democracia”. Y puntualizó que “si todos votamos en forma obligatoria y secreta para elegir un presidente de la República, creemos que en las demás instituciones debe ser de esa forma”.
Reseñó que el gobierno de izquierda “llegó al poder hace más de 12 años con un apoyo muy fuerte del Pit-Cnt, lo que ha generado un compromiso también muy fuerte”. Para poder resolver, cuando se habla de Consejo de Salarios y acuerdos tripartitos, “es muy difícil que el gobierno tome una posición al medio, como debe ser ante cualquier conflicto y cualquier situación, entre los trabajadores y los empresarios”.
Para Sanguinetti, “esto no está siendo positivo para la producción ni para la industria y los propios trabajadores. Por algo se están perdiendo puestos de trabajo y el país está creciendo y nadie toma empleados. Eso es muy grave y son los temas de los que debemos ponernos a hablar”.
TARIFAS
Con respecto al aumento de las tarifas públicas y la suba de los combustibles a partir del 1º de enero de 2018, Sanguinetti expresó que el gobierno “perdió la oportunidad de brindar un mensaje claro a la agropecuaria y a la población en general, porque cada vez se hace más difícil vivir con los altos costos de impuestos y tarifas”.
Aunque, según dijo, no le gustan las comparaciones, señaló que “en Paraguay una familia de cuatro o cinco personas paga por mes unos $ 300 a $ 400 de luz y, en nuestro país, esa misma familia paga entre 1.500 y 2.000 pesos”. Además, en Paraguay “el gasoil vale $ 22,50, cuando en Uruguay, en este momento –sin la suba–, estamos en $ 38,50. Lo increíble es que Paraguay importa todo el combustible hecho, tanto las naftas como el gasoil”.
Apuntó que “no solo la refinería nos está saliendo más cara, sino que la parte impositiva está altísima”. Entiende que el tema de fondo es que el gobierno “no quiere aflojar a los impuestos y quien termina pagándole a Ancap somos los uruguayos”.
Recordó que “cuando pagamos la tarifa de UTE, sabemos que, en 2016, el ente energético le transfirió al gobierno más de U$S 400 millones y en 2017, se habla de cerca de U$S 700 millones, que es una plata que pagamos todos los uruguayos”.
“Por supuesto, en la producción influye negativamente”, subrayó. Y mencionó que “en 2006 se sembraban 206.000 hectáreas de arroz; hoy estamos llegando a 150.000 hectáreas. Allí, la electricidad y el combustible están influyendo negativamente en eso”, enfatizó.
Las posibilidades que se están perdiendo para aumentar la producción también fueron analizadas por Sanguinetti. “Si por ejemplo en la ganadería hiciéramos silo micropicado –que nadie hace, porque no dan los costos por ningún lado–, la rentabilidad del negocio sería mayor”, dijo.
Agregó que intentaron mantener, antes de las fiestas tradicionales, una reunión con el presidente de la República, doctor Tabaré Vázquez, para decirle todo esto y hablar del tema sindical, que “se ha desbordado bastante, influyendo en un mal ambiente y un desánimo de los productores”, finalizó.