Para la bancada del Partido Nacional, en la Junta Departamental el año culminó con “un sabor amargo”

La bancada de ediles del Partido Nacional culmina el año con “un sabor amargo, teniendo en cuenta la última sesión del año, extraordinaria, la cual por reglamento no tiene límite de tiempo, pero que una vez más el edil (Hermes) Pastorini del Frente Amplio, amparándose en el artículo 50 del reglamento interno (cuestiones de orden que no admiten discusión), pidió un cuarto intermedio hasta el año que viene, cuando el período de la Junta Departamental se reanude”.
Así lo indicaron su coordinador, Jorge Genoud, y los también ediles Marcelo Tortorella y Javier Pizzorno. No obstante, “el Partido Nacional ha empezado desde la misma noche de la sesión extraordinaria a realizar gestiones ante la Presidencia (Ricardo Ambroa, Frente Amplio) para abordar en la primera quincena de enero una sesión extraordinaria para resolver y dar trámite a todos los asuntos pendientes de 2017, que suman 101”.
De las 101 mociones sin considerar, 71 pertenecen al Partido Nacional. Del total, 48 son de Asuntos Varios, 31 de Obras, 10 de Higiene, 9 de Tránsito y 3 de Iluminación Pública. “El Frente Amplio le da importancia a temas que le son particulares antes que a las inquietudes de los vecinos”, dijeron los ediles blancos.
Desde su punto de vista “este año tuvimos la parte final de la presidencia de (Francisco) Gentile que mantuvo a la Junta Departamental durante más de 50 días sin funcionar, con un conflicto con los funcionarios en el que el Partido Nacional aportó siempre la solución, pero nunca fue tenida en cuenta. Eso nos llevó a renunciar a la vicepresidencia y las instancias de coordinación de la Mesa”.
“Luego asume Ricardo Ambroa como presidente y aparece para solucionar el conflicto un concurso interno con bases de concurso cerrado, un insulto a la inteligencia de la gente, una paparruchada. Costó remontar eso y no se logró una solución definitiva con los funcionarios”, agregaron.
Informaron entonces que “dentro de los motivos de una sesión extraordinaria era poder abordar el cierre definitivo del conflicto con los funcionarios, aprobar un conjunto de medidas, ingresar una modificación presupuestal y dejar laudado el conflicto que data desde el inicio del gobierno del Frente Amplio”.
Genoud, Tortorella y Pizzorno subrayaron que “durante los cinco años anteriores de gestión, con presidencias del Partido Nacional, nunca hubo un solo paro ni conflicto porque siempre se generó un ámbito de discusión, de diálogo. No ha sucedido lo mismo durante lo que va de este período, porque con el Frente Amplio hemos tenido conflicto tras conflicto, quizás por falta de experiencia, de capacidad, de no saber interpretar el verdadero rol de la Junta Departamental, que no es un apéndice político de (Guillermo) Caraballo, sino que tiene vida propia y que forma parte del gobierno departamental”.
En otro orden, pero referido a la labor de los ediles, sostuvieron que “si las comisiones no trabajan, no podemos realizar nuestra tarea. Y el problema es que no recibimos respuesta, ni de la intendencia ni del gobierno nacional.
Se apresuran a archivar todos los temas sin solución de tipo alguno. El gobierno nacional nos tiene acostumbrados al más absoluto silencio y la intendencia tiene el tupé de mandarnos una respuesta diciendo que fue archivado; esto es no responder”.
Asimismo, ampliando el horizonte, evaluaron que “el comportamiento político del gobierno departamental es absolutamente negativo. Se dio el caso incluso de que el presidente Ambroa votó para que él mismo no fuese investigado, una mancha a su gestión bastante indecorosa que le va a pesar el resto del período.
La denuncia es por presunta corrupción y cobardemente prefirió ocultarse en la mayoría para no ser investigado”.
Aseguraron también que “el gobierno departamental tiene un permanente doble discurso. El intendente le dice a la población que está en obra, cumpliendo lo prometido, pero la realidad indica que toda su gestión se limita a los anuncios de proyectos sin obras reales.
Además ha generado una grieta muy profunda con los alcaldes, que no son de su signo político, que ha ido en desmedro del gobierno del departamento y en perjuicio de los vecinos del interior del departamento, que son en definitiva quienes sufren los caprichos y arrebatos del intendente Caraballo y su equipo”.
En cambio, al evaluar la propia gestión expresaron que “la bancada de ediles del Partido Nacional está más consolidada dentro de la diversidad de sectores y características personales. Ha logrado consolidar una visión de partido, muchos de los temas centrales del departamento han sido trabajados en el marco de la agrupación de gobierno, donde participa la Departamental, la diputación y los alcaldes. Claramente nos estamos preparando para volver al gobierno del departamento y del país”.