Para Romero, “lo mejor que le pudo pasar a Independencia fue volver rápido”

Es indudable que está identificado con el club. Y volvió un día para pelear por el objetivo trazado por la dirigencia: retornar a Independencia al círculo de privilegio del fútbol sanducero.
Robert Romero alcanzó la meta al frente del plantel, aunque todavía no está confirmado plenamente que continúe dirigiendo a esta bifranja que apostará en 2018 a hacerse fuerte en Primera División.
El entrenador logró ascender el pasado año a Sud América, al que dirigió por algunas fechas en la Divisional B, para luego poner el cargo a disposición. Y ya entrado el Clausura del fútbol de ascenso, recaló en Independencia con un objetivo claro.
“La idea era dar una mano, porque estaba todo complicado. Algunos referentes se habían ido, había poca gente entrenando, así que comenzamos a trabajar y se fueron integrando jugadores que eran del club. Algunos no quisieron seguir jugando, después volvió (Fabricio) Finozzi que estaba a préstamo, y justo (el profesor) Leopoldo Rodríguez estaba acá tras volver de Perú. Estábamos con posibilidades en el Clausura, pero mal físicamente. Así, fueron a buscar a Lanterna, Lodeiro, y apuntamos a ponernos a tono para la Liguilla, que era a lo que apuntábamos”, dijo el entrenador.
Y el objetivo se alcanzó. No fue en la Liguilla sino en el Repechaje ante Barrio Obrero, “ante el que creo que fuimos superiores en ambos partidos”.
Más allá de que no está confirmado para seguir al frente del plantel, Romero se imagina qué tendría que tener este Independencia para afrontar su retorno al círculo de privilegio. “El tema de la B pasa porque son torneos dinámicos: hacés un mal año y te vas”, repasó.
En ese sentido, recordó que “le pasó a Litoral, y le costó subir; Wanderers hace mucho tiempo que no puede volver”. Por eso, valoró que “lo mejor que le pudo haber pasado a Independencia fue volver rápido”.
Así, imaginando el futuro, el entrenador afirmó que “Independencia tiene plantel, hay que ver quiénes pueden dar una mano, pero también hay que llevar un jugador por línea porque la A es diferente”.
Y ya mirando el aspecto fuera de la cancha, “hay que sumar porque uno o dos dirigentes no pueden hacerlo todo. Así es muy difícil, por lo que hay que estabilizar al club”.