Recordaron el viaje y la cobertura de EL TELEGRAFO en la Antártida

El programa “Uruguay: proa al mar”, de CX 26 Radio Uruguay de Montevideo, brindó un homenaje a EL TELEGRAFO, a Canal 3 de televisión y a Casino FM “por su sensible e incondicional apoyo a la difusión de la presencia activa del Uruguay en la Antártida”, según anunció el director del programa, Roberto Bardesio en el programa emitido el pasado domingo 3.
Los medios y periodistas sanduceros fueron los primeros del Interior en visitar la base uruguaya, tras una gestión realizada por el entonces intendente de Paysandú, Jorge Larrañaga, que había visitado el continente helado poco tiempo atrás. Si bien en un principio la visita periodística era por una semana, el lapso se duplicó, ya que las condiciones meteorológicas no permitían la llegada del avión Hércules de la Armada.
En una transmisión en directo desde las oficinas del diario en contacto con los estudios de la radio estatal en Montevideo, participaron el director del diario, Alberto Baccaro; el exjefe de redacción del diario Juan José Oberti; el periodista Jorge Blanc y el camarógrafo y fotógrafo Silvio Giordano.
Durante una hora, el conductor del programa, los invitados sanduceros y también otros invitados de Montevideo repasaron anécdotas y situaciones que se dieron en la base Artigas durante la cobertura periodística de 1996 y mantuvieron un contacto con dos militares que están actualmente en la base uruguaya.
LA MEMORIADESPUÉS DE 21 AÑOS
La charla comenzó con el diálogo con el director del diario sobre el recuerdo del suplemento especial escrito por Fernando Baccaro y publicado en la edición del domingo el 16 de junio de 1996, a su regreso del primer viaje a la Antártida y que se tituló “Antártida, el continente de la convivencia”. En esas 16 páginas, Baccaro destacó las condiciones de vida en la isla Rey Jorge, compartida también por otros siete países.
El exjefe de redacción del diario en ese entonces, Juan José Oberti, recordó la forma en que se resolvió hacer el viaje, ante un comentario de Fernando Baccaro a Larrañaga sobre el interés de escribir sobre la Antártida. Al confirmarse la posibilidad, Oberti dijo que, en principio, él había sido designado para ir, pero finalmente fue Baccaro y argumentó que “había pocos que pudieran escribir como Fernando”. Al respecto, Alberto Baccaro recordó que “también quería ir a la Antártida” puesto que en los 90 se desempeñaba como fotógrafo, pero finalmente fue el entonces director.
En palabras del propio Fernando, en aquel suplemento, la invitación al viaje fue clara: “Al intendente le faltó impartirlo como una orden, pero no pudo evitar que su tono sonara bastante conminatorio: había un lugar para tres periodistas de Paysandú y quizá para él en el próximo viaje que el Instituto Antártico Uruguayo realizaría a la Base Científica Antártica Artigas, y la oportunidad no era para perderla. Es más, ya había seleccionado a quienes deberían viajar en representación del periodismo y el pueblo de Paysandú, los que a su entender deberían ser Jorge Blanc por TV Canal 3 y Casino FM; Silvio Giordano como fotógrafo y cameraman, ambos además representando al resto de los medios televisivos, entendiéndose por ello a Telecable y Cablevisión; y el director de EL TELEGRAFO, Fernando M. Baccaro, por lo correspondiente a la prensa”.
LA TELEVISIÓN Y LA RADIO
El periodista Jorge Blanc –casualmente corresponsal de Radio Uruguay en Paysandú–, que en 1996 participó en la aventura a la Antártida produciendo –junto a Giordano– un documental para televisión llamado “Uruguayos del fin del mundo”, hizo un resumen de cómo se organizó la ida a la Antártida. Relató que se establecía contacto diario con los tres corresponsales de los medios sanduceros desde la radio Casino FM, donde también participaban desde Paysandú periodistas de EL TELEGRAFO, como Juan J. Oberti y Rossana Migliónico.
En este sentido, los entrevistados sanduceros recordaron que el sistema de comunicaciones entre la base uruguaya y Paysandú no era muy bueno. Mencionaron las dificultades que había para comunicarse en 1996, utilizando radioteléfono –ese año instalaban la antena satelital–, y Blanc comentó que había ocasiones en que debían ir a la base chilena, que tenía equipos más avanzados, para comunicarse telefónicamente con sus familias en Paysandú.
AHORA HAYCOMUNICACIÓN FLUIDA
Coincidieron en que “ahora las comunicaciones cambiaron mucho. Hasta se puede enviar correo electrónico y mensajes de texto, cuando no, incluso, hablar por celular”. Tan es así que en el transcurso del programa también participaron en directo desde la Antártida el radiooperador del centro de comunicaciones Eduardo Olivera y el encargado de la cocina Washington Cáceres, que mencionaron, entre otras cosas, que había una temperatura de 0,3° y sensación térmica de 5°.
EL TELEGRAFO fue invitado nuevamente en abril de 2010 a la Antártida, ocasión en la que viajó la periodista Lorena Castellano, que escribía las notas y las enviaba por correo electrónico, según recordó Alberto Baccaro.
El camarógrafo y publicista Silvio Giordano comentó que su trabajo de filmar todo no fue tan fácil, en cuanto a que “la carga de las baterías no duraba tanto como ahora y era un desafío saber si las cámaras Super VHS podían soportar esa temperatura, porque llegamos a soportar una sensación térmica de 50 grados bajo cero, además de mucho viento, que dificultaba el manejo de la cámara”.
También coincidió que visitó la base argentina el entonces embajador uruguayo en Argentina, Juan Raúl Ferreira. Al enterarse de que en la base Artigas se encontraba la delegación sanducera, fue hacia allí y entabló contacto con el director de EL TELEGRAFO.
INCÓMODAS SIETE HORAS Y MEDIA
Al frente de la misión, integrada por 28 personas, iba el coronel Jacinto Acuña. Además, se les proveyó de calzado y ropa adecuada y se evacuaron todas las preguntas y dudas que interpusieron. Se les explicó que solo viajarían “quienes tuvieran una tarea a cumplir, incluidos en esto los tres periodistas de Paysandú, cuya misión se consideró de gran importancia para la divulgación de la labor del Instituto en el interior del país, prescindiéndose de todos los demás aspirantes”.
Luego, los periodistas fueron a Montevideo, donde en la sede del Instituto Antártico Uruguayo los recibió el teniente coronel Luis Forteza. El viaje, de siete horas y media, se realizó a partir de la Base Aérea N° 1 de Carrasco el 2 de mayo de 1996, a bordo de un avión C 130 Hércules de la Fuerza Aérea Uruguaya al mando del comandante Daniel Olmedo. Así recorrieron los 900 kilómetros que separan a la base Artigas de Uruguay. El exdirector de EL TELEGRAFO detallaba en páginas del suplemento pormenores del viaje en avión hasta Punta Arenas y contó que “el salvaje clima ruge allá afuera, las decenas de compresores, circuitos y bombas de alimentación, aparte de las turbinas y hélices, ensordecen atrás pero aquí, en la cabina, da gusto estar. Hasta se podría dormir una siesta en la cómoda cucheta que para ello hay prevista, u observar las medidas pequeñas del mundo que existe allá abajo. Sin embargo, ese mundo es cruel y filoso, con aristas que los uruguayos comunes desconocen más. En Punta Arenas, tan pronto arribados, el viento helado se empeña en hacernos rodar por la pista del aeropuerto, y a la jornada siguiente el clima obliga a permanecer en la ciudad por 24 horas más antes de encarar la aventura del cruce del (Canal de) Drake, la masa de agua más traicionera del mundo para la navegación, constantemente sacudido por vientos huracanados y surcado por hielos flotantes capaces de destrozar cualquier barco”.