La unidad local del Instituto Nacional de Rehabilitación (antigua cárcel departamental) debió afrontar la rotura de la bomba que abastece de agua a todo el edificio. La falta del vital elemento duró alrededor de tres horas, en la mañana del lunes, y en la tarde del mismo día fue solucionada mediante la colaboración del Destacamento de Bomberos que llevó varios viajes de agua.
En tanto, el director del recinto, oficial principal Wilson Barreto, indicó a EL TELEGRAFO que se trató de “la rotura de una bomba del pozo, por lo cual se vio afectada toda la unidad, porque están todas (las cañerías) interconectadas”. “Estamos trabajando con bomberos y la intendencia, que son quienes abastecen de agua a la unidad. El primer día fueron los bomberos quienes trajeron agua y hoy (por ayer) no pudieron venir y se consiguió con la intendencia”, dijo.
Asimismo sostuvo que ayer ya se estaba trabajando en conectar una bomba vieja y “posiblemente entre hoy y mañana se estén trayendo dos bombas nuevas desde Montevideo”. “Agua faltó solo tres horas en la mañana del lunes, después paliamos con bomberos y la intendencia”, agregó.
El problema, indicó el director, es que se utiliza mucha agua. “No saben racionalizar y es agua del Estado”. Ante la situación, “se priorizó la higiene y la confección del almuerzo y la cena. Las canillas andan bien porque dependen de un caño chico que no abastece la caja. Sale agua (potable) pero no con fuerza”, precisó Barreto.
La zona más afectada “son los baños, porque realizan baños de placer”.
“Nosotros estamos acá (privados) pero no podemos estar media hora o una hora abajo del agua. Pero es todo un tema de educación. Hoy (por ayer) hablamos con ellos sobre esto. Algunos entraron en razón y otros no”, dijo.
