En Paysandú “prendimos una llama y el fuego se extendió por todo el país”, dijo Federico Holzman

SANTA BERNARDINA, DURAZNO. (Por Pablo Blanc). “Estamos cansados que se nos ignore la voz, pero no se nos ignora a la hora de cobrar los impuestos”, señaló con fuerza al comienzo de su alocución Federico Holzman, recordando que en Paysandú, el pasado lunes 8 de enero, “prendimos una llama y el fuego se extendió por todo el país”.
El productor y empresario sanducero afirmó en su alocución que “quizás pecamos por ser demasiados mansos”, al tiempo que agradeció a todos los que llegaron a Durazno pese a ser una jornada de trabajo y sostuvo que “una sociedad unida no tiene chances de fracaso”.
Elegido por el grupo de productores que se autoconvocó a través de las redes sociales a comienzo de este año, por ser quien planteó la necesidad de buscar soluciones urgentes para el sector agropecuario y empresarial del interior del país, terminó su oratoria diciendo: “queremos un solo Uruguay”.
MIRAR HACIA ADELANTE
El primer orador de la tarde fue el ingeniero agrónomo Eduardo Blasina, director de la consultora Blasina y Asociados, quien manifestó que “se ha dicho que el agro no está tan mal, y es posible que no esté tan mal, porque siempre puede estar peor, pero lo importante es mirar hacia adelante”. Recordó que en el año 2004 “el gobierno funcionaba con U$S 3.300 millones por año, hoy gasta U$S 17.000 millones por año lo cual es excesivo”, al tiempo que acotó que el déficit fiscal es un “riesgo”.
Al referirse que entre el público están los camioneros, los industriales, y un montón de gente”, precisó que “son ellos los que pagan “10 mochilas”. Al referirse a esas 10 mochilas, las enumeró de la siguiente manera: primero “el dólar barato”, luego “la inflación”: tercero “la energía”, en donde reclamó un Mercosur de la energía para equiparar costos.
La cuarta mochila son “los impuestos”, en donde puso foco en la contribución inmobiliaria; la quinta son los “caminos y carreteras” para lo cual dijo que “no se puede ir a más de 40 kilómetros por hora” por los problemas de infraestructura.
Al explicar la sexta mochila, mencionó “los salarios”, refiriéndose al conflicto entre Conaprole y la empresa sanducera PILI; la séptima es el “precio de la tierra”, expresando que está bajando en Uruguay. La octava es el endeudamiento, aclarando que “todavía el costo del endeudamiento no es grave pero no se arregla con un fondo y otro fondo”.
Sobre la novena mochila, sugirió la necesidad de acuerdos comerciales, pidiendo que le den al canciller la potestad de hacer los acuerdos de libre comercio que se están negociando”.
Finalmente, sobre la décima, se refirió a “los prejuicios”, y dijo que se los acusa “de tener tal o cual vehículo o de ser cajetillas”, lo que “no es bueno”, por lo que planteó que hay que “aceptarse más. Debemos pedir que se incluya a los rurales que son tan uruguayos como los demás”.
CACHETADA A LA INDIFERENCIA
Walter Serrano Abella, periodista del departamento de Cerro Largo y con 50 años de trayectoria con su programa de radio, sostuvo que “hoy todos ustedes le han dado una cachetada a la indiferencia”.
Minutos después de comenzar a realizar su reseña, la lluvia alivió el impacto de la alta temperatura. Abella dijo que “hoy rompieron todos los moldes sobre las gremiales que los representa y los partidos políticos”.
Al tiempo de recordar que el momento que está pasando el agro “es muy difícil”, criticó que se haya planteado que hay un “interés político” detrás.
Enfatizó: “¿no habrá llegado la hora de decir basta, de decirnos basta? Hay heridas que lo que hacen no es abrirnos la piel sino los ojos, remarcó. Se refirió a los tamberos, los arroceros y los problemas que vive cada sector y lo contrapuso con los gastos de los legisladores.
“¿A ustedes los tratan de oligarcas y riñón cubierto? Alguien tiene que desafiar esto y ese alguien somos todos nosotros dispuestos a pagar el precio que haya que pagar porque la verdad, la libertad y la honradez cuestan caras”, dijo.
Al terminar su alocución, expresó que “no llenemos con simplismo y demagogias la cabeza de la gente para no dejarla pensar”. Aclaró que tras el acto hay que volver “contentos y con la meta de que no va más el encogimiento de hombros”.
Y dijo: “no es poca cosa esto que generaron ustedes y sería muy torpe empequeñecerlo ahora”.