A partir de esta semana, el tenista sanducero Francisco Llanes –que ahora entrena en el Carrasco Lawn Tennis bajo la dirección de Diego Pérez– jugará el torneo en Cali, Colombia, que forma parte de la gira de la Confederación Sudamericana de Tenis (Cosat) Sub 16, la que clasificará a cuatro jugadores de la región a una instancia en Europa.
Al cabo de la competencia en esa ciudad colombiana, le seguirá otra en Guayaquil, Ecuador y, más tarde, en Asunción de Paraguay, San Pablo y también en Porto Alegre, Brasil. En el medio retornará a Montevideo para seguir practicando. Con esto se completará la gira Cosat que disputó la primera etapa en setiembre pasado, cuando se llevaron a cabo los torneos en Argentina, Chile, Uruguay, Perú y Bolivia.
“La gira Cosat la vengo haciendo hace bastante tiempo. Se juega en los diez países (de Sudamérica), cada torneo dura una semana y los mejores cuatro mejores de toda esta gira, clasifica a una gira europea de seis semanas con todos los gastos pagos por la Cosat. Los tenistas clasificados viajan con cinco entrenadores”, comentó Llanes a EL TELEGRAFO.
En la primera fase, la de setiembre, no participó en Chile, Perú y Bolivia, pero sí lo hizo en los campeonatos rioplatenses. “Jugué el de Uruguay, que lo gané, y el de Argentina, donde no me fue muy bien”, indicó.
El sanducero, que en abril próximo cumplirá 16 años, aunque saldrá al ruedo mañana ya se encuentra en suelo colombiano desde el viernes pasado, con el objetivo de lograr una buena adaptación “al ser uno de los primeros torneos del año”.
Para sacar el boleto a Europa, se hace una evaluación de las mejores seis actuaciones de los tenistas en esos diez certámenes. Llanes tiene la ilusión de realizar una buena segunda parte de esta gira –hoy está en el décimo lugar– y hacer valer su buen posicionamiento que tiene en el ranking Cosat, en el que se ubica en el número 4 entre los Sub 16. “Podría estar mejor pero el año pasado no tuve un buen rendimiento”, reconoció.
OTRA VIDA EN LA CAPITAL
Según el tenista, eso se debió a los cambios que experimentó en su vida desde que dejó el Paysandú Golf Club para entrenar un tiempo en Argentina –con la idea de progresar en su juego y madurez– y después en Montevideo, donde ya se encuentra afincado y conforme.
“Me vine para Montevideo y agarré más ritmo, con una estructura más formada. Seguramente, los resultados llegarán. Antes estaba todo medio en el aire, yo mismo hacía el calendario y me mandaba algunas macanas”, subrayó Llanes. “Eso me llevaba a pensar en muchas cosas fuera del tenis y a la hora de entrenar ya estaba muerto. Era mucho”.
“Ahora estoy muy contento. Me encuentro instalado hace un mes y medio en una casa, a cuatro cuadras del club donde entreno (Carrasco Lawn Tennis). Voy en bici todos los días, estoy súper cómodo. Al principio vivía con el entrenador, Diego Pérez, con su familia, y era un poco incómodo más allá de la confianza que tenía con ellos”, continuó el tenista. Llanes dijo que la posibilidad de radicarse en la capital surgió a través de un sponsor de Buenos Aires, que le sugirió buscar un referente del tenis para que el sanducero llegara a ser más conocido. Así surgió el vínculo con Pérez, extenista, al que le “gustó la idea” y con quien entrenó cuando un grupo de jóvenes jugadores –Llanes incluido– tomó parte el año pasado de los movimientos del equipo uruguayo de la Copa Davis.
“Me encantó como me entrenó, hicimos una prueba de tres semanas y me sentí muy cómodo, y hasta el día de hoy creo que fue un cambio muy positivo, que di un paso más”, se congratuló.
Llanes también piensa en tomar parte del Sudamericano de la categoría que en este 2018 se desarrollará en Uruguay en agosto próximo, en las canchas del Carrasco Lawn Tennis. “Juegan los mejores de Sudamérica y es una competencia en equipo que está muy buena; además, tenemos muchas chances de ganarlo y de clasificar al mundial”.
