El 13 de enero se van a cumplir 6 meses desde que Ricardo Ambroa (Vertiente Artiguista, FA) asumió la presidencia de la Junta Departamental, promediando un año que estuvo signado por las dificultades para el funcionamiento devenidas de dos conflictos sindicales, uno de los cuales no tiene empacho en reconocer que fue mal resuelto por su fuerza política. También refirió a la necesidad de encontrar acuerdos políticos en un año en el que subirá la temperatura conforme se acercan los tiempos electorales.
“Creo que terminamos bastante bien, primero en lo institucional. Cuando empezamos el 13 de julio estábamos con un conflicto, con la cola de un conflicto, que en mi criterio el Frente lo resuelve mal, pero se resolvió. A los 20 días se instala otro conflicto con los funcionarios, un reclamo de 4 años atrás, de 2013, 2014, creemos y estamos convencidos que resolvimos bien ese conflicto, y dejó algunas enseñanzas para ambas partes”, señaló Ambroa, quien encabezó la lista de candidatos a ediles del sector liderado por el actual intendente, Guillermo Caraballo.
Entre estas enseñanzas, dijo, los funcionarios han entendido “que no hay forma de ascender si no es por carrera administrativa; que los funcionarios están al servicio de la institución y no la institución al servicio de los funcionarios. Lo mismo pasa con los ediles, algunos tienen ese concepto, que la institución está a servicio de los ediles”.
Ambroa afirmó que la prioridad en este conflicto que le tocó enfrentar, así como en el global de su gestión, ha sido cuidar la institucionalidad, y destacó que hoy es bueno el relacionamiento con los trabajadores.
A LA CABEZA
En este 2018 hay una serie de temas que tienen que pasar por la Junta Departamental y es de esperar que algunos generen intensos intercambios, como ha ocurrido en muchas de las sesiones en lo que va de este período.
“Políticamente con el Ejecutivo, tanto con el intendente como con los directores, hemos entablado un buen relacionamiento en cuanto a las cosas en que la Junta se tenía que poner a la cabeza y votarlas y aprobarlas, que eran en bien de Paysandú. Por ejemplo en la última sesión, que tuvo 6 cuartos intermedios, en la discusión del Parque Industrial, los galpones de AFE abandonados en Guichón para la construcción de viviendas, que la oposición no lo votó”, señaló.
“Yo creo que en el 2018 la Junta se tiene que poner a la cabeza de la realidad del departamento. Primero para terminar las obras del fideicomiso, calle Salto es una que va a terminar, se va a empezar avenida Soriano, se va a entablar el tema de la Universidad en la antigua Terminal, se va a arrancar con el parque París Londres, con la cooperativa de vivienda en la ex Paylana, los accesos al puerto”, repasó Ambroa.
Señaló que muchas de estas obras requieren “iniciativa del Ejecutivo y también muchas veces aprobación de la Junta Departamental, aunque algunas de ellas ya las aprobamos, pero hay cosas reglamentarias o estatutarias que deben pasar de vuelta por la Junta, y la Junta se tiene que poner ‘a tope’ en eso”.
Los temas que llegan a la sesión plenaria se discuten en una mesa de coordinación de la que participan representantes de los tres partidos políticos, un ámbito que a juicio de Ambroa “funciona bastante bien, pero a veces se va a la sesión y algunos ediles anuncian públicamente que ellos no respetan acuerdos de cúpula, y así a veces es imposible transitar”.
Si bien la Junta Departamental se encuentra en pleno receso –empezó el 1º de enero y se extiende hasta el 15 de febrero–, este miércoles (por mañana) se interrumpirá para recibir al sindicato de la empresa PILI, adelantó el presidente. La idea es tomar conocimiento de la situación a través de los trabajadores y luego oficiar a los ministerios y organismos que tengan relación con las problemáticas planteadas, como los de Industria, Energía y Minería; Ganadería, Agricultura y Pesca; Trabajo y Seguridad Social y Economía. (Más información en edición impresa)
