(SUBRAYADO-EL PAIS)
Hasta el jueves 1º de febrero, en 90 días, hubo 12 intentos de robos a cajeros automáticos mediante el uso de explosivos. Esta modalidad, que ya había sido utilizada en otros países, se registró en Montevideo por primera vez el 30 de octubre en Pocitos, y el cajero elegido fue el de Chucarro y Pagola, situado en la puerta de un supermercado. Según El País, los delincuentes consiguieron llevarse el dinero en el 40% de los casos, mientras la Policía sostiene que son varias bandas las que llevan a cabo estos atracos.
En los próximos días, el Ministerio del Interior habilitará las bombas de tinta que se utilizan en otros países para evitar los robos. Se compone por unos cartuchos de tinta generalmente roja o de otro color llamativo, ubicados dentro de las “caseteras”, en cuyo interior almacenan los billetes.
Cuando se activa alguna de las medidas de seguridad de los cajeros, los sensores de movimiento, térmicos, sísmicos y de apertura no programada de la caja de valores, un mecanismo de aire comprimido dispara la tinta e inutiliza a todos los billetes. La activación es automática, para que no haya riesgo de coerción. A los cajeros automáticos que están ubicados en lugares considerados “críticos”, y que cierran a las 22, se les retirará el dinero en la noche para evitar que sean explotados en horas de la madrugada.
Fuentes de la industria aseguraron a El País que repondrán la plata a la mañana siguiente y, en algunos casos, añadirán guardia privada. En el rubro hay una fuerte “preocupación” por esta ola de robos que no da respiro a la Policía, por lo que decidieron tomar medidas.
