Los dejan en evidencia

El consejero de Primaria Pablo Caggiani, en declaraciones al semanario Búsqueda, indicó que se opone a que centros educativos como el Liceo Jubilar, El Impulso o Los Pinos –todos en barrios marginales de Montevideo– se presenten como la política educativa a seguir, al definirlos como “un modelo caro, riesgoso y mucho más desigual” que el estatal. “Es la misma idea que instaló Pinochet en Chile”, agregó lo más suelto.
Como reflexión primaria, cabe decir que parece que quieren a todos los niños burros –con perdón al noble animal– y cuanto más ignorantes, mejor. Caggiani habla como si la educación pública fuera un ejemplo universal, cuando en realidad va de mal en peor y no existen señales cabales de mejora. Solo una mente estrecha y mediocre, con una pobreza intelectual notable y con una envidia que salta por los poros, podría llegar a una conclusión de esas, en relación a unos centros que han sido ejemplo en unos barrios muy complicados de la capital. Por supuesto, le queda enorme ese cargo público cuyo sueldo y beneficios todos pagamos.
“Es la misma idea que instaló Pinochet en Chile y que aplicaron algunos estados brasileños: vos le das la plata a los padres para que ellos elijan el instituto privado al que enviarán a sus hijos y así les irá mejor a los gurises”, dijo durante la entrevista con Búsqueda. “Es una gran ficción, la evidencia muestra lo contrario. Lo privado no es mejor que lo público en términos de aprendizaje (…) Esto es un modelo selectivo que genera exclusión y desigualdad”, continuó el consejero de Primaria.
Ahí no terminó la cosa, los disparates prosiguieron. Para Caggiani esos centros educativos multiplican “por tres o por cuatro” el presupuesto para la educación, porque requiere un mayor gasto por alumno. “Estas instituciones son gratuitas porque no le cobran al usuario, pero en realidad son financiadas por el Estado”, a través de donaciones de empresas que reciben una reducción de impuestos. “Uruguay debe lograr que todos los gurises del barrio tengan una propuesta de calidad, no que solo a unos les toque por sorteo”, concluyó este genio de la educación. Cero argumento, en cambio sí mucho resentimiento. La descalificación a lo que funciona es una constante de las autoridades de la educación –digamos que no es la primera vez que se critican a lugares como el Jubilar o Los Pinos (en la bolsa entra también el Liceo Francisco de Paysandú)–, que al no observar frutos en su vetusta estructura, se la toman –a golpe de envidia– con lo exitoso. En vez de alegrarse y enterarse cómo es que se hace, prefiere dar palo. La uruguayez al palo, valga la redundancia. Caggiani no se da cuenta tampoco que existe un concepto llamado gestión que, de ese dinero que les llega a través de empresas, se hace que aquello marche sobre ruedas. El Impulso tiene más de 600 alumnos y es el único liceo en la zona de Casabó con bachillerato completo y el único con bachillerato tecnológico en informática bajo el programa UTU en varias cuadras a la redonda. También asisten chicos del Borro, del Marconi y del 40 semanas.
El Liceo Jubilar Juan Pablo II, ubicado en el barrio Casavalle, tiene más de 15 años de trabajo y fue el primer centro de educación secundaria gratuito de gestión privada. Alrededor de 1.000 alumnos de Ciclo Básico han cursado o cursan actualmente en el liceo, además de más de 500 alumnos que han pasado por el horario nocturno.
Los Pinos, también en Casavalle, funciona como apoyo escolar, cuenta con diversos talleres, y se ha destacado por su infraestructura y por el afán de hacer bien las cosas, hasta en el detalle. Este lugar recibe a más de 300 niños, pero suele haber otros 200 en lista de espera. Por ahí cerca se ubica Los Rosales, el único colegio bilingüe con doble horario en la zona, a un precio más accesible para las familias. En abril del año pasado, Caggiani –tan delicado él, tan democrático, tan tolerante– se las tomó personalmente con Los Pinos. “Alguien lo tiene que decir. Iniciativas como Los Pinos del Opus Dei deben estar prohibidas. No acepto que en 2017 separen niñas y varones”, escribió en Twitter el consejero de Primaria, un organismo que, a todo esto, mantiene un estrecho vínculo con la institución. Esa conexión se da especialmente por las Olimpíadas de Matemáticas, la iniciativa más conocida de Los Pinos, que suele convocar a más de 20.000 alumnos de escuelas públicas de todo el país y que ha merecido el elogio de algunas autoridades del gobierno.
Las declaraciones de Caggiani despertaron el rechazo de dirigentes de la oposición, que volcaron sus críticas en Twitter. “El consejero de Primaria que acusa al liceo Jubilar, al Impulso y a Los Pinos de propuesta pinochetista es el claro reflejo del estado en el que dejaron nuestra educación: pobre y decadente. Como estas declaraciones”, sostuvo el senador del Partido Nacional, Javier García.
Bajo el hashtag #UruguayMereceMás, el senador colorado José Amorín escribió: “Pasa el tiempo y el único argumento de los representantes del FA en la educación es el insulto y la descalificación”. “Es lógico, los cambios que logran Jubilar, Impulso o Los Pinos, en la vida de niños y jóvenes que más lo necesitan, hacen evidente su fracaso”, agregó.
Que lo que funciona los deja en evidencia es una verdad meridiana. Y peor es no reconocer el fracaso.