Otra vez Paysandú se quedó a medio camino

La selección mayor del fútbol sanducero sigue esperando. Pasan dirigentes, pasan técnicos y jugadores que se juegan por volver a bañar de gloria a Paysandú, pero no hay caso.
Esta vez le tocó quedarse por el camino a un seleccionado que ilusionó desde el comienzo gracias a los nombres que el cuerpo técnico que lideró Jorge Moncecchi convocó.
Y también por la idea de juego anunciada, por esa convicción con la que se inició este nuevo ciclo de selección de que se podía ser campeón.
Aparecieron rápidamente dificultades, las de siempre. Las que se intentan sortear en este fútbol económicamente limitado. Por nombrar uno –más que importante por cierto–, el escenario en el que la Blanca se entrenó no era apto para trabajar, más allá de la excelente disposición de Sud América, que no tuvo reparos para ceder sus instalaciones.
Pero queda como una anécdota. Al igual que la participación sanducera en la Copa Nacional, en la que fue de menos a más, buscando y encontrando ese funcionamiento que esperaba tanto el técnico como los jugadores. Está claro que lo mejor, lo más vistoso, fueron las dos goleadas ante Rivera en cuartos de final de este Regional Norte Litoral. Pero después se gastaron los goles y Tacuarembó le dio a Paysandú una cachetada con la que volvió a la realidad, más allá de que mereció mejor suerte. Volvió a vivir la historia reciente.
Pasó otra Copa sin pena ni gloria. Pero quedaron cosas positivas y son las que hay que agendar. Este nuevo paso fue dado en medio de un proyecto interesante, que merece tener su oportunidad y seguir creciendo. Porque a esta altura hay que trabajar para escribir la historia. Y no para seguir viviendo de ella.