Predios que aplicaron tecnologías obtienen buenos porcentajes de preñez en torno a 88%

Los establecimientos que trabajaron durante el pasado entore con mayor aplicación de tecnologías, “obtuvieron mejores porcentajes de preñez, aún en zonas en donde la seca apretó mucho”, destacó a EL TELEGRAFO el médico veterinario Guillermo De Nava, adelantando que cerrados 12 rodeos abarcando un poco más de 17.000 vientres de predios ubicados en Salto, Paysandú y Tacuarembó, se obtuvo un 88% de preñez.
El doctor de profesión liberal, realizó la salvedad de que se trata en su mayoría “de rodeos en campos que yo denomino de alta performance, en donde los productores han estado históricamente comprometidos en tener muy buenos porcentajes de preñez”.
Aclaró que en la mayoría se desarrolló monitoreo de entore, que “es la intervención que hacemos los veterinarios en la mitad del servicio, para determinar las vacas que están en anestro, y fundamentalmente para focalizar las que están en anestro profundo”. Y puntualizó que “trabajamos sobre las que están en anestro profundo, destetando precozmente los terneros”.
“Es cierto que los resultados han sido muy satisfactorios para la mayoría de estos rodeos”, sostiene De Nava, “pero debemos puntualizar que se ha logrado destetando muchas vacas en forma precoz”.
En una serie de cuatro rodeos que pertenecen a una misma firma, “tuvimos un promedio de 92% de preñez, pero cuando vamos a la utilización de ración de destete precoz por preñez de vaca parida, que es un indicador que a nosotros nos interesa siempre estudiar, estamos en 23 kilos, significa que utilizamos 23 kilos de ración de destete precoz para alcanzar las preñeces de vacas paridas”.
Recordó que el año pasado el porcentaje de preñez fue un poco mejor, “casi del 95%, y este indicador de uso de ración de destete precoz fue de 1,23 kilos por preñez de vaca parida”. Entiende que se ha logrado “un porcentaje de preñez satisfactorio, pero ha sido a cuenta de un costo mayor de producción”.
Fue más claro aún al manifestar que en un establecimiento del departamento de Tacuarembó, “desde octubre a marzo llovieron en el entorno de 120 milímetros, y después vino la lluvia buena de marzo que fue de esa misma cantidad”. Y sintetizó: “aún en esas zonas complicadas y cuando se aplicó la tecnología, logramos preñar las vacas”. De Nava también notó a consecuencia de toda esta situación, “una mayor proporción de vientres que agarraron cría en el último mes, con lo cual tenemos más preñeces que son de cola, y tendremos más cola de parición en la primavera 2018. Significa que tendremos un impacto en el peso de los terneros al destete de 2019, lo que nos da la pauta como condiciones climáticas adversas en un período determinado –en el caso de la cría–, nos puede afectar a más largo plazo en los distintos indicadores que hacen a la productividad del rodeo de cría”.
BUENA PREÑEZ
Para el doctor Lauro Artía, en términos generales, “venimos revisando el ganado de los productores que hicieron el entore un poco más temprano en varias zonas del departamento de Paysandú y Río Negro, y los resultados son mejores que lo que pensábamos en un principio”.
El veterinario de profesión liberal y presidente del Centro Médico Veterinario de Paysandú (CMVP), sostiene que “aquellos vientres que entraron en buen estado al servicio y que tuvieron una buena primavera, se preñaron muy bien, los que andan por arriba del 75%, e incluso hace unas horas terminé un rodeo de ganado con cría que estuvo en 93% de preñez”.
Acotó que también en las vaquillonas “se verificaron buenos resultados, tanto en las inseminaciones como de servicios tempranos, aunque también hay rodeos de segunda cría que generalmente baja el porcentaje, pero no hemos visto todavía resultados catastróficos como en otros años”, por lo que consideró que habrá una preñez “buena”.
Explicó que en los casos en donde se realizó la aplicación de tablillas en los terneros “tuvieron buena respuesta, porque si bien la condición corporal de la vaca bajó durante el servicio, esa pérdida de estado se revirtió con la tablilla y le dio para tener una preñez de cola que mejoró los resultados”.
VAQUILLONAS Y VACAS
Guillermo De Nava manifestó que las vaquillonas “sorprendentemente tuvieron buenos resultados, y eso lo veíamos en las revisaciones sanitarias previas a los programas de inseminación durante la primavera del año pasado, en donde la ciclicidad venía bastante bien en comparación con el año anterior”.
Lo atribuyó a un invierno 2017 “que fue benigno, que determinó que la categoría vaquillonas en el momento que el productor decidió entorarla en general estaban ciclando en una proporción muy alta de la población, en consecuente agarraron cría bien y los resultados no fueron malos, en los programas de inseminación y en monta natural”.
En el caso de la vaca de primera cría la situación fue distinta. “En general el ganado parió bien en la primavera 2017, pero en muchos casos la situación se comenzó a complicar, no llovió como debía llover y no hubo el crecimiento de pasturas que esperábamos, y por consiguiente el panorama se comenzó a complicar paulatinamente a partir de noviembre, por lo que en esa categoría que fue la más complicada para preñar, encontramos los niveles de anestro más altos”.
De Nava permanentemente alienta al monitoreo de entore en la revisación de todas las vacas paridas, “porque de alguna manera nos indica en donde estamos parados, y también nos permite caracterizar las vacas de acuerdo a su estatus fisiológico. Sorprendentemente muchas vacas ya estaban preñadas, incluso en lo primeros días de su función reproductiva en el monitoreo de entore, por lo que son las vacas más productivas y más rentables, porque no necesitan de nuestra intervención para preñarse”.
A esto se suma que “van a parir en la primavera 2018 tempranamente, y lógicamente van a destetarse terneros bastante más pesados que el promedio de la población ganadera”.
DESAFÍOS
Manifestó que ahora que se termina de diagnosticar la última vaca, “se debe comenzar a trabajar en la preparación para el servicio 2018-2019. Allí cuando se identifican las vacas que están preñadas, ahí empieza nuevamente el desafío de decir, queremos seguir con estos niveles de producción, por lo que se debe procurar que las vacas pasen el invierno de la mejor manera”.
Sostuvo que los campos “están muy verdes pero bajos, o sea que no tienen oferta de forraje, y eso que determina que el ganado aún no tenga la condición necesaria al ingreso del otoño. Están todas las fichas en que las primeras heladas se sigan retrasando y que venga más lluvias y que esas vacas que fueron destetadas tempranamente, puedan agarrar mejor condición corporal”, dijo De Nava.