Los campos de diferentes partes del país, en especial del norte, presentan actualmente baja disponibilidad de pasto. En campos naturales con promedios de altura de las pasturas inferiores a cinco centímetros, los animales pierden peso y condición corporal por esta condición. Como consecuencia de la situación actual, técnicos de las instituciones de investigación, como el Instituto Plan Agropecuario (IPA) y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), aconsejan tomar medidas para que el rodeo de cría siga produciendo.
En tal sentido, sostienen que “queda poco tiempo para que las pasturas naturales crezcan. Hasta mediados de abril, los campos naturales acumulan forraje; luego la producción disminuye. Conociendo este comportamiento, se puede saber que en invierno habrá baja disponibilidad de pasto en general, exceptuando algunas zonas del sur y Este del país. Previendo que desde mayo a agosto no habrá un crecimiento significativo de las pasturas naturales y como máximo se tendrá el forraje que hay hoy, seguramente los animales pierdan peso y condición corporal.
Por esto se deben tomar algunas medidas de manejo tendientes a maximizar la eficiencia de los pocos recursos disponibles. Por ejemplo, las vacas paridas en primavera tienen que ser destetadas sí o sí para bajar sus requerimientos. Luego se les debe realizar diagnóstico de gestación para identificar las que estén preñadas y, en el caso de que tengan baja condición corporal, asignarles los mejores recursos disponibles. Teniendo en cuenta los vientres que fueron entorados o inseminados en primavera, los preñados por primera vez serán los más sensibles, debiendo tratarlos también en forma diferencial ya que, de lo contrario, se dificultará volver a preñarlos en el próximo entore.
En el caso de estos animales (primera preñez y baja condición corporal), ya se puede decidir tomar medidas de manejo diferenciales en el próximo entore. El diagnóstico de actividad ovárica será una herramienta útil para conocer su estado reproductivo y con base en sus resultados determinar las medidas de manejo a implementar, dentro de las que podemos optar por flushing o destete precoz. Teniendo en cuenta las vacas paridas en otoño, se puede pensar en realizarles destete precoz para disminuir sus requerimientos y suplementar los terneros, que es menos costoso y más eficiente.
Se deben analizar las opciones disponibles, pero basados en información, pesando los animales, evaluando la condición corporal para planificar a qué categoría y animales darles una atención diferente. También hay que aprovechar el precio que todavía hoy existe y minimizar el impacto negativo de esta situación de déficit forrajero.
OPCIONES DE SIEMBRA
Si bien es algo tarde, el ingeniero agrónomo Julio Perrachón del Plan Agropecuario entiende que una opción para lograr forraje rápidamente puede ser la siembra de verdeos de invierno (raigrás, trigo y cebada), realizando el primer pastoreo 40 días después de la siembra.
En cuanto a algunas características de los verdeos de invierno, el raigrás es una gramínea anual de ciclo largo, muy rústica, buena producción de forraje, excelente calidad, buen rebrote, buen comportamiento sanitario (roya de hoja), poco afectado por pulgón y con gran resistencia al pisoteo.
Tiene una muy buena resiembra y excelente respuesta a la fertilización nitrogenada que, en este caso, se realizará naturalmente como consecuencia del déficit hídrico. Esta gramínea no responde bien a la falta de agua, con las últimas lluvias se espera que su desempeño sea bueno. La densidad de siembra recomendada es de 25 kilos por hectárea.
TRIGO
Este cultivo ofrece una buena calidad de forraje y numerosos pastoreos si el clima lo beneficia, proporcionando forraje desde fines de otoño a fines de invierno.
La época de siembra depende de cuál será el destino del cultivo y de la variedad a utilizar. Se puede pensar en la producción doble propósito (grano y forraje).
El período de siembra más adecuado va desde principio de abril a fines de mayo.
Si el objetivo principal del cultivo es el pastoreo, cuanto más se atrasa la época de siembra ideal, más se atrasa el primer pastoreo y, por lo tanto, se pierde el potencial de aporte de forraje (disminuye número de pastoreos). La densidad de siembra recomendada es de 100 kilos por hectárea.
CEBADA
En Uruguay, este cultivo es seleccionado con destino al malteado para la elaboración de cerveza y no como productor de forraje.
Por este motivo, no posee muchas ventajas en comparación con el resto de los verdeos. La principal característica como forrajera es su precocidad. Se implanta y permite ser pastoreada en un tiempo corto con respecto a otros verdeos, pero tiene menor respuesta al rebrote. La densidad de siembra recomendada es de 80 kilos por hectárea.
AVENA
Si bien la avena es un verdeo de invierno como los que citamos, la fecha ideal de siembra es durante febrero, por lo que ofrece forraje a principio de otoño.
Si se sembrara en abril, con el objetivo de ser pastoreada, no se aprovecharía todo el potencial de producción. El raigrás, trigo y cebada sembrados a principio de otoño producen forraje de mayor calidad y más rápidamente si los comparamos con la avena sembrada en la misma fecha.
