Fue la noticia del día de un Mundial que recién comenzará hoy, y más allá del resultado final seguramente las repercusiones irán más allá de la cita en Rusia: España cesó a dos días del inicio de la competencia al técnico Julen Lopetegui, y designó a Fernando Hierro como su sucesor.
Las cosas comenzaron a precipitarse el día anterior, cuando el Real Madrid y el técnico del combinado, que hace apenas un par de semanas había firmado la renovación con la Real Federación Española de Fútbol, anunciaron que sería el nuevo entrenador de los merengues.
El presidente de la Real Federación, Luis Rubiales, convocó en Rusia una conferencia de prensa sorpresiva, en la que anunció la decisión.
El motivo no fue otro que la molestia porque la Federación no tenía idea de las negociaciones, al punto que sus dirigentes se enteraron minutos antes de que el Real Madrid diera a conocer el comunicado.
Los merengues contrataron a Lopetegui por tres temporadas, lo que generó la locura en filas de la selección.
Rápidamente Rubiales anunció que Fernando Hierro asumiría de manera instantánea como técnico de la Furia Roja en este Mundial. Hierro es el actual director deportivo de la Real Federación, y debutará en el banco mañana ante Portugal por el Grupo B.
El objetivo de Hierro será, seguramente, tocar lo menos posible. Pero el escándalo está instalado. Y habrá que esperar por los resultados para conocer si la jugada salió bien, o está acorde a lo escandalosa que resultó, más allá del motivo.
