¡Milagro!

Croacia definirá el domingo, desde la hora 12 de nuestro país, el título de la Copa del Mundo de Rusia 2018 ante Francia, y llegará con el sueño intacto de seguir sorprendiendo a todos.
Un pequeño país, con una población de cuatro millones de personas, aspirará en la gran final a lograr su primer título del mundo. “Nos hemos hecho un hueco en los libros de historia como el país más pequeño, junto con Uruguay, en acceder a una final. Y si tienes en cuenta la infraestructura que tenemos, somos un milagro”.
Las palabras no vienen de otra persona que del técnico Zlatko Dalic, que en menos de un año de estar al frente de la selección no solo la clasificó al Mundial cuando estaba sumamente complicada, sino que la metió de lleno en la definición.
“Esta es una oportunidad que solo pasa una vez en la vida. Ha sido difícil llegar hasta aquí, pero estoy seguro que vamos a encontrar las fuerzas. No puede haber excusas”, sentenció ayer en conferencia de prensa.
Croacia no tiene excusas. Y peleará hasta el último minuto con su estilo, el de poner el alma y el corazón en cada pelota. Pero también con esa cuota de fútbol a la que se aferró con éxito.
Por lo pronto, los croatas superaron su mejor actuación en un Mundial: aquel tercer puesto logrado en Francia 98.
Para Dalic, la clave es el grupo. Y es por eso que no dudó tras el primer partido mundialista eliminar del plantel al delantero Nikola Kalinic por negarse a ingresar en los últimos instantes del compromiso debut. “Quizás esta haya sido una de las Copas más raras, porque ha demostrado que el fútbol avanzó tanto que cualquier equipo puede tener un buen bloque defensivo, organización y que no hay grandes victorias. Ser un equipo lo es todo”, remarcó.
Todo lo contrario se vive en la vereda de enfrente. Francia se consagró en el Mundial que organizó en 1998, pero llega con la espina clavada de lo sucedido en la final de la Eurocopa 2016, cuando cedió ante Portugal de manera increíble.
Varios de los jugadores que integran el plantel que orienta Didier Deschamps estuvieron en aquella ocasión. Y se preparan para alejar toda posibilidad de que el domingo la mala experiencia pueda repetirse.
“Yo no tengo la estrella. La llevo en la camiseta, pero yo no la gané. Y tengo ganas de conseguirla”, dijo Paul Pogba, pintando de cuerpo entero el sentimiento de los galos de cara al partido. “No hemos llegado tan lejos para rendirnos. Conozco el gusto de la derrota en una final y no es bueno, es muy amargo”.

Arbitros

El árbitro argentino Néstor Pitana dirigirá la final del Mundial de Rusia 2018 entre Francia y Croacia, el domingo próximo en el estadio Luzhniki en Moscú.
Pitana, de 43 años, había dirigido el partido inaugural del Mundial 2018 en el que Rusia goleó 5 a 0 a Arabia Saudí por el Grupo A que integró Uruguay en la fase inicial. Además, estuvo en la goleada 3 a 0 de Suecia a México, la victoria de Croacia por penales sobre Dinamarca por los octavos de final y también en cuartos de final el duelo que Francia derrotó por 2 a 0 a Uruguay. El árbitro argentino será acompañado desde las bandas por sus coterráneos Hernán Maidana (46) y Juan Pablo Belatti (39).
Pitana es árbitro FIFA desde 2010, y tuvo su primera experiencia mundialista en Brasil 2014, dirigiendo sus tres primeros partidos en el torneo. No será la primera vez que un árbitro argentino dirija una final. Y, coincidentemente, tampoco Pitana será el primero en haber arbitrado el choque inaugural y la final: Horacio Elizondo ya tuvo la experiencia en el Mundial de Alemania 2006.
El iraní Alireza Faghani será el encargado de pitar mañana en el partido entre Bélgica e Inglaterra por el tercer puesto.