Para el presidente del Centro Comercial e Industrial de Paysandú, Jorge Ledesma, el creciente desnivel de precios entre Uruguay y Argentina, que se ha ido revertiendo en favor de la Argentina en los últimos meses, ya impacta en esta orilla, agravado por el desnivel en los valores de los combustibles. Asimismo, evaluó que en Paysandú, por lo general, el visitante argentino se focaliza en comprar determinados artículos que todavía le siguen conviniendo: vestimenta, aparatos electrodomésticos, entre otros. En tanto, el consumidor uruguayo se dirige a otro tipo de consumo.
Ledesma destacó que este desfasaje cambiario y de relación de precios que se manifiesta en ambas orillas “va a repercutir y ya lo está haciendo, teniendo en cuenta los turistas que nos visitan. Evidentemente impacta en el consumo local, porque cuando nos encarecemos, la gente no nos prefiere. Pero hay todavía algunos rubros que a los argentinos les siguen sirviendo y son los que tienen que ver con la vestimenta, artículos electrodomésticos y otros relacionados con la tecnología, que siguen interesándoles y se mantiene la diferencia. Hay otros rubros que ya no les son favorables. Pero debe tenerse presente que no eran tampoco motivo de su consumo, porque ellos siempre han estado visitándonos por lo que realmente les sirve y es una diferencia apreciable, tanto en calidad como en precios en esos rubros”.
Consultado sobre si nota una corriente compradora de sanduceros en Colón, expresó que “efectivamente es así. Hoy estamos quedando bastante en desventaja y, a su vez, motivado por el costo del combustible, hace que el consumo se traslade. Por eso se insistió con que se aplicara la rebaja del Imesi, que en algún momento era más beneficioso y esta que se aplica ahora es mejor que nada, pero no es suficiente y el consumidor uruguayo sigue tentado por la diferencia que tiene en el combustible argentino”.
El descuento es menor
Con respecta a la diferencia de precios de los carburantes entre una y otra orilla, con base en este régimen de descuentos que ha comenzado a aplicarse y el que rigió antes, Ledesma explicó que “arrancamos en su momento con un descuento del 28%, después fue un 24 y ahora es un 8. El tema es que ahora se ponderan otros costos que para nosotros no son de recibo, ni mucho menos justificados, para otorgar este descuento”.
“En principio, nos habían dicho que no, porque nosotros arrancamos en febrero, cuando la diferencia ya se venía notando y para nosotros superaba el 15% que estaba establecido por decreto. Entonces, la respuesta fue negativa, nos dijeron que no estaba dada esa diferencia. Después, como consecuencia de esa respuesta, pedimos cuáles eran los cálculos que hacían, que les llevaban a decir que esa diferencia no era tal”, acotó.
Puntualizó que “recibimos una respuesta hace un mes, diciendo que les estaba dando un 12%, como máximo, de diferencia y no el 15 que nosotros entendíamos. Pero para llegar a ese 12% se hacía un prorrateo de las distancias que hay entre Fray Bentos y Gualeguaychú, entre Paysandú y Colón, y entre Salto y Concordia. Se sumaban todas esas diferencias en kilómetros y se hacía un prorrateo para evaluar cuánto combustible se gasta para trasladarse a esas localidades. Ese costo lo agregan al valor de la nafta argentina, todo prorrateado, y se le agrega el costo del peaje, además de las horas valoradas en pesos de que disponen los consumidores uruguayos para ir a cargar nafta”.
“Entonces, claro, cuando se trata de agregar cosas, se llega al número que uno quiere creer. Por eso decimos que esos argumentos no son de recibo, porque la gran mayoría de los consumidores sacan cuentas básicas. A su vez, no es solo el combustible, sino que hay otros precios que también forman parte de la ecuación del consumidor fronterizo, todo lo que es de influencia en el deterioro del comercio local”, reflexionó.
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