La frase del título es clara y elocuente de lo que se aprecia hoy en algunos campos de la zona de la Cuchilla del Fuego, al Este del departamento de Paysandú. “Ganado muerto por todos lados y productores tirando fardos como soluciones”, sintetizaba un productor de la zona a EL TELEGRAFO, en tanto el ingeniero agrónomo Marcelo Pereira Machín, coordinador de la regional Litoral Norte del Instituto Plan Agropecuario (IPA), sobrevoló la zona para apreciar desde otro ángulo la situación.
“Acá los campos están sumamente sentidos”, manifestó Guillermo Souza, y para explicar el panorama de los últimos meses se remonta a lo viejo y sabido. “Si el verano es muy bueno, los inviernos no van a ser malos para las pasturas. Ahora, si el verano es malo (como el más reciente), agarrate porque el invierno va a ser un desastre”.
Y por eso actualizó la situación. “El invierno vino corto de pasto, pero fue fuerte y largo, lo que ha determinado que no haya nada de pasto, con el ganado muy sentido, falta temperatura en el suelo, no hay brotes y genera que hoy está todo muy complicado”.
Más allá de aclarar que no a todos se les está muriendo ganado, puntualizó que “hay productores que les cuesta mucho ajustarse a la carga real y eso determina la falta de pasturas. Llega la primavera y esperás que sea buena; pasó el verano y pretendemos que el otoño sea mejor y cuando entra al invierno con una carga superpesada de la primavera y se comienza a definir la situación: el ganado se viene para atrás y un mes pasa volando”.
“Pretendés empezar a mover el ganado para zafar de la situación y las consecuencias hoy están a la vista. Ves ganado muerto por todos lados y productores tirando fardos como búsqueda de soluciones, que no solucionan nada”, dijo Souza desde su establecimiento en plena cuchilla.
El productor sostiene que la gente “busca alternativas que no brindan una solución real. Hay tecnologías, pero no se ven que sean aplicadas para ver si se soluciona esto. Y si tenemos en cuenta la baja temperatura que continúa, esto sigue por más tiempo todavía”.
Entiende que el fardo es un complemento “cuando brindás proteína, pero no tiene solución cualitativa para el ganado, al punto de que se ven vacas muertas arriba de los fardos. Comieron la paja que es como un cartón y el ganado está muriendo arriba de los colchones de los fardos tirados”.
Aclaró que, para esto, el productor necesita toda una estructura, como “aros y líneas de alimentación para que el ganado solamente vaya sacando una cantidad, complementando con una ración de dieta de contención; tecnologías que están disponibles, pero venir a aplicarlas a última hora es muy difícil”, manifestó el productor.
Son varios los productores que han comentado el incesante paso de camiones por la zona transportando fardos. “Podrá no ser tan malo el panorama como ya venía, pero hay productores a los que se les han muerto cantidades bárbaras de ganado”.
Es vox pópuli la situación de un productor, del que –se estima– ya son más de 280 los vacunos muertos; otro no muy lejano con más de 60 reses y otros casos de productores que ha retirado el ganado de campos cercanos a los caminos vecinales para que no se vea la situación de sus haciendas, aunque también eso podrá facilitar que esos campos comiencen a venir con mejor y mayor pastura.
“En esto también hay una cuestión cultural”, explicó Souza. “A los productores ganaderos les cuesta reconocer los errores y decir que se te murió el 20 o 30 por ciento del ganado por una falta de ajuste de carga, cuando sos un productor de años, es muy difícil”.
“Es una lástima, porque lo que se debe hacer de eso es transformar la situación en algo crítico para poder buscar asesoramiento y saber que para adelante te queda una punta de ganado que tendrás que solucionar”, manifestó el productor. “También he escuchado a productores que se rehúsan ir detrás de asesoramiento técnico, porque compraron ración y dicen ‘no tengo plata y se me están muriendo las vacas’”, agregó.
Y fue más claro aún al precisar que “hay hasta recelo de decir que la situación está horrible, porque está horrible, y no son uno o dos productores, sino la gran mayoría de los productores que están en problemas, tanto de falta de pasto como de ganado sentido y una perspectiva para adelante nada linda”.
Entiende que los productores “nos descansamos porque venimos de más de 10 años sin tener situaciones extremas. Pequeñas secas, pero no tan fuertes como fue el verano y crudas como este invierno que hace muchos años no se ve”.
Cuereando a lo grande
Para Giancarlo Menegazzi, de la zona de Merinos, “el verde siempre se mantuvo porque el invierno no fue muy helador, pero no vino nada de pasto y las reservas que había en el campo se terminaron y la mayoría de los productores está hoy a fardo y ración”.
Sobre las versiones de muerte de decenas de cabezas de ganado, fue muy claro. “Hay gente que está cuereando y cuereando grande”, citando que el panorama se aprecia “en algunos establecimientos en particular, sobre todo, por la ruta 4 rumbo al puente de tablas y al Queguay. Hay un productor de la zona que lleva más de 200 vacas que es un número importante”.
“Para el lado de Tres Árboles también me he enterado de algún productor que está cuereando”, sostuvo Menegazzi a EL TELE-GRAFO, pero explicó que es un tema de “las cargas, dependiendo de las medidas que tomó cada productor en el verano, de sacarle el ternero a la vacas en forma temprana, de haber guardado como nosotros hicimos, un potrero por abril y mayo, que nos permitió hacer una pequeña reserva”.
El productor entiende que en este invierno “va a quedar en su predio alguna vaca por el camino. Estimó que serán cuatro o cinco vacas que son más viejas y están con menos dientes”, pero afirmó que “es una pérdida razonable dentro de la gravedad del problema”.
Ovinos
Para Guillermo Souza, se ve un aumento en la carga de ovinos “y la gente ha apretado la carga de ovejas, pero se debe ajustar la carga vacuna, debe haber un equilibrio porque son campos difíciles y no son de superdotaciones, a no ser que se hagan sistemas de intensificación”. Como regla, aclaró que “si apretás la oveja ahora que está bajo, olvidate de que vas a tener la posibilidad que venga pasto en primavera. Para esto tendría que haber un sistema de rotación muy bien implementado, sacrificando algún potrero con ovejas y empezar a apartar algunas categorías”.
Se refirió al manejo que lleva en algunos casos a sobrepoblar campos. “Hemos visto tras la esquila preparto a gente que se le han muerto las ovejas, justamente porque vinieron algunas lluvias y estaban débiles”.
Y aclaró que “se han muerto ovejas por debilidad y corderos a causa de los temporales. Porque además, la oveja cuando siente debilidad abandona el corderos y produce que la mortandad no sea exclusivamente del frío, sino de la debilidad de la propia madre”. Reiteró que también para los criadores de ovinos hay herramientas, “como son los pronósticos de tiempo, indicadores de posibilidades de encierro para las pariciones, etcétera”.
Giancarlo Menegazzi comentó que la majada de su predio comenzó a parir el 15 de junio y los temporales me agarraron en el grueso de la parición, pero no ocasionó gran mortandad. La majada venía con un estado excepcional por el verano seco, porque es lo que le gusta y le sirve, y hace muchos años que no veía a la majada gorda”, apuntó.
A eso se suma que realizó el descole hace 15 días “y la corderada está hermosa, gorda y sana, lo que demuestra que la madre está produciendo buena leche, porque no tuvimos una seguidilla de helada que quemara todo y el verde cortito quedó y eso para la oveja es muy bueno”.
Reconoció que en lo sanitario la problemática de la sarna y piojo ovino en la zona “es imponente. Saltó para la zona de Piñera y La Lolita”, pero entiende que el error “viene en sacar la obligatoriedad del baño, como también ocurre en la brucelosis”, dijo. También mencionó que, en el caso del productor que es prolijo, “esto no lo afectó. Ese productor siguió bañando y el que no lo es, cuando le sacaron la obligación, dejó de bañar, entonces hay contagio y movimiento”.
