Más de 400 productores, técnicos y estudiantes participaron en la víspera de la primera jornada de la 20ª actividad de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC), que lleva adelante el ingeniero agrónomo Álvaro Simeone y que se cumplió en el predio de la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni” (Eemac), de Facultad de Agronomía, y hoy continúa durante toda la jornada en el salón Egeo.
Se mostró la suplementación de terneros sobre propuestas forrajeras nuevas con alimentos no convencionales, castración a diferentes edades y desempeño posterior a su realización, así como alternativas de manejo para la recría a corral: opciones para el sistema ADT. También se apreció el engorde a corral de larga duración y posteriormente el manejo de nuevas alternativas forrajeras: el caso del raigrás Bill Max.
Simeone se refirió a las experiencias con suplementación sobre verdeos con granos de lupino, que “es una alternativa novedosa para las rotaciones”, dijo, en diálogo con EL TELEGRAFO. Es una especie de soja de invierno, con DDGS, arriba de mezclas forrajeras nuevas, en un acuerdo con Gentos”, explicó. “Hay una mezcla de avena con un raigrás precoz, un raigrás puro, una intersiembra para darle un año más de duración a la pradera, siempre reconociendo que el pasto es un elemento importante en nuestro sistema de producción”.
Una de las atracciones fue la experiencia de alimentación a corral. “Corral de 210 días de duración para producir una carcasa de 350 kilos, pensando en futuros mercados e ir un paso adelante, tratando de generar coeficientes técnicos que nos digan ‘ese ojo de bife con un nivel de marmoleo determinado me baja la conversión porque el animal es muy grande y precisa muchos kilos de comida para depositar un kilo de peso vivo’”, sostuvo.
Tras una breve presentación argumental, se recorrieron los cinco experimentos que están en ejecución. A los datos de alimentación de terneros y novillitos, se vieron novillos de 600 kilos. Son alimentados con varias fuentes de sorgo y maíz, y tienen diferentes edades.
