Investigación arrojó que hubo mal procedimiento en el caso de joven fallecida en Emergencias de mutualista local

Tras la denuncia presentada por la familia de Victoria Soledad Gómez Portillo, de 24 años, fallecida en el servicio de Emergencias de Comepa en la madrugada del 19 de setiembre del año pasado, la investigación practicada concluyó que el deceso se habría debido a alergia medicamentosa al antiemético denominado Primperan. El caso tomó conocimiento público tras la difusión en la edición impresa de EL TELEGRAFO del 28 de setiembre de 2017; ahora, con las pericias obtenidas, las resoluciones están en manos de la Justicia, que deberá comenzar en breve la citación de los involucrados.
Según los documentos a los que tuvo acceso este medio, el resultado –fundamentado incluso en precisos informes realizados por tres catedráticos en Medicina– indica además que esta alergia ya se le había manifestado a la paciente cuando dio a luz por cesárea a su único hijo –hoy de 2 años–, y eso no fue ingresado a su historia clínica; tampoco notificado a la usuaria o familiares a fin de tener ese dato relevante como referencia futura. Esta grave omisión, que habría llevado incluso a incumplir lo previsto en el Sistema Nacional de Farmacovigilancia (Ordenanza del MSP Nº 798, de 2014), podría haber evitado que la paciente fuese tratada con ese medicamento cuando arribó a emergencias con un cuadro de dolor abdominal.
Tanto para la familia de Gómez como para su abogado existen evidencias y pruebas que demostrarían que hubo un daño por “aparente impericia y negligencia, que pudo ser prevenido consignando la alerta del antecedente alérgico y comunicando a la paciente, lo que jamás se hizo”.
En tanto, un informe de Comepa (que confirmó que atenderá a EL TELEGRAFO luego de la reunión de comisión directiva), presentado como respuesta a la Fiscalía, admitiría que no se generó advertencia en la historia clínica por el equipo que asistió en el parto fechado el 11 de junio de 2016 porque “la intensidad del evento y la inmediata resolución del mismo no lo ameritó”. Es decir, ni la paciente ni la familia fueron advertidos de la reacción alérgica al Primperan.
Pero además, se estaría violando la Ordenanza del Ministerio de Salud Pública que establece que las funciones y responsabilidades de la Unidad de Farmacovigilancia son “recibir, evaluar, realizar el seguimiento e ingresar en la base de datos nacional las notificaciones de sospechas de reacciones adversas a medicamentos; productos biológicos; inclusive plantas medicinales y medicamentos tradicionales (…)

(Información completa en edición impresa)