Planteo para que se prohíban carreras de galgos en Paysandú

Con la perspectiva de que se pueda repicar la iniciativa en otras intendencias y se llegue a una legislación nacional, la edila nacionalista Sandra Castrillón ha presentado una inquietud en la Junta Departamental de Paysandú, con vistas a la aprobación de un decreto departamental que prohíba las carreras de galgos y la construcción de canódromos.
Explicó por qué habla de prohibición y no regulación. “En el caso de la regulación, estaríamos aceptando algo bajo ciertas condiciones, se regularían las competencias, lo que se puede y no se puede hacer con esos animales que corren, pero esto no conlleva en sí todo lo demás que trae esta práctica aparejado: la monta forzada de las perras para la reproducción”, afirmó.
Acotó que “sabemos que una perra puede procrear 20 o más cachorros por año, de los cuales 3 o 4 servirían para el fin de las carreras. ¿Y los otros? Seguramente terminarían agravando el gran problema que tenemos hoy con los animales abandonados en las calles y las jaurías que matan ovejas”.
Subrayó Castrillón que “la culpa no es de los animales, sino de las personas sin responsabilidad y faltos de humanidad que los abandonan a su suerte y los animales responden a su instinto y necesidad biológica de alimentarse, lo que después se transforma en dañino. Otra de las cosas que trae en sí esta práctica es el uso de sustancias no permitidas y mortalmente perjudiciales para los animales; la timba, apuestan dinero en las competencias, lucran con los animales, los que crían y los venden”.
Amplió que la vida útil para esta actividad en el caso del perro corredor ronda alrededor de los tres o cuatro años, cuando su expectativa de vida en condiciones normales sería de unos 12 o 13 años. “Por lo tanto, después que no sirven para competir son desechados y a veces sacrificados si pierden la carrera o usadas las hembras para reproducción. Otro problema son las zoonosis y si tenemos superpoblación de perros sin cuidado ni atención es cuando crecen estos problemas. Por estas y muchas cosas más, es que luchamos por la prohibición de las competencias de galgos, porque el maltrato no se regula: se prohíbe”.