Era un partido clásico y como tal se jugó. Con un excelente primer tiempo, donde ambos jugaron de buena manera, con un segundo donde prontamente Estudiantil se puso en ventaja. Luego perdió chances claras de aumentar y casi lo paga caro cuando cerca del final Bella Vista casi se lo empata.
Estudiantil ganó bien, con merecimientos. Bella Vista fue en esta oportunidad menos que su rival y aun así dio batalla hasta el final.
Después, cuando terminó el partido, fuera del escenario de juego, dentro del predio y en las afueras del mismo, lo que nunca queremos ver: desencuentros, insultos, corridas, golpes, que motivaron el arribo de refuerzos policiales para controlar la situación. No sabemos si mediaron provocaciones, pero varios hinchas de Bella Vista estaban muy nerviosos. Parece mentira: unos pocos terminan complicando y generando estas situaciones.
Estudiantil sorprendió con su planteo al adversario. Le controló las usinas generadoras de fútbol, lo apretó en el medio donde Agüero se hizo sentir en un buen medio campo, y lo atacó con profundidad generando dos chances seguidas de gol.
De a poco fue reaccionando Bella Vista, emparejando el juego y provocando dos situaciones muy comprometidas para el arco del local. Se fueron al descanso con marcador cerrado, y en el mismo inicio del segundo tiempo Sabaño, la figura del partido, ganó en velocidad, definió muy bien y anotó el que sería el gol de la victoria.
Allí cambió el partido. Bella Vista con la iniciativa, Estudiantil buscando la contra. Y el dueño de casa se perdió tres o cuatro oportunidades claras de aumentar, entre la impericia en el remate y las excelentes repuestas del arquero Giossa.
Eso le dio pie a Bella Vista para mantener hasta el final la chance de poder empatar. Casi lo consigue Espinosa cuando elevó demasiado la pelota ya con el arquero vencido. Y se fue el partido, ganó Estudiantil que mejora en la tabla, mientras que se aleja de la punta Bella Vista. “Chapatín”
