Al menos en un caso confirmado por EL TELEGRAFO –aunque son varios los comentarios que circulan– dos hombres se presentaron en una vivienda y un tercero esperaba en el auto, afirmando ser inspectores de la Intendencia (otros dijeron del Ministerio de Salud Pública) y solicitando el ingreso a la vivienda, a lo que afortunadamente las señoras se opusieron.
En el caso de la hermana Mirandolina, de la Congregación Hermanitas de la Asunción, “paró un auto negro, se bajaron dos muchachos y los atendí por la mirilla de la puerta. Me dijeron que eran de la Intendencia y venían por el dengue, y tenían que revisar el jardín. Les dije que pasaran y me pidieron que saliera yo para ver las plantas, entonces vino la otra hermana y les dijo si tenían alguna orden para ingresar. Como no tenían, dijeron que iban a la Intendencia a buscar la orden, pero no aparecieron más”. Detalló que uno vestía pantalón jean y campera gris con capucha, mientras que al otro no lo miró, como tampoco distinguió claramente a un tercero que se bajó del auto.
Juan Gorosterrazú, director departamental de Salud y de quien depende el control del dengue, no de la Intendencia, dijo a EL TELEGRAFO que “emitimos un comunicado” aclarando la forma de inspección, y que “los encuestadores están bien identificados con camperas de Coseden”, mientras que ellos no recibieron denuncias, sino que fue la Policía. (Más información en edición impresa)
