“La cooperativa es un reflejo de lo que le sucede a los productores”, indicó Simeán

“Es normal que cuando el productor está en dificultades, a la cooperativa también se le haga difícil afrontar la coyuntura que se vive”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Luis Simean, gerente de Copagran filial Paysandú, por lo que aseguró que “la cooperativa es un reflejo de lo que le sucede al productor”.
Explicó que “estamos tratando de hacer frente a la situación, consolidándose para brindarle respuestas al productor, y para eso debe recuperar créditos, apoyarse en los proveedores y conseguir los respaldos suficientes para brindar el apoyo que el productor necesita”.
Recordó que “como lo hablamos con los socios, hay que darse la mano unos con otros para poder salir adelante”. Precisó que “sabíamos que sería un año complicado, porque falta una parte importante de la producción, porque se cosechó poco más del tercio de la soja que se pensaba cosechar, y ese producto faltó en el mercado y es liquidez que está faltando”.
“Hoy se trabaja con una apuesta fuerte al cultivo de invierno, que por suerte los productores acompañaron y la cooperativa hizo un área importante de invierno”, indicó el profesional sanducero. “Están bien y son el mojón elemental que nos permitirá pasar a la zafra de verano, que es la locomotora que cincha todos los vagones del agro”, acotó.
Una de las fortalezas de Copagran “es ser una cooperativa diversificada. Si bien una parte importante de la facturación son los granos, tener negocios ganaderos, forrajeros, de producción de semillas, nutrición animal y toda la parte de alimentación de ganado, que es un sector que este invierno se movió mucho, le da una fortaleza a la cooperativa y le genera ingresos en momentos que el negocio de los granos puede estar flaqueando”.

Buen desarrollo

Sobre el desarrollo de los cultivos de invierno dijo que “es bueno”, y desde la cooperativa “se está viviendo con mucha ansiedad y expectativas, porque es la apuesta que hizo el productor para tener una buena zafra y que sea el mojón para llegar a la siembra de verano, y la soja en especial”. Explicó que las condiciones climáticas “han acompañado más allá de algún exceso de lluvias”. Esto se debe a que tuvimos jornadas “no tan calurosas, que no han afectado mayormente”. De todas maneras, reconoció que ahora se vienen “etapas cruciales como el encañado y posteriormente la espigazón, que son momentos claves en los cultivos de invierno”. Para eso se esperan “días frescos y con la menor cantidad de lluvias posible”.
Los anuncios de una primavera Niña (lluvias por encima de lo normal) “es lo que nos tiene preocupados, tomándose las previsiones en las aplicaciones de fungicidas en el momento de espigazón y floración, y deseando que las lluvias sean lo menos intensas posibles”.

Auspiciosas expectativas

Las expectativas de cara a una nueva zafra de verano “son auspiciosas”, aseguró Simeán. “Pensamos que el área será similar a los dos últimos años de soja, incluso algo por encima”.
Se refirió a la demanda de insumos y especialmente de semilla, que es lo que se está reservando con mayor anticipación “porque podría haber alguna limitante en la cantidad de semillas”, dijo. Y acotó que la intención de siembra “viene siendo buena, tanto para la soja como para el sorgo de ALUR, debido a que la empresa ya largó sus planes comerciales, con un precio base de U$S 160, por encima del año pasado”. Manifestó que el productor “consulta bastante sobre las variedades y ha acumulado bastante experiencia en estos años, sobre cuales son las variedades de mejor desempeño y cuales se comportan mejor, y cuales son las que dan más respuestas en la calidad en los años que han sido complicados”.
“Habrá un área importante de cultivos de primera en el eje de 40 al 50%, mientras que el resto será de segunda y se sembrará ni bien se coseche lo de invierno”, explicó el gerente de Copagran Paysandú.