“Se respondió, y se respondió fuerte”. La frase partió desde OFI, que cumplió con el pedido de AUF de responder al último envío de artículos del estatuto que se pretende ir armando para ser votado el 2 de diciembre.
Se había pedido que antes del 15 de octubre se plasmara una respuesta ante la AUF, y el fútbol del Interior cumplió. Y le mostró los tapones tanto a la AUF como a la propia FIFA, al exigir una reunión con el máximo organismo del fútbol mundial.
Es que hay una cruda realidad: ahora hay tres versiones del ya insoportablemente famoso estatuto. La avalada y consensuada el 22 de marzo, que no es otra que la que debió votarse el 6 de abril; una segunda que apareció el 28 de diciembre y se dice que tendría el visto bueno de FIFA, y ahora se suma una nueva versión, realizada por el estudio jurídico de González Mullin, que no se corresponde a ninguna de las otras dos. El lío, entonces, es grande.
Al fútbol del Interior nadie ha consultado sobre estos cambios, y el problema se agiganta. Sobre todo si se tiene en cuenta que había el 22 de marzo consenso sobre el documento, y ahora se han cambiado muchos artículos, y varios de los cuales están relacionados a otros que, por lo tanto, deberán cambiarse. Y habrá que discutir. La gran pregunta es saber, a esta altura del campeonato, si el tiempo será suficiente. Con este panorama, la respuesta se acerca a un no.