Desde la semana pasada, en los distintos servicios de asistencia en el uso de drogas así como en los centros educativos de todo el país, se está difundiendo una publicación realizada por el Instituto de Regulación y Control de Cannabis (Ircca). Es una guía con recomendaciones para reducir los riesgos asociados con el consumo de cannabis.
Ricardo Fleitas, director departamental del Mides Paysandú, recordó que la ley “de regulación de la marihuana, en sus primeros artículos, señala mensajes de prevención y los riesgos que trae el consumo de la marihuana”. Enfatizó que “en ningún momento la ley es promotora del consumo, como dice mucha gente. Tampoco sucedió lo que se auguraba, que surgida la ley iba a provocar un incremento en el consumo exponencial. Hasta ahora, la estadística no ha mostrado esa realidad; hay un aumento, pero no exponencial”.
La ley ya disponía la realización de campañas de prevención. “Este que acaba de salir es uno más de los instrumentos que se han desarrollado en este año y pico que lleva la ley. Es una guía que está inspirada en las pautas canadienses sobre el el riesgo del uso del cannabis”, indicó Fleitas.
Esta guía consiste en 10 recomendaciones “y se basa fundamentalmente en dejar bien claros todos los riesgos que trae el uso de la marihuana. Especialmente pone el énfasis en lo que implica para la embarazada y el riesgo para el niño que va a nacer, tanto en bajo peso, prematurez y todo lo que implica en el desarrollo neurológico de ese niño, por lo tanto, la recomendación de abstenerse durante el embarazo”, afirmó.
Otra de las recomendaciones que destacó es “abstenerse de consumir antes de conducir un vehículo o esperar a que termine el efecto de la sustancia psicoactiva. Ni que hablar si es un trabajador o trabajadora que está conduciendo maquinas pesadas, también, mientras esté bajo el efecto de la sustancia, no debe hacerlo”. El director recordó que existe “un marco para el consumo en el ámbito laboral. El empleador puede solicitar, si sospecha de una situación de consumo de sustancias, el retiro de esa situación”.
También se señala en el documento que el consumo en la adolescencia “puede despertar, en especial si hay antecedentes familiares, trastornos de tipo psicótico o patologías psiquiátricas. Por eso, también es recomendable que no se use en menores de 18 años. No está recomendada, la posibilidad de desencadenarse trastornos psiquiátricos es uno de los elementos de riesgo”, indicó Fleitas.
La guía está dirigida a profesionales, educadores, diferentes actores de la sociedad, a la hora de aconsejar y de marcar riesgos y daños, y se enmarca en la política de reducción de riesgos y daños de la Secretaría Nacional de Drogas.
“Es un lanzamiento que se realizó vía Internet y la hemos difundido a través de los diferentes centros educativos y de salud de Paysandú, esperando que pueda usarse para el debido asesoramiento. También está en los distintos servicios de atención que tenemos, como el Ciudadela, allí en Casa Joven, está el servicio de Comepa y el de ASSE, que también tienen sus respectivos servicios de asesoramiento en el tema drogas”, señaló.
Está disponible en versión PDF en la página del Instituto de Regulación y Control de Cannabis: www.ircca.gub.uy.
RECOMENDACIONES
Las recomendaciones que contiene son: “La forma más efectiva de evitar cualquier riesgo generado por el consumo del cannabis es abstenerse de usarlo”, “los mensajes de prevención deben enfatizar que, cuanto más tarde se inicie el consumo de cannabis, menores serán los riesgos de efectos adversos”, “los usuarios deben conocer la naturaleza y la composición de los productos de cannabis que utilizan e idealmente usar productos con bajo contenido de THC (tetrahidrocannabinol, elemento psicoactivo)”.
Además señala que “revisiones recientes sobre los cannabinoides sintéticos indican efectos adversos a la salud, notablemente más agudos y severos, por el uso de estos productos (incluidos los casos de muerte), debe evitarse el uso de estos productos”, “la inhalación habitual de cannabis quemado repercute negativamente en el sistema respiratorio. Generalmente es preferible evitar aquellos que implican fumar cannabis quemado”, “los usuarios deben evitar prácticas tales como inhalación profunda, retención de la respiración para aumentar la absorción de los componentes psicoactivos al fumar cannabis, ya que estas prácticas aumentan desproporcionadamente la ingesta de las sustancias tóxicas en el sistema pulmonar”, “el consumo frecuente o intensivo (por ejemplo, diariamente) de cannabis está fuertemente asociado con mayor riesgo de sufrir problemas sociales y de salud relacionados con dicho consumo”.
Asimismo, recomienda no conducir bajo los efectos del cannabis, ya que “está asociado con un mayor riesgo de participación en siniestros de tránsito. El consumo conjunto de cannabis y alcohol multiplica el deterioro y los riesgos para conducir y debe evitarse por completo”, “hay algunas poblaciones con un riesgo probablemente mayor de sufrir efectos nocivos relacionados con el cannabis y que deberían abstenerse de consumirlo”, en ese grupo incluye a “personas con predisposición o antecedentes familiares de primer grado de psicosis y trastornos por consumo de sustancias, así como mujeres embarazadas”.
Además advierte que “es probable que la combinación de algunos de los comportamientos riesgosos enumerados anteriormente aumente el riesgo de sufrir efectos nocivos por el consumo de cannabis”.
