Unidad de Investigación y Desarrollo en Eemac es una inversión público privada de casi U$S 1 millón

La Unidad de Investigación y Desarrollo (I+D) fue promovida y financiada por la Red Tecnológica Sectorial (RTS), y es una inversión económica público privada muy importante, “cercana al millón de dólares, y que va a quedar para la Estación Experimental “Dr. Mario A. Cassinoni (Eemac) de Facultad de Agronomía en Paysandú, que es la que finalmente define su uso”, manifestó el ingeniero agrónomo Pablo Chilibroste.
El docente e investigador de la Facultad de Agronomía aclaró que este no es un dato menor, ya que “no es lo que sucede en otros casos” y añadió que el modelo de trabajo “es el modelo Eemac”, más allá de que se trabaja con la convicción de que esta casa de estudios pone las nuevas instalaciones al servicio de este proyecto en virtud de su compromiso con este trabajo.
La plataforma de investigación y desarrollo en la unidad de lechería de la Facultad de Agronomía incluye un establo de cama caliente con varias subdivisiones y capacidad para 64 vacas, mediante el que se podrá estimar el impacto del ambiente en la productividad; comederos con sensores capaces de medir el consumo individual; y una sala de ordeñe con equipamiento de última generación, que permite la detección temprana de problemas tales como la mastitis.
El ingeniero agrónomo Ariel Castro significó que este acontecimiento “es importante no solamente para la Universidad de la República sino también para toda la comunidad científica y académica”. Destacó que esta infraestructura es de alta calidad “no porque haya quedado bonito, sino por lo que hay detrás”, refiriéndose a una trayectoria de trabajo y a una integración de equipo de investigación.
Agregó que este resultado, surgido del trabajo en equipo, sirve además como medio de interpelación. “Debería ser la norma y no un acontecimiento”, dijo y acotó que “debemos preguntarnos qué oportunidades aprovechó este grupo de investigadores y qué cosas hizo para lograr este avance, que otros grupos no han podido obtener”. Además, invitó a celebrar la investigación de calidad, a la que, aseguró, se llega “trabajando a largo plazo y para la que no hay atajos”, reafirmó.

EXPERIMENTOS
La plataforma I+D fue diseñada para generar información de forma pública, con base en objetivos acordados tanto por la industria y por los productores, usando estabulación como parte de sistema. Es así que de acuerdo a lo que informó Chilibroste, uno de los experimentos a desarrollarse tendrá como cometido comparar tres sistemas.
Por un lado un sistema totalmente estabulado sin acceso al pastoreo y sin exposición a variables climáticas. Por otro, el sistema intensivo tradicional en la lechería uruguaya, con alta carga, sin ningún tipo de estabulación, muy buen manejo del pastoreo y maximizando la producción y utilización de forraje, a cielo abierto, con muy buen control del manejo y con las condiciones climáticas existentes. El docente e investigador estimó que se cosechará en torno a los 10.000 kilos de forraje.
En medio, se ubicará un tercer sistema que pastorea tanto como el tradicional pero sin estar expuesto al barro ni al estrés calórico, porque comerá en el establo. Estas tres opciones van a proporcionar un panorama más o menos completo de situaciones, todas de buen manejo, que al término de dos años de desarrollo arroje datos sólidos y rigurosos, capaces de asignar números a todos los elementos de esa situación (biológico, económico, ambiental y valor industrial de la leche).
Chilibroste entiende que es información que se debe generar en el marco institucional y por parte de los productores a prueba y error, con los riesgos económicos que ello significa para sí y para el país. “Esto es un esfuerzo por anticiparnos a lo que viene, ponernos delante de los problemas y así generar información sólida y de base científica que muestre un panorama lo más completo posible de lo que está en juego en la selección del sistema de producción”. A partir de ahí, se discutirá la pertinencia de pasar a sistemas más caros desde el punto de vista de la infraestructura pero que, tal vez, considerando toda la cadena de producción, pueda otorgar beneficios que justifiquen ese cambio.

COMPROMISO
La Red Tecnológica Sectorial acordó en 2015 una agenda de investigación y un compromiso vinculado a la producción y utilización de forraje como condición de competitividad y sostenibilidad de los tambos, a la nutrición, reproducción y salud y a trabajar con otras herramientas, como la modelación, para evaluar tanto escenarios como sistemas de producción y analizar alternativas a estos sistemas.
Los trabajos desarrollados también llevaron a identificar la necesidad de mejorar la infraestructura de investigación buscando mejor complementariedad entre los distintos sistemas, marco en el cual se diseñó la Unidad I+D.
Chilibroste expresó que “lo novedoso es el modelo de investigación; esta inversión nos permite dar un salto en posibilidades de trabajo y esto puede resultar de interés a nivel internacional”.