Unidad Especializada en Violencia Doméstica y de Género lleva nombre del agente Juan Carlos Oviedo

En un clima emotivo, la ciudad de Quebracho inauguró la Unidad Especializada en Violencia Doméstica y de Género que lleva el nombre del extinto agente Juan Carlos Oviedo Custodio, que perdió la vida en marzo pasado cuando acudió en auxilio de una víctima de este flagelo. La unidad está ubicada en el predio de la Comisaría Sexta, de la cual depende. Estuvieron presentes autoridades ministeriales y de varias jefaturas de Policía del país, así como el Comando sanducero, el secretario general de la intendencia, Mario Díaz, el alcalde de Quebracho, Mario Bandera, el encargado de la Comisaría Sexta, suboficial mayor Roberto Alvez, autoridades militares, políticas, civiles y vecinos.
En tal sentido, el jefe de Policía de Paysandú, comisario general (R) Luis Mendoza, agradeció la presencia del Coro Polifónico de la intendencia y de alumnos de escuela, liceo, UTU, y la Escuela Agraria Guaviyú que formaron parte de la actividad. “Esta es la política que tienen el ministerio y la jefatura: integrar en todos los momentos a la sociedad civil en nuestras actividades. Para trabajar junto con la gente, este tema de la violencia de género, siempre precisamos de su presencia”, dijo.

“Barrer bajo la alfombra”

Respecto a la inauguración, Mendoza expresó que esta inauguración es la tercera en el departamento. “Es la segunda del interior luego de Guichón. Para nosotros es fundamental porque no es solamente la inauguración del local sino la política aplicada en esta ciudad. No solo significa que los policías que fueron debidamente instruidos para esta función estén dentro del local sino abrir las puertas y trabajar con la comunidad, con la sociedad civil, con los técnicos del Mides, con la comisión de género de la intendencia y con la gente”.
El nombre “que le pusimos a esta unidad es agente Juan Carlos Oviedo Custodio porque fue el policía que dejó la vida para defender un caso de violencia doméstica”, expresó. La figura del fallecido uniformado “tiene que ser ejemplo para todos los policías y para la sociedad. Tiene que ser el icono nuestro de que la policía tiene que estar presente junto a los más necesitados y, como en este caso, arriesgar la vida por los conciudadanos”.
La violencia de género, indicó Mendoza, “es un flagelo que nosotros medimos por denuncia y es un tema que siempre hablamos. Cuando se instala esto, es para que la gente tenga la confianza de denunciarlo. En el caso de Guichón, había tres o cuatro denuncias que se hacían en la comisaría. Cuando se abrió la unidad de violencia doméstica se multiplicó por cuatro. Eso significa que el problema está, pero por miedo o falta de confianza no se animan a denunciar. Esta es una unidad con personal femenino y masculino que tienen que trasmitirle a la gente que no podemos barrer para abajo de la alfombra, sino que hay que hablarlo y no ocultarlo”, manifestó el jefe.
Sobre cifras, indicó que el año pasado –a esta fecha– “llevábamos 1.856 denuncias y este año al día de hoy (por ayer) tenemos 1.774. Son 82 denuncias menos, lo que equivale a un 4,42%. Es una cifra que no se ajusta a la realidad porque hay gente que todavía no denuncia, pero por eso invitamos que lo hagan para poder trabajar en el tema y saber cul es el problema real que tenemos”.

“Hemos avanzado, pero falta”

La directora de la División Políticas de Género del Ministerio del Interior, licenciada July Zabaleta, indicó que la unidad inaugurada “lo hace bajo un nombre en homenaje a un policía que cumplió en su grado más extremo la promesa que realiza cada policía cuando ingresa, de dar su propia vida si es necesario para defender la vida de otro”.
“Por eso este acto tiene sentimientos encontrados. Por un lado la tristeza del hecho mismo, de haber perdido vidas en un lugar donde todo el tiempo se habla de que hay una unión y que todos se conocen, pero sin embargo la muerte de estas tres personas –que este año salió a la luz– nos llama a la reflexión. Y no creo que pase solo en Quebracho, que las opiniones estuvieron divididas, sino que es una cosa que sucede a nivel nacional”, indicó.
“Muchas veces tendemos a justificar la violencia, el asesinato de una persona, y refiriéndome al hecho específico, tiene que ser un acto de esperanza, de reflexión, como sociedad tenemos que tomar conciencia de qué forma nos estamos relacionando”.
Si queremos cambiar el mundo, dijo Zabaleta, “lo primero que tenemos que hacer es revisarnos a nosotros mismos. Hemos trabajado mucho en la sensibilización, en la capacitación. Cada vez más mujeres se atreven a denunciar, de hecho el porcentaje de denuncias a nivel nacional es altísimo de las propias víctimas y no de terceros como uno imaginaría. Por supuesto que la denuncia no es siempre la única solución pero sí puede acercarnos a asesorarse, a preguntar y evaluar el riesgo”.
La unidad “es justamente para eso”. Cuenta con “personas comprometidas que quieren trabajar en la temática y se intentará brindarle a la ciudadanía un mensaje de reflexión. Necesitamos que cada vez más varones se animen a hablar de esto con otros varones, porque muchas veces les pasan cosas y por la crianza no las comunican, se las guardan y cuando las hablan ya es tarde. Tenemos que trabajar mucho con nuestros varones para que puedan aprender a asumir una pérdida, creer que hay esperanzas cuando algo duro nos pasa. Cuando nos deja una pareja o sufrimos una decepción, necesitamos que alguien esté ahí dándonos una mano”, dijo Zabaleta.