Camino allanado

Raúl Sendic fue procesado sin prisión en mayo por la justicia de Crimen Organizado y ayer, el Tribunal de Apelaciones confirmó su procesamiento por peculado y abuso de funciones. Según el documento, “se extralimitó arbitrariamente en el ejercicio de sus funciones en el caso que se le imputó” y “en cuanto al delito de peculado, resulta acreditado en principio y sin perjuicio de interioridades que se apropió de dinero que estaba en posesión por razón de su cargo, perteneciente al Estado, en beneficio personal”.
El fallo explica que el vicepresidente “solo justificó uno” de todos sus gastos con la tarjeta corporativa de Ancap “por U$S 138”. Este fallo confirma la resolución de la jueza Beatriz Larrieu y contradice al señalamiento del fiscal Luis Pacheco en la existencia de seis delitos en ocho presuntas irregularidades denunciadas por el Partido Nacional. Pacheco estudiará el fallo y resolverá la presentación de un recurso de casación para que la Suprema Corte de Justicia haga lugar al procesamiento de los restantes directores del ente petrolero.
Seguidamente puntualiza sobre los negocios señalados por la Fiscalía y se refiere a Trafigura, a los anticipos de dinero de Cementos del Plata a Pleno Verde –la empresa contratada para trasladar cal a Brasil–, la cancelación de la deuda con Pdvsa y la participación de Exor. En este último aspecto, el fallo considera que Sendic “prescindiendo de todo asesoramiento, en particular de la Jurídica de Ancap acordó con Exor y Pdvsa la ingeniería financiera para cancelar las deudas”, en una actuación “arbitraria y abusiva”.
En todo caso explica que no hizo lugar al procesamiento de los demás integrantes del directorio (José Coya, Juan Gómez y Germán Riet), en tanto “debieron implicarse posteriormente para enfrentar y resolver una situación consumada, habiendo actuado asesorados por la Jurídica de Ancap”. Cabe recordar que el ente petrolero perdió el juicio civil con Exor y, por esa gestión de Sendic, deberá pagar unos U$S 7 millones.
Este fallo se da a conocer a solo cuatro días del plenario del Frente Amplio, donde –entre otros sancionados– se someterá al exvicepresidente, cuyos casos se analizaron en el Tribunal de Conducta Política y donde, particularmente, refiere a Sendic con un “proceder inaceptable en el manejo de los fondos públicos”.
Y tal como ocurrió con el fallo del Tribunal partidario, los dirigentes de la 711 también critican el fallo de Apelaciones que llega sobre la hora para marcar presencia ante un plenario presionado para adoptar una decisión que les cuesta. Seguramente una resolución de este tipo allanará el camino porque pondrán sobre la mesa de debate, un insumo relevante al momento de discutir las pruebas para su inhabilitación como candidato.
Dice su defensa que a Sendic no le gustó el fallo de Apelaciones, pero acatará el dictamen que confirmó peculado y abuso de funciones. Sin embargo, con este fallo no queda inhabilitado para presentarse a cargos electorales en tanto no hay una condena firme.
Es decir, la pelota está en la cancha del plenario que deberá lograr los votos necesarios para adoptar una resolución.
La coalición de gobierno tuvo un caso de similares características con el exministro de Economía, Fernando Lorenzo, aunque su caso transcurrió con menos escándalo interno. En 2014 fue procesado sin prisión por el delito de abuso de funciones por la firma del famoso aval para la venta de Pluna al “caballero de la derecha”. En el marco de la campaña electoral de ese entonces, la Corte Electoral rechazó por amplia mayoría la impugnación a la candidatura a diputado de Lorenzo y tras resultar electo en las legislativas de octubre de aquel año, decidió presentar su renuncia. Argumentó que el parlamento se aprestaba a modificar el artículo 162 del Código Penal, o el famoso “abuso de funciones” que le quita el sueño a varios. Su lugar en Alianza Progresista fue ocupado por el diputado Jorge Pozzi.
Lorenzo no hizo ningún berrinche, ni alharacas, ni coqueteó con palabras furtivas. Simplemente se fue bajo el convencimiento que “no se puede ser representante nacional bajo la eterna sospecha sobre mi persona y mi accionar. No me siento en absoluto culpable de haber cometido ningún acto en mi condición de Ministro que merezca una condena, pero cuando se acepta y se lucha por vivir en una república democrática hay que asumir todas sus reglas, sus enormes ventajas y valores y también sus riesgos. Lo hice cuando renuncié a mi cargo para poder ser juzgado sin privilegios, y luego del pronunciamiento de la jueza, al decidir no presentar un recurso de apelación. Y lo hago en este momento, con la misma convicción”, según su carta de renuncia.
Como sea, este fallo no cambia nada. El Frente Amplio resolverá –si quiere hacerlo– inhabilitarlo para una candidatura y en caso de acceder a un cuarto mandato enviarlo al directorio de un organismo o embajada sin pena ni gloria. Ya no es el Frente Amplio del 5 de marzo de 2016. Aquel que rechazaba “la campaña desplegada por la oposición y diferentes medios de comunicación, destinada a menoscabar la imagen y credibilidad, tanto de integrantes de nuestro gobierno así como también debilitar la institucionalidad democrática del país”. Aquel que expresaba “su solidaridad con el compañero Raúl Sendic ante el injusto y agraviante acecho del que ha sido objeto tanto su persona como su familia”.
Aquel FA, cuyo presidente Tabaré Vázquez en julio del año pasado –dos meses antes de la renuncia de Sendic que no fue voluntaria sino presionada–, cuando a la llegada al acto inaugural de la nueva planta de Nestlé defendió a su vice porque sufría “el bullying más fantástico que vi en mi vida”, con “un ensañamiento” por el que dijo que se sentía “asombrado”. Luego de manifestar su rechazo, afirmó en aquel entonces que no quería ingresar en el camino de la “autofagia política” porque es “muy malo para cualquier sistema democrático”.
Sí, claro. La misma “autofagia política” utilizada para afirmar –y sin permitir escuchar a sus protagonistas– que en este país “los niños comían pasto”. Y lo peor, es que siguen repitiéndolo. Pero la autofagia se paga, señor presidente.