El MGAP “ha sido omiso y negligente en el control y aprobación de productos agrotóxicos”, dijo Aguilera

“El próximo año y los otros que vendrán los vemos complicados, porque evidentemente Europa cada vez va a prestar más atención al tema glifosato”, manifestó a EL TELEGRAFO Alfredo Aguilera. “No nos olvidemos que dentro de cinco años Europa lo va a prohibir, y 5 años no son nada a nivel productivo; si no nos ponemos a trabajar ya sobre el tema, no sólo no le vamos a vender miel a los europeos, no le vamos a poder vender nada que tenga una molécula de glifosato”.
Para el secretario de la Sociedad Apícola Uruguaya (SAU), “vamos a tener un panorama muy complejo de aquí a 5 años. Y lo que llama mucho la atención es como el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) “ha sido omiso y negligente en todo lo que ha sido el control y la aprobación de una cantidad de productos, principalmente agrotóxicos, que han sido absolutamente devastadores para las abejas y que nos han generado un serio problema en la apicultura”.
Entiende que se debe tener en cuenta, que el problema “no lo generamos los productores, el problema es del MGAP y es el ministerio el que se tiene que encargar de solucionar éste problema”.
Uruguay posee actualmente “un stock de 4.500.000 kilos de miel sin vender, y la realidad es que ya empezó a salir miel de esta zafra, que increíblemente es una muy buena zafra. Y digo increíblemente, porque cuando los productores no tenemos ningún problema, y podemos sacar mucha miel, no la podemos vender”.
Recordó que esta es una situación que “nunca se había dado en el país. Hace dos años que la miel uruguaya no se puede colocar en los mercados internacionales por un problema de glifosato”.
Subrayó que “la gente no crea que estamos produciendo un producto de muy mala calidad, todo lo contrario, la miel uruguaya es una de las mejores mieles del mundo. El problema es que hay un sobre stock del producto a nivel del mercado internacional y los europeos buscan cualquier pretexto para bajar los precios de la miel. Entonces, el mejor pretexto que encontraron fue justamente el glifosato en las mieles uruguayas”.
La medida encontrada es muy baja, “lo que pasa es que el 70% de las mieles uruguayas tienen restos de glifosato, y eso generó un problema importantísimo, problema que no es de los apicultores, enfatizó. “Es el MGAP el responsable de esta situación y lamentablemente dos años después de esto, el ministerio no ha llegado a ningún tipo de solución para que nosotros podamos comercializar esas mieles”.
Manifestó que “la prioridad en este momento del MGAP es la producción en base al glifosato”. Y recordó que en una reunión “cuando Benech era subsecretario, a dos colegas les dijo que si la miel no daba, que nos dedicáramos otra cosa. El tema es que “somos 2.700 productores que vivimos de una manera directa o indirecta de la miel”.

La miel de clavo

Aguilera fue claro y precisó que “a los hechos me remito: hace 2 años que apareció el glifosato en la miel, y lo único que hemos encontrado es que seguimos con la miel de clavo”.
Explicó que “sigue apareciendo glifosato en la mieles uruguayas. Lo único que el MGAP había hecho era un estudio para ver cómo ingresaba el glifosato en la miel, e increíblemente lo bajaron a ese estudio y quedó trunco. Y hasta el técnico del INIA fue despedido, por lo que dos años después estamos a foja cero”.
Para Aguilera “las buenas prácticas agrícolas no existen. Nos hemos enterado por varias fuentes, que los productores ponen cualquier cosa dentro de los mosquitos y el Ministerio no controla. Se había hablado en un momento del georeferenciamiento, y hace unos 5 a 6 años que lo estamos esperando, a pesar de que el Ministerio sabe donde están todas las colmenas del país, que están georeferenciadas. Pero los aplicadores todavía no saben dónde están esas colmenas y
nos ha pasado cientos de veces que pasan con insecticida por encima de las colmenas y no queda nada”.

Corredores verdes

Algunas multinacionales han promovido los corredores verdes, “y el MGAP está en esa línea también”, dijo. “Tratar que los apicultores se vayan de la zona peligrosa o zonas problemas, y se coloquen en lugares en donde la miel no tenga tanto resto de glifosato”.
Sostiene que “se van a perder miles de productores (en estos momentos quedamos entre 2.600 y 2.700 apicultores), porque son muchos los que no se pueden ir de los lugares en donde están, y el MGAP no está preocupado en solucionar el problema”.

Calapis

Se mostró contento por lo que obtuvieron los apicultores de Calapis, señalando que “la SAU hace años venía trabajando sobre el tema, y nunca había tenido resultado”, asegurando que fue una gestión de “Julio Pintos, como presidente de la Comisión Honoraria de Desarrollo Apícola”.
En forma personal, le llamó mucho la atención, que “en ese proyecto del cual se vendió miel al Estado, los únicos que se enteraron fueron los compañeros de la cooperativa, porque no hubo un llamado a todos los apicultores del país, que como sabemos estamos en un problema muy serio. Todos estaríamos contentísimos de venderle al Estado, aunque sea un tambor de miel”, enfatizó.
“Casualmente Calapis se enteró de esto, presentó el proyecto, le vendió, y los otros apicultores quedamos mirando. Lo que pretendemos y esperemos que se de, es que en la próxima posibilidad de venderle al Estado, todos los apicultores del país nos enteremos con tiempo de esta situación, y todos podamos entrar en ese llamado y todos les podamos vender al Estado”.