Las tres personas privadas de libertad que el viernes a la noche iniciaron un motín, que fue rápidamente desarticulado por la Policía, fueron finalmente trasladados a diferentes unidades penitenciarias del sur del país.
De acuerdo a lo recogido por EL TELEGRAFO, los sujetos –que están tras las rejas por delitos de rapiña– se habían apoderado de los pabellones en que estaban, llegando incluso a cobrarle a sus compañeros de celda para acceder a ciertos beneficios.
Entrada la noche, alcoholizado luego de haber tomado escabio, tomaron tres cortes carcerlarios de importante tamaño y tendieron una trampa a los policías que concurrieron al pabellón.
Uno de los reclusos había sufrido un golpe en un dedo del pie en la mañana del mismo día y como se quejaba de dolor, solicitó ser llevado al médico. Cuando se iba a cumplir con su traslado, dos policías que revisten funciones en el INR se dirigieron hacia el pabellón para trasladar al herido al hospital.
En ese momento, ambos fueron emboscados por los tres sujetos que, portando armas caseras, los tomaron de rehenes y golpeándolos los llevaron hacia la Guardia, por donde pretendían escaparse.
En tanto, a la respuesta del motín, se sumó personal del Grupo de Respuesta Táctica que logró amedrentar a los insurrectos y neutralizarlos mediante la utilización de balas de goma.
Uno de los policías rehén resultó con un importante corte en un dedo de la mano y uno de los reclusos recibió un golpe en la cabeza.
Finalizadas las instancias, se resolvió desde la Justicia, el traslado de los insurrectos hacia cárceles de la capital del país.
