Un hombre con antecedentes penales fue condenado por un hurto luego de ser comprobada su responsabilidad mediante el análisis de una mancha de sangre recolectada en la finca donde ingresó a robar.
El 20 de julio del año pasado, una mujer denunció ante la Comisaría Quinta un hurto en su finca, de donde sustrajeron diversos efectos. Para ingresar a la casa habían roto el vidrio de una puerta corrediza, por lo que una mancha de sangre en ese lugar sirvió como evidencia para llegar al autor del hecho. Si bien la muestra de sangre fue enviada a Montevideo para su análisis en ese momento, el resultado llegó a manos de la Justicia sanducera a fines de enero.
El hecho sucedió en una casa ubicada en las inmediaciones de Costa Rica y República de Chile, desde donde se llevaron tres computadoras portátiles, un monitor de 19”, dos equipos de audio, una filmadora, una netbook Asus, unos lentes de sol, una sandwichera, un módem inalámbrico de Antel así como una bicicleta marca GT. La denunciante avaluó el perjuicio en 40.000 pesos.
Al concurrir personal de Policía Científica, relevó una mancha de sangre hallada sobre un envoltorio de nylon de fideos, por lo que enviada a la Dirección de Identificación Criminal en Montevideo, quien analizó y comparó la muestra con el banco genético.
A fines de enero llegó dicha información a la fiscal actuante, que determinó el perfil genético masculino único, correspondiente a Williams Gastón Aragonés Lombardo, de 26 años.
Conducido el sospechoso desde el INR local –donde se encuentra recluido por otro ilícito– a la Fiscalía y ante la evidencia recolectada, admitió ser el autor del ilícito y aceptó acceder a un juicio abreviado. Llevado ante la jueza penal, Aragonés Lombardo fue condenado como autor penalmente responsable de un delito de hurto especialmente agravado, a la pena de 8 meses de prisión efectiva.
